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    En el mundo que retrata Alfred Hitchcock en sus películas, el caos, el peligro y la perversidad del mal se ocultan en la sombrade las rutinarias vidas de sus personajes. Pero ¿y en la propia vida cotidiana de Hitchcock?. El extraordinariamente hábil cineasta cultivó cuidadosamente una imagen pública, construida a partir de su corpulenta silueta y macabro ingenio, con la que logró mantener celosamente oculta su verdadera personalidad. Sin embargo, una cuestión que ha perdurado durante décadas es: ¿habría una forma de conocer íntimamente a Hitchcock, no como icono sino como persona?.
   Para Sacha Gervasi, director de ‘Hitchcock’, la respuesta se halla en una mujer. No en ninguna de las célebres “rubias” de Hitchcock, cuyo poderío y gélida belleza distante adornó la mayoría de sus películas provocando auténtica fascinación, sino en una mujer que, en buena medida, ha sido una absoluta desconocida para el mundo: su talentosa mujer, Alma, que, entre bastidores, influyó profundamente en el trabajo de Hitchcock, consiguiendo penetrar en sus defensas y convertirse en silente y modesta co-creadora del cineasta.
   Los orígenes de la película se remontan al libro publicado por Stephen Rebello en 1990 ‘Alfred Hitchcock and The Making of Psycho’, que relataba detalladamente todos los vaivenes de la montaña rusa que fue la realización del emblemático filme ‘Psicosis’.
   Poco después de la publicación del libro, los productores Alan Barnette y Tom Thayer, que hacía tiempo que deseaban hacer una película sobre Hitchcock, adquirieron los derechos de la obra de Rebello.
   Barnette y Thayer eligieron al guionista John J. McLaughlin para abordar la ingente tarea de convertir este trabajo de intensa investigación en un tenso drama, y McLaughlin elaboró un guion que, durante un tiempo, se ganó la reputación de ser uno de los grandes guiones aún no escritos de Hollywood.
   Sin inmutarse por ello, Barnette y Thayer finalmente llevaron el proyecto a la productora de Ivan Reitman y Tom Pollock, donde adquirió velocidad. Reitman se sintió atraído por el inesperado enfoque de la historia. “La clave es que se centra en el lado humano del cineasta, la familia que tiene a su lado, todo ello en un momento esencial de su carrera y de su vida, cuando justamente se encuentra en medio de la realización de ‘Psicosis’”, dice el prolífico realizador y productor.
   Reitman y Medjuck estaban encantados de que Anthony Hopkins se sumara al proyecto. “Sabíamos que Anthony, aunque efectivamente está delgado y en plena forma, podía conseguir tener el peso real de su personaje”, dice Reitman.
   Sobre el papel, Gervasi podría parecer una opción inusual para adentrarse en el sancta sanctórum del “maestro del suspense”. Periodista que debutó como guionista en la película de Steven Spielberg ‘La Terminal’, Gervasi es sobre todo conocido por ser el director del aclamado documental ‘Anvil: el sueño de una banda de rock’, un divertido, estruendoso y agridulce relato sobre una vieja banda de heavy metal que no renuncia a sus sueños de rock & roll.
  Usando como base el libro de Stephen Rebello y el guion de John J. McLaughlin, Sacha Gervasi emprendió su particular campaña de investigación, rastreando en todo tipo de archivos para intentar averiguar lo más posible –e intuir lo que no– sobre la relación de Hitchcock y Alma. El propio Hitchcock le proporcionó pocas pistas sobre su vida privada, pero sus películas ilustraban tan visceralmente las emociones más íntimas –celos, sospecha, envidia y deseo– que siempre había pocas dudas de que sucedía mucho más de lo que a simple vista parecía. Hitchcock dijo en una ocasión, “El cine debería ser más fuerte que la razón”. Gervasi quería adoptar ese mismo subversivo enfoque para comprender el lado humano del director.
   La investigación de Gervasi le llevó a pensar que en 1959, recién estrenado su más pulcra y lucrativa película, la mezcla de thriller y comedia ‘con la muerte en los talones’Hitchcock y Alma se encontraban en un momento crucial de sus vidas.
   Para reflejar la realidad y la humanidad, Gervasi evitó, no obstante, el sentimentalismo, como lo rehuía el propio Hitchcock.
 El diseño visual de la película giró en torno a la combinación de dos mundos muy distintos: uno es el enclaustrado set de ‘psicosis’, donde se ponían las bases para crear la textura, la angustia y la inquietud características del cine de Hitchcock, y el otro, todavía menos conocido, es la cotidiana vida doméstica del cineasta y Alma.
   Como ‘psicosis’ fue rodada en blanco y negro, y actualmente no existe ninguna fotografía en color de aquel rodaje, Becker investigó sobre los colores que entonces se podrían haber utilizado para conseguir la escala de grises de esta película de 1960; pero también añadió electrizantes estallidos de los colores que definieron el diseño de mediados de siglo.
   “No contar con un registro visual podría considerarse un hándicap, pero también podría verse como algo extraordinariamente liberador, que fue mi opción”, señala Becker”.
   La creación del hogar de Hitchcock –cuyos exteriores fueron recreados en la calle Alpine Dr., de Beverly Hills, Ke interiores, en la ciudad de Pasadena– tenía más que ver con crear la sensación de una asociación mantenida a lo largo del tiempo, y en ese sentido Becker llenó las habitaciones de recuerdos pertenecientes a diferentes décadas, acumulados durante muchos años de trabajo conjunto y convivencia.
   Una vez más, un principio fundamental fue evitar hacer una réplica. En lugar de eso, Becker encaró la construcción de un creíble y dinámico entorno que directamente introdujera al público en el espacio doméstico que Hitch y Alma compartían.
   Asimismo, Becker incluyó de forma sutil motivos típicamente hitchcockianos tanto en la casa como en la oficina del cineasta, por ejemplo, pájaros, una especie animal que le fascinaba mucho antes de realizar su célebre filme ‘Los pájaros’.
  El color fue tambien una piedra angular en el trabajo de la diseñadora de vestuario Julie Weiss. Weiss, estaba entusiasmada con el amplio espectro de vestuario que requería la película.
   Los actores que tendrían que llevar su ropa también fueron un motivo más de satisfacción para ella.
Weiss usó como fuente de inspiración los archivos pero también añadió su toque personal. “Aquella era una época donde el aspecto era extremadamente importante, por lo tanto, hay cierto grado de acicalamiento en todos los personajes”, observa.
  Para ayudar a Hopkins a crear su personaje de Hitchcock, Weiss colaboró con KNB Effects Group, la empresa de Howard Berger (quien la fundó junto con Gregory Nicotero), que supervisó el maquillaje. Berger, creó el intrincado diseño de maquillaje que ayudó a Hopkins a interpretar físicamente a Hitchcock. Siguiendo el ejemplo de Hopkins y Gervasi, Berger también se alejó en todo momento de la imitación.
   “Desde el mismo día uno, nuestro objetivo era que el diseño del maquillaje no hiciera a Tony exactamente igual a Hitchcock”, explica Berger.
Berger trabajó muy duramente durante semanas para idear un proceso que no resultara demasiado gravoso para Hopkins, aunque señala que la disposición del actor era plena. “Tony estaba dispuesto a dejarse hacer prácticamente cualquier cosa, pero a todos nos satisfizo mucho lograr un proceso de caracterización cuya aplicación solo llevaba finalmente 90 minutos”, señala Berger.
   Hopkins llevaba diferentes prótesis faciales, incluyendo una pieza de silicona en forma de “herradura” que rodeaba la nuca del personaje e implantes en mentón y mejillas. Luego se añadieron piezas para los lóbulos de las orejas y una prótesis de nariz, y sobre todo ello se aplicaba maquillaje diariamente. Los brillantes ojos azules de Hopkins se cubrieron con lentillas, sus dientes se colorearon para despojarles de su blancura natural y después se le incrustó pelo emulando la línea del cabello de Hitch.
   Berger llevó a cabo un intenso trabajo, pero, sin embargo, concluye: “Todo lo que hemos hecho con el maquillaje ha sido proporcionarle a Tony una herramienta. Era efectivamente el primer paso que el actor necesitaba para dar vida a su personaje. Cuando Tony entra en el set ya se ha convertido en Hitchcock. Es una transformación asombrosa”.
  Hitchcock creía que el sonido y la imagen eran inseparables; y para crear un paisaje sonoro acorde con la intensidad y el socarrón sentido del humor de sus películas, el cineasta recurrió muy a menudo al compositor neoyorquino Bernard Herrmann. Fue Herrmann quien compuso la banda sonora de ‘Psicosis’ probablemente la música de cine más influyente de todos los tiempos; y tambien fue Herrmann quien, desafiando la idea inicial de Hitchcock, decidió incorporar música a la secuencia de la ducha del filme, introduciendo esos agudos violines que han sido una seña de identidad del terror psicológico durante generaciones.
   En ‘Hitchock’ Sacha Gervasi quería rendir tributo a Herrmann, interpretado por el actor Paul Schackman, pero, aún más, quería también que el filme tuviera su propia y distintiva sensibilidad musical, que fuera tan ocurrente, enigmática y sorprendentemente romántica como la historia de Hitch y Alma. Para ello, Gervasi recurrió a Danny Elfman.
  El proyecto captó el inmediato interés de Elfman, sobre todo porque le salieron los dientes con las películas de Hitchcock y considera a Herrmann una importante fuente de inspiración de su propia obra.

DATOS DE INTERÉS SOBRE HITCHCOCK...
• Nació en Londres el 13 de agosto de 1899.
• Estudió ingeniería en el St. Ignatius College y empezó a trabajar como delineante.
• Ingresó en la industria cinematográfica en 1920 y dirigió su primera película en 1925
• Se casó con Alma Reville, entonces su ayudante de dirección, en 1926, con la que siguió casado hasta su muerte.
• Durante los años treinta, dirigió una serie de clásicos del cine británico de suspense tales como 'El hombre que sabía demasiado y '39 escalones'.
• Se trasladó a Hollywood en 1939.
• Su primera película americana fue REBECA, por la que obtuvo el premio de la Academia a la mejor película (no obstante, Hitchcock nunca ganó el Oscar al mejor director, a pesar de haber sido candidato en cinco ocasiones).
• Dirigió más de 50 películas.
• Falleció mientras dormía en Bel Air, California, el 29 de abril de 1980.

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