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    A principios de los años noventa, los G.I. JOE adquirieron un aspecto completamente nuevo. Pasaron de ser unos muñecos articulados con un tamaño de 30 centímetros a un equipo de soldados de súper élite de 10 centímetros de tamaño, procedentes de todo el mundo, y con la misión de combatir a una maléfica organización terrorista. Todos los personajes tenían su propia especialidad junto con un armamento de última generación y un equipo con tecnología punta que les ayudaban a llevar a cabo su trabajo. Unido a una serie de cómics de Marvel creados por Larry Hama y una serie de televisión semanal que fueron su continuación, dio origen a una nueva generación de fans de los G.I. Joe. 
  Al llevar G.I. Joe a la pantalla, los realizadores se enfrentaron a la tarea de actualizar todas sus armas, artefactos y equipo para reflejar la tecnología de un “futuro no tan distante”, manteniendo a la vez la imagen y el espíritu de los G.I. Joe originales. “Hicimos todo lo posible por basar todos los artefactos y la tecnología en tecnología auténtica y ya existente”, explica el productor y montador Bob Ducsay. “Es un equilibrio que hay que conseguir y que es difícil. Por una parte, uno quiere que las cosas sean lo más divertidas y futuristas posible, pero también uno quiere que el público piense siempre: ‘Vale, eso es plausible’”.
  Brad Einhorn, el encargado del atrezzo, tenía un trabajo a su medida. Por razones de programa, Einhorn tenía sólo doce semanas para la preproducción, “lo cual no es suficiente para una película como ésta. Yo hice un par de películas de Batman y tuvimos seis meses de preproducción, y era más o menos la misma cantidad de trabajo, pero lo hicimos y creamos un atrezzo fantástico”. Einhorn y su equipo crearon un arsenal de armamento fascinante y unos equipos geniales, desde armas de mano y de tanque hasta las gafas de la BARONESA. “Lo construimos todo partiendo de cero. Todo estaba expresamente manufacturado. No se compró utilería para esta película. Teníamos a 30 ó 40 personas de la localidad construyéndolas todas”, dice Einhorn. “Controlar cada paso del proceso de fabricación de los cientos de piezas de utilería era la parte más complicada, consultando una y otra vez con el director, asegurándonos de que estaba satisfecho, pero me encanta fabricar y crear un atrezzo nuevo y de locura”.

  La pieza de atrezzo más complicada resultaron ser los explosivos ‘nanomites’, que se tardaron más de tres meses en fabricar. “Fue la primera pieza en la que empecé a trabajar porque sabía que era la que más tiempo iba a llevarnos”, dice Einhorn. “Todas sus piezas están maquinizadas. Hicimos moldes de cristal para hacer las partes de cristal, y todo está hecho a mano y va en un maletín realmente genial con los interruptores mortíferos”.Para dar opciones en la lucha a los G.I. JOE, los realizadores tenían que modernizar sus armas, sus artefactos y su equipo, permaneciendo al mismo tiempo fieles a la mitología de cada personaje. 

  Al dar vida a la mitología más patriótica de figuras articuladas y catapultarla hasta un futuro cercano, Sommers ha creado una película de acción y aventuras única y potente. Reuniendo un reparto internacional formado tanto por estrellas emergentes como por veteranos de la industria, junto con un equipo de primera de artistas cinematográficos, el siempre inventivo Sommers ha elaborado una historia de heroísmo contra terrorismo, lo último en la lucha entre el bien y lo peor del mal. Desde las montañas de Asia central hasta los desiertos de Egipto, pasando por las abarrotadas calles de París hasta debajo de la capa de hielo del Polo Norte, el equipo operativo de élite conocido como G.I. JOE viaja en una aventura sin pausa a la vez que utiliza tecnología de espionaje y equipos militares de última generación para luchar contra el ambiguo traficante de armas llamado DESTRO y la creciente amenaza de la misteriosa organización COBRA e impedir que siembren el caos en el mundo.

  El mundo de los G.I. JOE está repleto de unos equipos militares que suenan a fantasía. Trajes Aceleradores, Armaduras Líquidas, camuflajes que le vuelven a uno invisible en cualquier entorno. Parece algo de ciencia-ficción, pero todos esos equipos están en realidad más cerca de ser hechos científicos. Estas tecnologías ya existen de una u otra forma, desde su fase conceptual hasta su fase de fabricación. Lo que hicieron los realizadores de G.I. JOE fue tomar esas tecnologías e imaginar en qué grado de desarrollo podrían estar dentro de diez o veinte años.
“Ambientamos la historia en la próxima década, lo que nos permitió explotar los adelantos tecnológicos actuales”, afirma el director Sommers.   “Tomamos tecnología ya existente en uno u otro grado y la situamos en el punto adonde se podría encaminar”.
  Todas las tecnologías que aparecen son “cosas que todos sabemos que están haciendo los militares, sólo que aún no las hemos visto”, añade el productor Goldner. 
  Todas son cosas que podríamos ver algún día en el campo de batalla, aunque todavía no. “Son lo que llamamos de ‘siguiente generación’”, añade el productor ejecutivo David Womark. “Es algo así como si alguien te hubiera enseñado un iPod hace diez años. Si uno lo hubiera observado detenidamente, se habría dado cuenta de que eso podría existir dentro de unos años, pero ahora aún no”.
  Ellen Mirojnick, diseñadora del vestuario de G.I. JOE, adoptó esos diseños de ‘próxima generación’. Tras familiarizarse primero con la franquicia, la diseñadora la diseñadora y su equipo se documentaron acerca de las tecnologías militares más recientes. “Querían que diese la misma sensación que todos sentimos cuando vimos por primera vez una película de James Bond”, dice Mirojnick. “Aquello fue escalofriante porque vimos cosas que nunca antes habíamos visto, y fue una experiencia totalmente nueva. Esa sensación era algo que Stephen estaba muy, muy ansioso por captar”.
  En las películas habituales de superhéroes, el actor lleva puesta una vestidura de musculación bajo sus ropas. “No queríamos hacer eso”, dice Mirojnick. Así que diseñó un traje basado en la idea de la armadura líquida. “Es un traje que es una musculatura esculpida que hace que la anatomía externa se convierta en una armadura líquida. La idea era poner los músculos en el exterior”.
  Aunque los trajes pueden parecer más allá de la realidad, la armadura líquida dista mucho de ser una fantasía. Los ingenieros y científicos militares están desarrollando armaduras líquidas para contribuir a salvar vidas de soldados. El cuerpo de la armadura es ligero y flexible. Se lleva puesto como si fuera un traje normal, de manera que el soldado sigue teniendo una gran facilidad de movimiento, lo que le permite correr o apuntar con su arma. Pero la armadura contiene algo llamado fluido solidificante puro, el cual está hecho de nanopartículas suspendidas en un líquido no tóxico y que no se evapora. 
  Normalmente, esa combinación fluye como un líquido, pero si es golpeada por una bala, un cuchillo o un fragmento de metralla, las nanopartículas del líquido se concentran y se compactan. El impacto dispersa la fuerza de un golpe repentino sobre un área más grande del cuerpo. El principio es parecido al de una armadura de cota de malla, pero es mucho más ligera.
  Actualmente, están probando la armadura líquida integrándola en trajes de kevlar, pero algún día, el plan es utilizar esta tecnología para proteger todo el cuerpo del soldado. No será difícil hacer que los soldados se pongan esos trajes si se parecen algo a los de G.I. JOE. Los trajes de Armadura Líquida se hicieron muy populares entre el reparto, sobre todo entre sus componentes masculinos. Dice Mirojnick: “Algunos de los chicos se los pusieron, se miraron al espejo y dijeron: ‘¡Qué bien, ya no tengo que entrenar ni hacer ejercicio!’”.

  Las directrices que Sommers dio a Mirojnick fueron bastante directas. “El primer día me dijo: ‘Tienes que crear imágenes icónicas’. Esas eran nuestras órdenes tácticas, y diseñamos partiendo de ahí”. La representación más genial de la sensación de ‘próxima generación’ de la película mezclada con imaginería icónica se puede ver en el Traje Acelerador Delta 6.
  Mirojnick y su equipo desarrollaron los primeros dibujos conceptuales para el Traje Acelerador pero, según ella, “teníamos a un artista conceptual fantástico, Matt Codd, que lo dibujó el mismo día que le contratamos, pero supimos inmediatamente que nunca se podría hacer”.
  Por lo general, un diseño como ése se consigue mediante efectos visuales animados, pero los realizadores querían trajes que los personajes pudieran llevar puestos lo más posible, para los planos medios, para los primeros planos, incluso para algunas de sus escenas de acción. Así que los realizadores contrataron a Shane Mahan, del Stan Winston Studio, para actualizar el diseño. El reto consistía en que tenía que ser lo bastante genial para los fans, pero lo bastante funcional para el plató. 
  El resultado fue un diseño modular que permitía a los actores caminar, correr, sentarse o moverse de cualquier forma al compás de la acción, lo que no equivale a decir que los trajes fueran cómodos. “Si el infierno fuera un traje, ése sería el Traje Acelerador”, dice Marlon Wayans, quien añade: “El diablo probablemente tenga uno o dos en su armario”. Channing Tatum está de acuerdo:”Debe ser la cosa más incómoda que se haya fabricado nunca, pero chico, qué buena pinta tienen”. En una película de Stephen Sommers, los objetos del atrezzo pueden ser tan pequeños como un anillo o tan grandes como un Humvee, y todos tienen que adaptarse para poder ser lanzados por los aires. Tal es el caso de esta pelicula en la que un vehículo puede ir casi a cualquier parte, y además lo hace, con la ayuda del experto supervisor de efectos especiales Daniel Sudick y su equipo. Sudick tenía que lanzar el Hummer a 20 metros en una calle del casco antiguo de sólo 10 metros de ancho. “Tuvimos que poner un cable guía en la parte frontal”, explica. “Teníamos dos cañones en la parte de atrás que se disparaban a la vez, y el cable de delante tenía que tener mucha fuerza para mantenerlo todo alineado”.
  La escena de la persecución se rodó con nueve cámaras y coches volando por todos lados, en una escala con auténtico tamaño Sommers (una expresión utilizada por el equipo técnico para describir la visión que tiene el director de la escala y la acción). “Hicimos dos tomas con nueve cámaras filmando en cada toma, así que básicamente hay un metraje con 18 planos de cámaras individuales”, dice Greg Michael, director de segunda unidad. Me parece que en realidad compramos y destrozamos más de 112 coches”, dice el productor ejecutivo Womark. “Creo que batimos el récord, el cual tenía ‘Blues Brothers’, donde se destrozaron 102 ó 104 coches”.Ambientada a 15 años de distancia en el futuro, la película, protagonizada por Sienna Miller, Rachel Nichols, Channing Tatum, Marlon Wayans y Dennis Quaid, está basada en el cómic y la serie de G.I. Joe, más recientes. Se centra en una fuerza de choque de élite y multinacional y está repleta de armamento de alta tecnología, artefactos voladores futuristas, villanos desmesurados e inmensos decorados. Casi no queda ni un ápice del comando militar en el que se basaban los muñecos articulados originales.

  Y eso da igual, dice el director Stephen Sommers, quien no tenía interés en hacer una película de guerra. “Yo crecí con el soldado, y no quería hacer una película del soldado”, dice Sommers. “Me gusta hacer películas grandes y visuales, y llevar a la gente a mundos que nunca hayan visto”.

  A medida que Sommers iba aprendiendo más cosas sobre los personajes del panteón de G.I. Joe, se dio cuenta de que la película ofrecía una oportunidad creativa única. Fan desde hace mucho tiempo de las primeras películas de James Bond, como Doctor No y Operación Trueno, con sus exóticas localizaciones e impresionantes decorados, comenzó a considerar a G.I. Joe como una oportunidad para hacer el equivalente de 20 películas de Bond en una sola.

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