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   El director Ulaa Salim define su película como "una odisea espacial invertida. No solo porque no viajamos al espacio, sino al núcleo de la Tierra, sino porqué también nos sumergimos en los personajes, y en nuestros propios sueños, esperanzas, arrepentimientos y las decisiones más importantes que debemos tomar en la vida". El director afirma que nunca previó hacer una película de ciencia-ficción, sino que llegó a ella a través de la historia de amor, pero a su vez cree que el género ha dotado al romance de la dimensión que necesitaba: "La verdad es que una historia así nunca funcionaría sin las emociones y las emociones no nos afectarían tanto si me hubiese conformado con una escala más pequeña".

  "Eternal" es una de esas películas que se pregunta "¿Qué hubiese pasado si...?", y por ello la comparación con títulos como "Dos vidas en un instante" (Peter Howitt, 1998) es recurrente. Sin embargo, los referentes de Salim se encuentran en otro lado: "Con 2001: una odisea del espacio, Kubrick hizo una de las películas de ciencia ficción más grandes y mejores de la historia, así que prefiero tomar prestado directamente de él que de otros que se inspiraron en él. Por supuesto, es imposible llegar a su nivel, pero es importante saber de quién son los hombros en los que te estás apoyando."

  Ulaa Salim considera que cualquier espectador, por muy alejado que se sienta del entorno en el que transcurre la película, podrá empatizar con sus protagonistas: "Todos hemos experimentado la pérdida o conocimos a alguien especial con quien, por alguna razón, no funcionó. Ahora, cuando piensas en esas personas, puedes imaginar fácilmente una vida completamente diferente. Supongo que esa es la parte más relevante de esta historia. Todos tenemos nuestro propio ¿qué hubiese pasado si...?" El director considera que la complejidad emocional de sus personajes será clave para conectar con el espectador: "Los seres humanos somos egoístas, tenemos miedo, pero también somos muy entrañables y emocionales, y queremos conectar con los demás. Cometemos errores y a menudo aprendemos la lección demasiado tarde. Es algo muy humano, y cuando ves eso reflejado en la pantalla es posible que te haga pensar en tu propio pasado", concluye.

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