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EXPEDIENTE WARREN: OBLIGADO POR EL DEMONIO
INFORMACIÓN
Titulo original: The Conjuring: The Devil Made Me Do It
Año Producción: 2021
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 111 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Terror
Director: Michael Chaves
Guión: David Leslie Johnson-McGoldrick
Fotografía: Michael Burgess
Música: Joseph Bishara
FECHA DE ESTRENO
España: 4 Junio 2021
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Warner Bros.


SINOPSIS

Ed y Lorraine Warren deberán afrontar un nuevo caso que se presenta con un hombre, Arne Cheyne Johnson, que es acusado de asesinato tras haber sido poseído por un demonio...

INTÉRPRETES

VERA FARMIGA, PATRICK WILSON, JULIAN HILLIARD, STERLING JERINS, CHARLENE AMOIA, JULIAN HILLIARD, SHANNON KOOK, ANDREA ANDRADE, MEGAN BROWN, STACY JOHNSON, MITCHELL HOOG, RONNIE GENE BLEVINS, NICKY BUGGS

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SOBRE LA PRODUCCIÓN...
   “Espíritu Santo, nos reunimos en tu nombre. Ilumina nuestros corazones. Danos luz y fuerza. Apóyanos con tu poder, porque tú eres Dios”. La nueva entrega de "Expediente Warren" se inaugura con estas palabras del obispo Bryan D. Ouellette de la Holy Nicholean Catholic Church de Atlanta, una comunidad cristiana contemplativa esotérica.
  Recibir esta bendición al principio del rodaje se ha convertido en una tradición y una costumbre en las películas de "Expediente Warren" y sus spinoffs y se invita a todos los miembros del reparto y del equipo a participar en ella. Para la mayoría, es una fuente de consuelo, independientemente de la fe que profese cada uno y marca la pauta para el resto del rodaje.
  “Tranquiliza a todos los que albergan cualquier tipo de duda”, dice el director Michael Chaves.
“Independientemente de si crees en la eterna batalla entre el bien y el mal, representa un bálsamo para todos”, coincide el productor Peter Safran.
  Ouellette afirma que los actores son particularmente vulnerables a los arquetipos oscuros que pueblan una película de terror y que tienen que interpretar. Para que sus interpretaciones resulten convincentes, los actores deben fundirse con la energía que habita en ese arquetipo. El objetivo es que la bendición ritual mitigue los efectos de esas energías oscuras.
  “Santifica el espacio en el que trabajamos para que ese espacio esté protegido”, explica Vera Farmiga, que ha interpretado a Lorraine Warren en el Universo “Expediente Warren” durante los últimos ocho años. “Es una manera preciosa y muy necesaria para empezar un rodaje”.

UN NUEVO CAPÍTULO Y VERSÍCULO...
  El nombre James Wan es sinónimo de "Expediente Warren”. Wan es la fuerza creativa responsable de todo el Universo, desarrollando historias, supervisando spin-offs y dirigiendo las principales películas de “Expediente Warren” hasta la fecha. Aunque Vera Farmiga y Patrick Wilson, que interpretan a los verdaderos médiums y demonólogos Lorraine y Ed Warren, ya estuvieron a las órdenes de Gary Dauberman en "Annabelle vuelve a casa", esta es la primera película completa con los Warren en la que Wan no ocupa el sillón de director.
  Wan estuvo a punto de no dirigir “Expediente Warren: El caso Enfield”, pero Farmiga y Wilson lo convencieron para que volviera. Durante ese rodaje, insinuó que podría no dirigir el tercero, pero los actores creyeron que podrían volver a convencerlo.
  “Si centras tu atención en algo, eso se va haciendo más grande y se apodera de ti. Es la ley de la atracción. Así que empezar el rodaje con una oración que apela a la positividad y la protección nos une para conseguir nuestro objetivo. Nos permite valorar todo lo que es bueno, santo y puro. Es algo que siempre me decía Lorraine Warren”.
  A través de su compañía Atomic Monster, Wan ha sido mentor de varios directores al principio de sus carreras en el cine como es el caso de su director de fotografía John Leonetti ("Annabelle"), David F. Sandberg ("Nunca apagues la luz" y, posteriormente, "Annabelle: Creation"), Corin Hardy ("La monja"), Gary Dauberman ("Annabelle vuelve a casa") y Michael Chaves ("La Llorona”). Así que era lógico que Wan pudiera echar mano de alguno de esos talentos para tomar las riendas del segmento central de la franquicia.
  “Acababa de trabajar con Michael Chaves”, dice Wan, “y me encantó. Lo vi crecer como realizador en su primer largometraje y me pareció que su creatividad, energía y mentalidad eran exactamente lo que necesitaba 'Expediente Warren: Obligado por el demonio”.
  “Chaves es un consumado realizador y es muy inteligente”, coincide Safran. “Entiende el cine de terror a la perfección. Nunca pensamos en nadie aparte de Chaves”.
  Cuando Chaves recibió la llamada para dirigir la tercera entrega de "Expediente Warren", no se lo esperaba, pero estaba totalmente decidido a asumir el proyecto.
  “Fue un sueño hecho realidad”, reconoce Chaves, conocido por su carácter optimista. “Soy un gran admirador de las películas de 'Expediente Warren'. James es el maestro moderno del terror, así que es fantástico que tomara las riendas de ese mundo que él creó. Estamos en deuda no solo con James sino también con los fans, la franquicia y los personajes que creó. Eso siempre lo he tenido muy presente”.
  “Chaves fue una gran incorporación”, dice Patrick Wilson, “porque le encantan estas películas y siente un gran respeto por James. Además es muy audaz. No le da miedo probar cosas nuevas y proponer nuevas ideas. Siente respeto por esta franquicia, pero además quiere llevarla aún más lejos”.
Para Chaves, una de las posibles razones por las que Wan le eligió para dirigir esta última entrega de "Expediente Warren" es por su amor compartido por el thriller clásico de crímenes psicológicos de David Fincher "Se7en”. Chaves y Wan hablaron de esa película en el plató de “La Llorona”, y sirvió como punto de referencia para el desarrollo de “Expediente Warren: Obligado por el demonio”.
  “Fue una gran influencia para mí”, cuenta Chaves, “mientras hacía esta película”.
De hecho, en el rodaje de “Expediente Warren: El caso Enfield”, ya hablaron sobre cuál sería el próximo caso que Ed y Lorraine abordarían en la pantalla. Wan sabía que no quería que la siguiente entrega fuera otra película de una casa encantada, encerrando a sus superhéroes sobrenaturales en las mismas cuatro paredes de narración que ya se habían abordado en las dos primeras películas.
  “Recuerdo que les dije a Patrick y a Vera en el set de 'Expediente Warren: El caso Enfield'", explica Wan, “que quería explorar el mundo en el que Ed y Lorraine ayudaron a la policía a resolver crímenes. Quería que la tercera película fuera diferente".
  Para lograr ese objetivo, Wan, Safran y el guionista David Leslie Johnson-McGoldrick recurrieron a uno de los expedientes más famosos de Warren. El famoso caso “Obligado por el demonio”, que acaparó titulares, se centra en el primer juicio por asesinato en Estados Unidos en el que la posesión demoníaca se utilizó como defensa legal. Al equipo de "Expediente Warren" le pareció que era una gran oportunidad para que Ed y Lorraine llevaran sus habilidades al límite, y arriesgaran sus vidas para demostrar la inocencia del acusado y la existencia de las fuerzas del mal. Esa historia sería la más escalofriante e impactante de los Warren hasta el momento.
  “Para todos los implicados”, dice Chaves, “esta fue la historia más oscura en la que han participado los Warren. Arriesgaron todo por el acusado, Arne Johnson”.
  “Obligado por el demonio” también facilitó a los realizadores la plataforma perfecta desde la cual situar a Ed y a Lorraine en el mundo en general. Para ellos, fue una gran oportunidad para implicar a la policía e investigar las siniestras razones que llevaron a cometer ese crimen tan espantoso.
  “En 'Expediente Warren', la liberación del mal se limitaba a un solo espacio dentro de cuatro paredes”, describe Farmiga. “En 'Expediente Warren: El caso Enfield', conseguimos un billete de avión para Ed y Lorraine y los enviamos al extranjero. Pero una vez más, su misión estaba confinada a las paredes de una casa. Ahora, en 'Expediente Warren: Obligado por el demonio', abandonan los confines de la casa encantada y se dirigen a los lugares más depravados y aterradores”.
  Lo que distingue este 'Expediente Warren' y lo que lo hace tan interesante", dice Chaves, “es que tienes todos los elementos de terror que esperarías de una película de 'Expediente Warren', pero se enfrenta a un misterio increíble que está ligado a lo que es el universo de 'Expediente Warren'”.

REALIDAD COMPUESTA...
  “Expediente Warren: Obligado por el demonio" se enfrentó a dos grandes desafíos durante el desarrollo de la película: conseguir que el Universo “Expediente Warren” fuera original y fresco y equilibrar la realidad con el drama.
  “Queríamos conservar esos elementos de las películas anteriores que tanto gustan a la gente”, dice el guionista David Leslie Johnson-McGoldrick, que también trabajó en la historia con Wan, “pero no queríamos volver a darles exactamente lo mismo”.
  Wan sabía antes de empezar que quería que este nuevo "Expediente Warren" fuera un misterio centrando en las habilidades clarividentes de Lorraine. Inspirándose en películas como "Los ojos de Laura Mars" de John Carpenter y "La zona muerta" de David Cronenberg, buscaron un caso en el que Lorraine pudiera brillar como detective paranormal, donde su talento fuera parte integral de la historia de una manera nunca vista, utilizando sus visiones paranormales como elementos puntuales de la trama en lugar de elementos puntuales de terror.
  Es un hecho conocido que la verdadera Lorraine Warren asesoró a la policía sobre numerosos casos. Wan y Johnson-McGoldrick tuvieron en cuenta esos casos pero no pudieron elegir uno que quisieran adaptar.
  Sin embargo, lo que le sucedió a Arne Johnson después del exorcismo final de David Glatzel tenía visos de ser un gran trampolín para una nueva historia. Hubo un elemento poco conocido del caso en el que los Glatzel creyeron que alguien les había echado una maldición. Nadie pudo llegar al fondo de esa sospecha, y parecía el ángulo perfecto de la vida real de un expediente desde el cual iniciar una investigación. Pero el hecho de que las inquietudes de los Glatzel no se resolvieran nunca significaba que había que construir la trama. Aunque las películas de “Expediente Warren” siempre se han tomado ciertas licencias dramáticas para hacer avanzar la historia, el caso de esta película era diferente. Wan y Johnson-McGoldrick necesitaban encontrar una idea que fuera interesante a la vez que creíble.
  “Decidimos entretejer la realidad con una especie de historia compuesta”, explica Johnson-McGoldrick, “que toma numerosos sucesos de la vida real que tuvieron lugar en diferentes situaciones y los combina en una sola historia. Entramos en un lugar más ficticio en el Acto II donde estamos resolviendo el misterio, pero todavía estamos aprovechando las interacciones reales que Lorraine tuvo con la policía”.
  Una vez que decidió esto, lo siguiente que debía hacer era averiguar cómo empezar. El caso 'Obligado por el demonio', también conocido como el caso 'Asesinato demoníaco de Brookfield', tiene dos partes distintas: el tormento y posesión de David Glatzel, que ha sido el foco de mayor interés en el pasado y por el cual recurrieron a Ed y Lorraine Warren para que intervinieran, y el posterior tormento y posesión de Arne Cheyenne Johnson, que desafió al demonio de David durante su último exorcismo mientras Ed le advierte que no se dirija a él directamente. Meses después, Johnson mató a su amigo y casero durante una posesión demoníaca, como él lo denominó. En el juicio que se celebró posteriormente, con el apoyo de los Warren, la defensa de Arne afirmó que no era culpable debido a la posesión demoníaca, citando dos incidentes en Inglaterra donde la posesión demoníaca fue aceptada por los tribunales como defensa legítima. Fue la primera vez en la historia de los Estados Unidos en la que alguien intentaba aducir posesión demoníaca como defensa. Fue rechazada por el juez. Esta fue la parte de la historia que interesó a Wan y a Johnson-McGoldrick.
  Cambiar el enfoque de David a Arne era un requisito previo, pero relativamente fácil. “Decidimos empezar con lo que normalmente sería la conclusión de una película de 'Expediente Warren'”, cuenta Johnson-McGoldrick, “es decir que la versión de esta historia de la casa encantada ya ha tenido lugar fuera de la pantalla. De esa forma podemos centrarnos directamente en el exorcismo porque ya hemos visto esa película antes, y eso nos permite comenzar la historia de Arne de forma inmediata. Pasamos muy rápidamente al incidente que desencadena todo, es decir el momento en que Arne desafía al demonio”.
  Para contar la historia de Arne de manera convincente, Johnson-McGoldrick se embarcó en una investigación con múltiples frentes. El caso de 'Obligado por el demonio' fue una noticia nacional en Estados Unidos. Fue un caso espectacular del que habló todo el mundo en ese momento. Johnson-McGoldrick consiguió artículos de números antiguos de las revistas Newsweek y Time así como de periódicos locales y regionales que informaban sobre el caso todos los días. Esos documentos locales se volvieron aún más importantes cuando Johnson-McGoldrick descubrió que las transcripciones judiciales originales se habían perdido o destruido, porque revelaban quién estaba en la sala del tribunal y qué testimonio se dio durante el juicio. Una vez que supo lo suficiente del caso, Johnson-McGoldrick decidió que era hora de ir a la fuente.
  “Entrevisté a Arne Johnson y también a Debbie Glatzel”, revela Johnson-McGoldrick. “Vinieron juntos. Siempre es mejor así. Por un lado, conoces los detalles de lo que sucedió, pero también empiezas a tener una idea de quiénes son estas personas. Eso es importante, porque cuando tienes que ficcionalizar ciertos elementos para hacer una película, quieres que refleje lo que sintieron ellos”. Cambiar la dinámica de poder en la relación entre Ed y Lorraine era algo que el equipo creativo quería hacer para cambiar las cosas y fue otro elemento que Johnson-McGoldrick tuvo que descubrir. Tenía que haber una manera de conseguirlo fuera del matrimonio.
  “Nadie quiere que Ed y Lorraine se peleen”, dice Johnson-McGoldrick. “Las únicas discusiones entre ellos se basan en quién será más amable con el otro. Ed y Lorraine están siempre del mismo lado”.
  Esto llevó a otra situación en la elaboración de las tramas. Ed Warren sufrió un ataque al corazón en la vida real después del exorcismo de Maurice Theriault que se narró brevemente en el primer “Expediente Warren”.
  “En el video del exorcismo real de Theriault”, revela Johnson-McGoldrick, “puedes escuchar a Lorraine preguntando a Ed si se encuentra bien porque no tiene buen aspecto. Poco después, sufrió un infarto. Quisimos que saliera en la película. Así que, aunque el ataque al corazón de Ed no ocurrió durante el exorcismo de Glatzel, se basa en la realidad”.
  En las películas anteriores del Universo de “Expediente Warren”, Ed siempre es el tipo que arregla el coche o el fregadero; es un hombre práctico y muy activo. Sufrir un infarto le obliga a cuidarse y dejar que Lorraine tome la iniciativa, lo que no es fácil para él.
  “La escena en la que ella va debajo de la casa en lugar de él”, dice Johnson-McGoldrick, “le resulta muy difícil a él porque tiene que quedarse fuera y ver cómo actúa Lorraine”.
  En la casa encantada, Ed y Lorraine siempre han sido la autoridad. Les llaman para que ayuden gracias a su experiencia. No tienen que demostrar su valía a la gente. En "Expediente Warren: Obligado por el demonio", es diferente, porque Ed y Lorraine deben intentar convencer a los escépticos no religiosos de los tribunales y a la policía para que colaboren con ellos para ayudar a Arne. Se las arreglan para ganarse a la abogada defensora de Arne llevándola a la sala de artefactos. Sin embargo, el sargento detective Clay es otro cantar.
  “El detective Clay es un personaje ficticio", reconoce Johnson-McGoldrick. “No es una persona real, pero representa a la policía a la que recurrió la verdadera Lorraine Warren. Hemos tomado elementos de otros casos y los hemos reunido en este personaje. Es un escéptico al que tiene que demostrar su valía. Eso era algo con lo que verdadera Lorraine debía lidiar habitualmente”.

ALGUIEN VIEJO, ALGUIEN NUEVO...

  En el transcurso de los últimos ocho años, Vera Farmiga y Patrick Wilson han encarnado a Ed y Lorraine Warren en la pantalla en otras tres entregas del Universo “Expediente Warren”: “Expediente Warren", "Expediente Warren: El caso Enfield" y "Annabelle vuelve a casa”. Durante ese tiempo, el cariño que se profesan los dos actores ha seguido creciendo, y eso se refleja con claridad en sus personajes cinematográficos. Como cualquier buen vino o un par de buenas botas de cuero, un gran matrimonio solo mejora con la edad, y así como el verdadero amor entre Ed y Lorraine Warren se hizo cada vez más fuerte con el tiempo, también le ocurrió lo mismo a la amistad entre Wilson y Farmiga.
  “Es increíble envejecer con mi falso cónyuge”, dice riendo Farmiga. “A riesgo de sonar cursi, mi amor por el viejo Patrick Wilson sigue siendo absoluto. Lo adoro. Somos muy buenos amigos. Compensamos el trabajo oscuro y emocional que hacemos riéndonos a carcajadas juntos. Me hace reír de todas las maneras posibles”.
  “Hemos confiado el uno en el otro desde el primer día”, revela Wilson, “de ahí proviene la química. Estamos totalmente a gusto el uno con el otro y nos divertimos mucho”.
  Desde la perspectiva de la narración, los realizadores siempre han hecho todo lo posible para asegurarse de que los personajes de Ed y Lorraine estén en contacto con su humanidad. En los diez años que han transcurrido en la historia desde “Expediente Warren” hasta “Expediente Warren: Obligado por el demonio”, Ed y Lorraine son tan intensos e inquebrantables como siempre, pero también son más vulnerables a las enfermedades y a las heridas. Su amor es aún más profundo como lo es su preocupación por el bienestar del otro, algo muy tierno y con lo que es fácil identificarse.
  “Todo se reduce a esa relación entre Ed y Lorraine”, explica Safran. “Uno de los grandes elogios que recibimos desde el principio fue de la auténtica Lorraine Warren, que nos dijo que habíamos capturado maravillosamente lo que existía entre ella y Ed. Siempre lo hemos tenido en cuenta a medida que desarrollamos estas historias. Queremos que Ed y Lorraine estén orgullosos de lo que hacemos”.
  “El alma de esta franquicia es la conexión y el amor entre Ed y Lorraine”, añade Farmiga, “eso es lo que la distingue de otras películas de terror. Hay una historia de amor”.
  Los fans de Ed y Lorraine también recibirán un regalo especial en esta película ya que vamos a conocer algo de su pasado más lejano. Por primera vez, vemos a la pareja como dos adolescentes enamorados, en los inicios de su relación. Es un momento muy emotivo, que no solemos ver en las películas de terror. No tiene nada que ver con el mal, solo es una historia simple y hermosa que es el cimiento no solo de la película y de estos personajes, sino del Universo de "Expediente Warren" en su conjunto. De hecho, pone al descubierto lo que está en juego en el corazón de toda la vorágine.
  El cariño, el amor y la luz que comenzó con los auténticos Ed y Lorraine y que continúa viviendo en la interpretación de Wilson y Farmiga, se apodera también de todo el equipo de producción que da vida a estas historias. Trabajar en el Universo de “Expediente Warren” es un asunto de familia. Muchos miembros del equipo, incluidos el maquillaje, el vestuario, el diseño de producción, las acrobacias, la composición musical, la publicidad de la unidad, el atrezzo, la fotografía, los ayudantes de los directores y los decoradores, así como los actores, siguen volviendo a trabajar en este mundo película tras película. Se entienden casi sin palabras y es la mejor prueba del tipo de ambiente que Wan ha tratado de cultivar a lo largo de los años.
  “Quiero pasar un buen rato haciendo películas aunque puedan ser muy estresantes”, dice Wan. “Quiero que sea una experiencia lo más agradable posible para todos los implicados. Hacer películas es muy duro, pero también debe ser divertido”.
  Tres de los incondicionales personajes recurrentes de la franquicia principal son Steve Coulter, que interpreta al confidente católico oficial de los Warren, el Padre Gordon; Shannon Kook, el leal ayudante de investigación paranormal de los Warren, Drew Thomas; y Sterling Jerins, la atormentada pero sólida hija de los Warren, Judy.
  “Drew y el Padre Gordon desempeñan un papel más importante en esta película", explica Chaves, "ya que ayudan de forma activa a resolver el caso”.
  La llegada del Padre Gordon a la casa de los Glatzel en Brookfield refleja la llegada del padre Merrin a la casa adosada de los MacNeil en Georgetown de "El exorcista”. Después de que le deje el taxi, el Padre Gordon se detiene un momento bajo una farola similar parecida con una estructura es casi idéntica, lleva un sombrero negro y una cartera de cuero, mira hacia la ventana donde está escondido el niño poseído, y ve una figura que gira y desaparece. Después, el Padre Gordon camina resueltamente hacia la puerta.
  “Soy un gran admirador del 'Exorcista' original y quería hacer un guiño a esa película”, dice Chaves. “Es gracioso porque en realidad es un homenaje combinado tanto al 'Exorcista' como a 'Psicosis', la imagen en la que la madre está en la ventana”.
  “Michael Chaves se lo pasaba genial”, dice Coulter, “y ese entusiasmo es contagioso. James Wan era igual. A los dos les encanta el cine y hacen mini-homenajes a otras películas”.
  Y así como esta entrega de "Expediente Warren" saca a Ed y Lorraine de la casa y los coloca en un mundo más amplio. Además, nos permite ver cómo trabaja Drew con ellos y la importancia que tiene para su investigación.
  “Chaves intentó llevar a Drew a un nivel más profundo, con un cariz menos cómico y poniendo el foco en la investigación y el peligro apremiante”, dice Kook. “Conocemos mejor la relación con Ed y Lorraine. Siempre está pendiente de ellos”.
  A pesar de todas las caras conocidas, es un nuevo expediente, una nueva familia y una nueva némesis. En el centro de esta historia están los Glatzel, Carl y Judy, interpretados por Paul Wilson, que es el hermano de Patrick Wilson, y por Charlene Amoia. Sus hijos, Debbie y su hermano pequeño David, están interpretados por la debutante Sarah Catherine Hook y, con ocho años en el momento del rodaje, por el experimentado veterano del terror Julian Hilliard. El novio de Debbie, Arne Cheyenne Johnson, está interpretado por el actor irlandés Ruairi O'Connor.
  Encontrar actores para interpretar de manera convincente a Debbie y Arne exigió muchas audiciones y un largo proceso de casting. La búsqueda dio sus frutos con Hook y O'Connor, cuyos personajes tienen un vínculo inquebrantable de por vida. Los jóvenes actores no se conocían de nada pero entre ellos surgió la química de forma instantánea que se convirtió en una gran amistad durante el transcurso del rodaje, lo que recuerda a la amistad entre Wilson y Farmiga.
  “Son dos papeles extraordinariamente importantes", dice Safran, "Lograron imbuir a sus personajes con el mismo tipo de amor que refleja el amor que Ed y Lorraine sienten el uno por el otro”.
  “Ruairi y Sarah Catherine han sabido capturar la esencia de estos personajes y su amor mutuo”, afirma Chaves. “Tienen esa calidez y ese encanto que hace que te identifiques con ellos, a pesar del rincón tan oscuro del mundo en el que habitan”.
  En la vida real, Arne Johnson y Debbie Glatzel nunca dejaron de apoyarse desde que se conocieron hace 41 años. Debbie fue su mejor defensora y protectora, y está claro que él sentía adoración por ella. Se casaron en prisión mientras Arne cumplía su condena por homicidio involuntario en primer grado, y siguieron casados hasta que Debbie falleció en 2021. La pareja estuvo en contacto con los Warren hasta el fallecimiento de Ed en 2006 y de Lorraine en 2019, y también de su hija Judy y su marido, Tony Spera.
  “Ella es totalmente leal a las personas que ama", dice Hook sobre Debbie, "y quería a Arne sobre todas las cosas”.
En la película, la interpretación de Hook está imbuida de este amor incondicional. “Durante el exorcismo, lo que escuchas de Debbie retrata perfectamente al personaje: el amor incondicional que profesa a su familia y su admiración y respeto por Ed y Lorraine. Ella se mantiene fiel a su familia, a su hermano pequeño, porque David nunca querría eso. Y te das cuenta de que ella tiene la misma fe en Arne a medida que avanza la historia”.
  A pesar de eso, fue un desafío tanto para Hook como para O'Connor, que tuvieron que ahondar en algunas zonas muy sombrías de su psique para interpretar a estos personajes basados en personas reales. Hook se preguntaba con frecuencia por qué Debbie apoyó a Arne después de verlo apuñalar a alguien hasta la muerte e intentó comprender cómo ese hecho pondría a prueba su lealtad, cómo podría superarlo, para interpretar el papel de manera convincente.
  O'Connor tuvo que sumergirse en un pozo mucho más oscuro.
“Arne Johnson es un papel complejo”, reconoce Chaves, “que vive emociones tan fuertes como el arrepentimiento, la angustia y la ira y todo ello mezclado con el miedo”.
  A pesar de las circunstancias tan extraordinarias en las que se encuentra Arne, O'Connor tenía que encontrar la forma de hacer que su personaje resultara convincente, y el alma del Arne de O'Connor está profundamente torturada. Para un actor, es difícil convivir con un personaje así durante semanas.
  “Tienes que llegar a sentir empatía por tu personaje”, explica O'Connor, “y no juzgarlo. Tienes que hacer todo lo posible para entender su punto de vista. Lo que quiero decir es que estaba literalmente poseído por esa situación. Me las arreglé para llegar a ese lugar maldito”.
  Durante la mayor parte del rodaje, O'Connor vivió en esa noche oscura del alma, aislándose, poniéndose auriculares y escuchando música de los 80 entre tomas para no abandonar el mundo que habitaba su versión de Arne. No quería separarse del ruido demoníaco que habitaba en su cabeza. Pero después de un tiempo, ese estado mental empezó a pasarle factura. O'Connor observaba cómo Wilson y Farmiga, profesionales experimentados, que realizaban escenas de enorme intensidad, físicamente agotadoras, recuperaban enseguida la alegría y hacían bromas entre tomas. Un minuto estaban gritando a los demonios o luchaban por sus vidas y al minuto siguiente se reían a carcajadas viendo videos graciosos online. O'Connor pudo comprobar de primera mano que había otra forma de trabajar.
  “Era importante distanciarse de las terribles dificultades físicas que implica una posesión demoníaca”, dice O 'Connor, “de todos esos gritos y violencia. Así que empecé a ver vídeos graciosos entre toma y toma porque a Patrick y a Vera les iba muy bien con esa técnica”.
  Hilliard, que participa en algunas de las secuencias más desgarradoras de la película, adopta un enfoque similar. Entiende completamente el papel y el hecho de que su personaje está habitado por el demonio. “Soporta una carga tremenda", dice Hilliard ", porque la bestia está dentro de él. Estoy seguro de que no le gusta estar con el demonio”.
  Hilliard conoce el cine de terror y se muestra muy pragmático al respecto. Distingue fácilmente las secuencias de miedo de la realidad. Se lo pasaba en grande, incluso cuando estaba en medio de una escena intensa y aterradora. Su amistad con el director Michael Chaves es muy especial y eso también le ayudó a meterse en la piel del personaje. “Michael Chaves es un director maravilloso que comprende muy bien el trabajo de un actor”, dice Hilliard. “De hecho, tenemos un apretón de manos secreto. No puedo decirlo porque es un secreto, pero tenemos un apretón de manos secreto. Es genial”.
  Durante el rodaje, Hilliard también hizo amistad con el gato de Transilvania llamado Pookie que un miembro del equipo rescató mientras rodaba "La monja" en Rumanía. Pookie, otro miembro que se reincorpora a la familia del Universo de “Expediente Warren”, asiste al rodaje siempre que puede. “Pookie es un gato y es muy simpático”, dice Hilliard sonriendo. “Es un poco tímido con la gente que no conoce, pero es un gato muy simpático y se hace querer. Es una monada. Me gusta llamarlo Pookie Monster”.
  Para Hilliard, rodar esta película fue como estar en casa lejos de casa y le encantó estar con el reparto y el equipo. Uno de sus recuerdos favoritos del set fue cuando celebraron su cumpleaños. “Fue genial, me sorprendieron con dos tartas en mi primer día de rodaje para celebrar mi octavo cumpleaños”, dice Hilliard. “Todo el reparto y el equipo me cantaron, y el equipo de transporte me regaló unos 20 yo-yos, ¡fue increíble!”
  Otra diferencia con las películas anteriores de "Expediente Warren", es que el antagonista no es un enemigo sobrenatural. Lorraine lo encuentra a través de La Ocultista, interpretada por Eugenie Bondurant. Ella está en el lado oscuro del espejo, es lo opuesto a todo lo que Lorraine representa. Es una amenaza física y tangible que se burla de la fe de Ed y Lorraine y recurre a Satanás para poner en marcha a las fuerzas oscuras. La vulnerabilidad de Lorraine y el desafío de La Ocultista llevan a "Expediente Warren" a un nuevo nivel.
  “La Ocultista es Lorraine, si Lorraine hubiera tomado un camino diferente”, dice Johnson-McGoldrick.

CONSTRUYENDO EL UNIVERSO...
  Esta es la cuarta incursión de la diseñadora de producción Jennifer Spence en el Universo de "Expediente Warren", pero es la primera basada en un expediente real de los Warren. Eso impactó profundamente a Spence, que se sintió atraída por la gravedad de las influencias demoníacas y las consecuencias destructivas para todos los implicados. Para ella era importante que el diseño general de la película fuera realista. Sus primeras decisiones versaron sobre los tonos de color.
  “Elegí un mundo de tonos tierra”, dice Spence, “verdes y azules. Diseñé toda la película de esa manera”.
El set más importante que tuvieron que construir para “Expediente Warren: Obligado por el demonio” fue la casa de la familia Glatzel. Se basa en la casa de Travis en Senoia, Georgia, una construcción victoriana de 1910 que salió en una revista femenina, según la historia local. Esa misma casa se utilizó en la película de 1991 "Tomates verdes fritos”. Desde los papeles pintados y las alfombras hasta los muebles y las cortinas, Spence creó un campo laberíntico y naturalista de verdes, azules, amarillos trigueños y marrones, incorporando imágenes de plantas, césped y árboles siempre que era posible. Todo procede de la tierra.
  “Los Glatzel se mudaron allí para encontrar la paz”, explica, “la casa en sí no está encantada. Solo es una casa preciosa en donde sucede algo terrible. La casa también sufre la ira del demonio”.
  En el pasado, Spence ha utilizado el color rojo para invocar lo demoníaco y el verde para implicar infección, pero en este caso ha elegido tonos más pálidos que parecen gastados. Debía recordar a sus pintores que tuvieran cuidado cuando aplicaban procesos de envejecimiento, para que no terminara pareciendo una casa espeluznante. En esta ocasión, las tonalidades suaves de verde de su paleta evocaban la inocencia.
  Spence dice que nunca deja de trabajar, aunque esté entre dos trabajos. Siempre está observando el mundo que la rodea, viajando todo lo que puede para absorber todo lo que la rodea. Incluso cuando está en su casa de Los Ángeles, si va en coche por los alrededores y ve algo interesante, como una gran puerta o una silla inusual, se para a fotografiarlo. Siempre está averiguando cómo contar una historia, incluso cuando todavía no existe. Se guía tanto por el estado de ánimo como por las imágenes.
  “Si al entrar en un espacio éste te transmite inmediatamente una sensación o un escalofrío”, dice Spence, “o huele un poco a humedad o es fría o tiene una presencia oscura, eso ayudará a contar la historia”.
  Uno de los sets que encargaron a Spence para esta entrega de "Expediente Warren" fue una nueva sala de artefactos. Cuando Ed y Lorraine visitan al Padre Kastner, que John Noble encarna en la cinta, por recomendación del Padre Gordon, Kastner los lleva a la biblioteca del sótano de su casa. No solo está repleto de libros antiguos que desprenden un poder horrible y oscuro, también está repleto de artefactos inquietantes y espantosos. Estanterías decrépitas de madera llenas de calaveras, muñecos espeluznantes, crucifijos, talismanes, tótems, tallas, cálices, fotos antiguas, objetos de taxidermia y cajas de hechizos que acumulan polvo en la lúgubre guarida de Kastner. Al entrar, Lorraine le dice: “Deberías quemar todo esto”, a lo que Kastner responde, “Lo he pensado, pero me pareció que era más seguro tenerlos bajo llave”. Ed mira a Lorraine, y esa mirada denota que piensan lo mismo.
  “Cuando me enteré de que iba a haber una nueva sala de artefactos en esta historia”, recuerda Spence, “me asusté un poco, porque la otra es tan icónica”.
  Pasaba los fines de semana recorriendo tiendas de antigüedades con amigos del equipo y con su decoradora de sets, Lisa Son, que tenía una habilidad especial para descubrir rarezas. Llenaban la habitación con réplicas de partes del cuerpo y criaturas, insectos y cerdos en frascos. Encargaron a artistas locales la creación de objetos inusuales. La biblioteca de Kastner no tardó en tomar vida propia.
  “Es como el lado oscuro de los Warren”, revela Spence. “Es más macabro”.
Gran parte de "Expediente Warren: Obligado por el demonio" se rodó en los Pinewood Studios de Atlanta (ahora Trilith Studios) en Fayetteville, en los platós 9, 15, 16 y 18, donde se construyeron diferentes decorados, incluido el interior de la casa de los Glatzel, el interior de la casa de los Warren, los túneles que hay debajo de la Granja de Kastner y el Pasillo Infinito, así como el borde del acantilado donde Lorraine pasa muchísimo miedo. La producción también utilizó el backlot del estudio para algunos de los elementos de la escena del bosque.
  Se rodaron escenas adicionales en toda el área metropolitana de Atlanta como Stone Mountain, donde se filmaron escenas en el bosque en Indian Island y el Washington W. King Bridge se duplicó como un puente cubierto de Connecticut. En Newnan se utilizaron tres localizaciones, comenzando con el Tribunal Superior del Condado de Coweta que sustituía al Tribunal Superior de Danbury, donde Meryl, la abogada de Arne, intenta declararlo no culpable aduciendo posesión demoníaca, así como la escena de flashback del Teatro Alamo de Ed y Lorraine en su primera cita y por último, el Hospital Old Piedmont sustituyó al Centro Correccional de Bridgeport y al interior de la Funeraria Palmeri. Palmetto fue el lugar donde Arne estaba trabajando como podador de árboles, y Griffin el lugar de las perreras Brookfield Boarding Kennels de Bruno Saul. Starrs Mill, en el Condado de Fayette, sustituyó a la granja y a la biblioteca del Padre Kastner. Y la propia ciudad de Atlanta proporcionó al rodaje dos localizaciones: el Cheshire Motel como el Bruneau Motel y el Cementerio de Westview como el exterior de la Funeraria Palmeri.
  La forma de filmar del director de fotografía Michael Burgess resalta todo el trabajo de Spence, iluminando las escenas con las mejores luces o para decirlo de forma más apropiada, con las mejores sombras. Burgess es otro alumno del Universo de "Expediente Warren" con otras tres películas bajo su brazo y sabiendo realzar la simbiosis entre diseño y fotografía.
  “Me gusta resaltar los diseños de Jen Spence, los colores de sus decorados, para hacerlos realmente llamativos”, dice Burgess.
Una de las formas de hacerlo es combinando luz cálida y luz fría para añadir cierta aspereza a su aspecto, lo que en su opinión también aumenta la sensación de miedo. Al inicio de la película, en las casas de los Glatzel y los Warren, opta por un espectro más cálido, pero cuando nos adentramos en el mundo exterior, se pasa a un espectro más frío, sobre todo en las escenas de la prisión, para evocar la soledad y el aislamiento.
  Una secuencia concreta en la que utilizó la iluminación en lugar de los efectos visuales para conseguir el resultado deseado fue la transición en el bosque, donde Lorraine tiene una visión sobrenatural que vincula el presente con el pasado en dos historias paralelas. Lorraine está buscando pistas con Ed y el Sargento Clay, se inclina y toca el suelo. Mientras lo hace, el cambio del día a la noche parece ocurrir de forma mágica en la pantalla.
  “Queríamos que no se pareciera demasiado a las transiciones tradicionales de las cámaras en películas de fantasía”, explica Burgess. “A Chaves se le ocurrió utilizar luces en movimiento, así que teníamos 20ks en Technocranes de 15 metros barriendo el encuadre con luces que se van atenuando para crear la ilusión del día a la noche”.
  A Burgess también el encantó filmar una toma que es característica de Wan al principio de su carrera: el "oner", un movimiento de cámara coreografiado de forma muy elaborada y con una sola toma. Wan lo logró en la escena de persecución en el parking en “Sentencia de muerte” de 2007, con siete operadores de cámara, dos elevadores de grúa, 20 transmisores, una carretilla de mano hecha a medida y una cámara de mano situada en una plataforma rodante. En el Universo de "Expediente Warren", Wan volvió a hacerlo cuando la familia Perron llega a su nueva casa por primera vez, y John Leonetti hizo una en "Annabelle”.
  “Siempre hay estos 'oners' tan geniales en el universo de 'Expediente Warren' que introducen a los personajes en un lugar en particular”, dice Burgess. “Para este 'oner', contábamos con un operador en una grúa en la perrera de Bruno. Cuando la grúa desciende, se baja y entra en una toma de Steadicam que atraviesa toda la casa mientras seguimos a Debbie, Arne y Bruno hasta el final y salimos por la puerta trasera. Fue muy divertido”.
  La diseñadora de vestuario Leah Butler es otra ex alumna del Universo de “Expediente Warren”. “Obligado por el demonio" es su tercera ronda, después de "Annabelle: Creation" y "Annabelle vuelve a casa", que también son películas de época. Una de las cosas más importantes de su trabajo es potenciar la autenticidad del personaje con su vestuario y sus diseños. Empieza investigando, sobre todo historias ambientadas en un período de tiempo concreto.
  “Empiezo con lo que sucede en general en ese período”, dice Butler, “la cultura pop, la política, las tendencias sociales. Leí todas las publicaciones que puedo conseguir, desde revistas de moda hasta el National Geographic”.
  Al trabajar con el expediente de un caso real, Butler también tuvo a su disposición la documentación de archivo de periódicos, revistas y videos, que le ayudaron a comprender a Arne Johnson y Debbie Glatzel así como a Ed y Lorraine Warren. Además, esta es la segunda película en la que Butler ha diseñado para los personajes de Ed y Lorraine, así que comprende los matices de la pareja en la vida real y también el enfoque que le dan Wilson y Farmiga.
  “Mucha gente no sabe que a los verdaderos Ed y Lorraine les gustaba combinar las telas para que su corbata combinara con su falda, por ejemplo”, aclara Butler. “Lo hicimos varias veces en esta película, pero también lo hicieron con otras cosas. A veces era solo una paleta o una textura de tela similares. Les encantó hacer estas cosas”.
  Al comienzo de la película, tanto Ed como Lorraine visten de negro. Sus trajes los distinguen del resto de la familia como embajadores religiosos, en una misión para salvar el alma del joven David. Son como un sacerdote civil y una monja que trabajan con el clero oficial que representa el Padre Gordon, que también va de negro. El polo negro de Wilson con ribetes blancos puede parecer familiar, y eso se debe a que lo ha usado en otras películas del Universo de “Expediente Warren”. Además de ser un uniforme espiritual, al principio de la historia esta prenda acentúa su buen estado físico y su vitalidad, algo que se estará en peligro en muy poco tiempo; en el resto de la película está más tapado, con ropa que sutilmente da la impresión de que es mayor y más vulnerable.
  Mientras tanto, Lorraine debe revestirse del manto de la fuerza, y su ropa está más definida dentro de la paleta de azules y verdes de Spence.
Con tantos tonos de color y con una variedad de patrones tanto en las telas de la ropa como en los textiles y los papeles pintados de las casas, es fundamental que el diseñador de vestuario trabaje en estrecha colaboración con el diseñador de producción. Para Butler fue muy útil que Spence fuera una amiga cercana. Este es la 11ª película en la que han colaborado.
  “Hay una paleta de colores concreta para finales de los 70 y principios de los 80 que también debe reflejarse en la creación de los personajes”, dice Butler. “Trabajo de forma muy estrecha con Jen para comprender la sensación que transmite la casa y el aspecto que tendrán los personajes el entorno que está creando”.
  La atrezzista Kate Guanci es nueva en el Universo de “Expediente Warren” pero aporta muchos conocimientos y un gran talento a la franquicia. Su mayor desafío fue crear los múltiples accesorios que pueblan cada segmento de la película en la primera semana de la producción. Incluían tanto el tótem de La Ocultista como su cáliz.
  “Elaborar el tótem fue un proceso complicado”, recuerda Guanci. “Pasó por muchas fases para que saliera bien porque era muy importante. Es el tejido conectivo entre La Ocultista y cada una de sus víctimas”.
  Al principio había unas cinco versiones, compuestas por un montón de piezas pequeñas, que incluían yute deshilachado, vértebras de serpiente, costillas de roedor, colas de venado, la espina central de una mandíbula de pez y garras de escorpión. Como es lógico, todas estas piezas eran copias sin hueso ni tejido animal de verdad. En su lugar, utilizaron moldes de plástico, pintados, desgastados y teñidos con pigmentos totalmente naturales como frambuesas trituradas, por ejemplo. Todo lo fabricó el departamento de la película.
  Cuando le presentaban cada versión a Chaves, él examinaba el tono del objeto para que no se perdiera en el segundo plano de una toma, sino que resaltara visualmente; también se fijaba en la altura y la anchura de los objetos, en la simetría; y qué elementos le gustaban o no le gustaban. Lo que le gustaba pasaba a la siguiente fase, combinado con nuevos elementos e ideas. El equipo consiguió hacerlo justo a tiempo.
  “Los acabamos y los colocamos justo cuando gritaron 'acción'", dice riendo Guanci.
El proceso para el cáliz de La Ocultista fue similar y empezó con intercambios de opiniones entre Chaves y Spence.
  “Cada uno tenía su propia visión”, nos cuenta Guanci, “y combinamos todas ellas”.
El cáliz empezó siendo una copa de oro medieval con incrustaciones de piedras preciosas que recuerda al rey Arturo, antes de transformarse en una pieza de ónix tallada como una piedra. No tenía muy buen aspecto y se probó con madera de olivo. Pero tampoco encajaba. En una ocasión, la ayudante de atrezzo Madeline Grayson estaba encargando todo tipo de cosas en Internet que podrían servir de bases y combinarse con diferentes cuencos para crear algo único.
  “Una de las cosas que encargó fue un candelabro de asta de ciervo de imitación”, recuerda Guanci. “No encajaba en absoluto para lo que necesitábamos, pero nos dio la idea de combinar elementos animales y de la naturaleza para crear el cáliz”.
  Llegado ese punto, con una idea clara, la fabricante de accesorios Jen Raine intervino para esculpir una base de asta que satisfaría sus necesidades creativas con alambre de modelar y arcilla. Una vez que logró algo que gustó a todos, otro miembro del equipo de atrezzo creó un elaborado molde de cuatro partes donde fundir la garra invertida en forma de asta. Después de limpiar, pintar y colocar capas que representarán generaciones y siglos de hechizos, la nueva base estaba lista para acoplar el cuenco tibetano de latón elegido para crear el cáliz de La Ocultista.
  “Lo que me más me gusta de cómo quedó”, dice Guanci, “es la yuxtaposición de la masculinidad de las astas, que representa la batalla, con la feminidad del cuenco, que representa la paz”.
  Como ha hecho en otras películas del Universo de “Expediente Warren”, Joseph Bishara volvió para componer la música, mejorando no solo los temas de la película sino también los momentos más espeluznantes y horribles de la película.
  En resumen, Chaves espera que el público disfrute de otra emocionante experiencia de "Expediente Warren" y afirma convencido: "Sé que pasarán miedo, pero espero que también se sorprendan; lo mejor de estas películas es que vuelves a ver cosas familiares en la relación de Ed y Lorraine, cómo se adentran en terrenos peligrosos, pero también verán cómo evolucionan con cada historia. Estoy deseando ver cómo responde el público”.

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