Fichas de peliculas
  • Registro
INFORMACIÓN
Titulo original: Chocolat
Año Producción: 2016
Nacionalidad: Francia
Duración: 119 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Drama
Director: Roschdy Zem
Guión: Cyril Geli, Olivier Gorce, Gérard Noiriel, Roschdy Zem
Fotografía: Thomas Letellier
Música: Gabriel Yared
FECHAS DE ESTRENO
España: 29 Abril 2016
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Vértice 360

SINOPSIS

En el siglo XIX Chocolat se convierte en el primer artista negro en subirse a un escenario francés. Fue al mismo tiempo quien inspiraría a otros como Toulouse Lautrec o los Hermanos Lumiére...

INTÉRPRETES

OMAR SY, JAMES THIERRÉE, NOÉMIE LVOVSKY, FRÉDÉRIC PIERROT, ALEXIA GIORDANO, FELIX BOSSUET, HELENA SOUBEYRAND, MIKAEL BUXTON, VINCENT NEMETH

MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS

icono criticasCRITICA

icono trailersTRÁILER'S

icono bsoBSO

icono clipsCLIPS

icono featurettesCÓMO SE HIZO

icono videoentrevVIDEO ENTREVISTAS

icono audioAUDIOS

icono premierPREMIERE

 

Festivales y premiosPREMIOS Y FESTIVALES

 - César 2017: Mejor actor secundario James Thiérrée, Mejor diseño de producción

_______________________

Informacion exclusivaINFORMACIÓN EXCLUSIVA

ENTREVISTA AL DIRECTOR...
¿Conocías la historia de Footit y Chocolat?...
.- No, la descubrí cuando leí el guion. Cuando Nicolas y Eric Altmayer me ofrecieron el proyecto, ya tenían una versión muy avanzada del tratamiento, con todos los personajes y un tema fascinante. Encontrar una idea original es tan raro en Francia como en cualquier otro sitio, así que todo el mérito es de Eric y Nicolas.

¿A qué se debió ese entusiasmo tuyo, que Omar describe como contagioso?...
.- La verdad es que se dieron varias circunstancias. Por un lado, estaba la perspectiva de hacer una película sobre el París de principios del siglo XX con toda su suntuosidad y, por otro, la de contar la historia de una gran amistad entre dos hombres. Luego, estaba Chocolat, un sibarita que vive la vida al máximo, sin que olvidemos su vida anterior como esclavo. Chocolat aprovecha todas las oportunidades que se le presentan para convertirse en una gran estrella. Con un personaje tan optimista, podíamos tratar el tema de la película sin pasar de puntillas por nuestro pasado colonialista, pero sin caer en el dramatismo tampoco. Eso era algo muy importante para mí.

¿Cómo trabajaste con Cyril Gély en la adaptación del guion?...
.- De alguna manera, sentía que tenía que trabajar con otro guionista en la adaptación del guion para hacerlo mío. En este caso fue con Olivier Gorce, el guionista con el que escribí a medias Omar m'a tuer. Los dos nos centramos en la relación entre Footit y Chocolat en la pista, pero sobre todo cuando estaban fuera de la carpa principal.

Esta es tu primera película de época. ¿Cómo preparaste el rodaje?...
.- Los jefes de departamento, es decir, el primer ayudante de dirección, el director de fotografía, el diseñador de producción, el diseñador de vestuario, etc. ya estaban listos para trabajar seis meses antes de que empezáramos a rodar, así que pudimos empezar a prepararlo todo con bastante antelación. Teníamos por delante bastante trabajo de investigación. Sin embargo, en las películas de época, la verdadera dificultad está en la logística. Decidimos rodar en París en lugar de hacerlo en un estudio de Praga o de algún otro país. Cuando estás rodando los exteriores de una película de hace un siglo, puedes montar todos los decorados que quieras, pero siempre habrá una grúa en la distancia señalando con su dedo acusador. Cuando empezamos a hacer el desglose del guion, fijamos los ángulos de la cámara para esas escenas y creamos un story board teniendo presentes una serie de efectos especiales.

¿Cómo decidiste cuál querías que fuera la estética de la película? ¿Tomaste como modelo alguna película en concreto?...
.- La verdad es que hubo varias. Nuestro diseñador de vestuario, Pascaline Chavanne, el director artístico, Jérémie Duchier, el director de fotografía, Thomas Letellier, y yo vimos las mismas películas. A la hora de dirigir me inspiré en varias secuencias de 'La vida en rosa' (Olivier Dahan), 'Barry Lindon' (Stanley Kubrick) nos sirvió de referencia para el tratamiento de las imágenes. La estética es algo fundamental en esta clase de películas. A la hora de elegir los colores y el vestuario, nos basamos en los documentos y las pinturas de la época, y después comprobamos cómo quedarían en la película, porque en el cine digital algunos colores no combinan bien aunque se vean fantásticos cuando los miras directamente. Después de elegir los colores, tienes que combinarlos. Incluso el maquillaje de los payasos tenía que ser el adecuado. Por eso, no quisimos que ninguno de los jefes de departamento trabajara al margen del resto. Cuando diseñamos la iluminación, nos basamos en los trajes, y elegimos los trajes en función de los decorados. Para los trajes de los personajes masculinos tuvimos presentes los trajes femeninos y que los que llevaban puestos los personajes principales tenían que combinar con los de los extras. Al ojo humano no le gustan las interferencias y un color levemente chillón en un segundo plano puede arruinar una escena emotiva.

Omar ya formaba parte de la aventura cuando recibiste el proyecto, pero ¿cuando pensaste en James Thierrée para el papel de Footit?...
.- Cualquiera habría pensado que la mejor pareja para Omar sería otro actor famoso. Sin embargo, para este papel necesitábamos a alguien que conociera el circo por dentro y James no es solo un actor, es alguien que crea sus propios números. Cuando surgió su nombre, todo el mundo se entusiasmó. Omar Sy con James Thierrée... ¡Genial! Y, además, algo único. Teniendo en cuenta las cualidades de cada uno, sabía que de la combinación saldría algo explosivo, y no me defraudaron en absoluto.

James Thierrée dice que conseguiste calmar el miedo que tenía a las escenas de circo. ¿Cómo te planteaste el rodaje?...
.- James lo hace todo en sus números: dirige, hace los decorados, escribe los sketches, actúa... Lo lógico es que le dejara hacer sus propios números porque ¿quién podía coreografiarlos mejor que él? Le di carta blanca y solo le pedí que introdujera unos cuantos toques modernos. Cuando estábamos rodando, les pedí a Omar y a él que se movieran con libertad: "Si os divertís, nos divertiremos todos". Yo me encargaría de seleccionar las mejores escenas. A la hora de montar la película, tenía un montón de material bueno, porque todos sus números eran muy divertidos y originales. Sin embargo, solo podía utilizar de dos a tres minutos de cada número de diez. El cine no es una grabación de vídeo y aunque quería conservarlo todo, sencillamente no podía.

¿Cómo enfocaste las escenas de Omar y James juntos?...
.- Enseguida me di cuenta de que entre los dos había una relación auténtica. James era el que tenía más experiencia en cuanto al mundo del circo. Era muy exigente durante los ensayos, con él más que con ningún otro, incluso un poco autoritario algunas veces. Cuando vi durante las pruebas de filmación cómo sonreían los técnicos, supe que teníamos algo bueno entre las manos. Omar pasó por una especie de etapa de formación, pero de repente se liberó. Su lenguaje corporal y su voz cambiaron como resultado de ese trabajo previo. En cuanto a James, percibía su locura, su forma de ser, siempre inmerso en una búsqueda permanente. Mi único temor era que desapareciera esa magia, pero no fue así.

¿Cómo elegisteis al resto del reparto?...
.- Todos los actores a los que preguntamos aceptaron. En mis películas anteriores había tenido algunas negativas y había algunos actores a los que no me atrevía a pedirles solo cinco o seis días de trabajo. Para esta película, no solo aceptaron algunos actores acostumbrados a interpretar papeles principales, sino que no se lo pensaron dos veces. Bruno y Denis Podalydès, que interpretan a los hermanos Lumière, firmaron enseguida aunque solo tenían un día de trabajo. El mismo entusiasmo demostraron Olivier Gourmet, Noémie Lvovski, Clotilde Hesme, Frédéric Pierrot… Aparte de su entusiasmo por el guion, yo diría que les encantaba la idea de trabajar con Omar. En general, me gustan más las entrevistas personales que las pruebas.

James y Omar hablan de la implicación y de la fuerza de los actores de reparto...
.- A menudo se dice que el director es el barómetro de una película, sin embargo, creo que los actores también lo son. La energía de James y Omar iluminaba literalmente el escenario. Durante los doce días que duró el rodaje, su extraordinaria vitalidad inspiró a todo el equipo y a mí me sirvió de muchísima ayuda. De hecho, los actores secundarios pensaban que los más favorecidos eran ellos, porque el intercambio era muy estimulante.

¿El hecho de haber sido actor influye en tu manera de dirigir?...
.- Por supuesto. Me comporto como me gustaría que los demás se comportaran conmigo, con paciencia y amabilidad. No creo en las relaciones difíciles. Sin embargo, yo preferiría no usar el término "dirigir". Los actores saben cómo actuar, es más una cuestión de hacerles sentir de otra manera, de darles algunas opciones a la hora de interpretar. Además, lo que más me preocupa siempre es lograr el tono adecuado, porque lo auténtico tiene su propia tonalidad. Mi labor es ayudar al actor a escucharla, echarle una mano cuando me necesita para encontrar el tono correcto. Unas veces lo logras, y otras no: hacen falta dos para bailar el tango.

¿Cómo conseguiste que Omar superara su aprensión a las escenas de Otelo?...
.- Omar pensaba que estaba pisando terreno sagrado. Todos teníamos en la cabeza la versión de Orson Welles, pero le dije: "¡Olvídate de eso! Interpretar a Otelo significa dejarte la piel y tú sabes cómo hacerlo".

¿Qué secuencia te resultó más complicada de rodar?...
.- No fueron las escenas violentas. La escena en la que Omar es torturado en la cárcel tiene mucha fuerza, porque la situación es muy elocuente. Sin embargo, yo quería que las escenas teóricamente más triviales tuvieran la misma fuerza, como esas escenas en las que la gente que pasa por la calle se vuelve para mirar, porque la peor violencia es la que Chocolat sufre a diario. También las escenas para las que no teníamos todavía los decorados, por ejemplo, cuando Chocolat visita la Exposición Universal. Rodar en un decorado que se creará después durante la fase de posproducción era algo nuevo para mí y me resultaba desconcertante. Por otra parte, en los números de circo, James necesitaba mucha libertad de movimiento en la pista y enseñó a Omar lo mismo. Tuvimos que adaptarnos, sobre todo porque nunca hacían el mismo número dos veces. Esto también hace que fueran tan increíbles.

¿Qué has aprendido de esta película?...
.- ¡A ser atrevido! Las limitaciones de presupuesto, el tiempo que tienes para rodar aunque procuro no lamentarme mucho. En mi primera película, no fui muy atrevido. Empecé a ser más valiente en la segunda y seguí así en la tercera. En esta película, se convirtió en una especie de leitmotiv. Todas las mañanas me preguntaba: "¿Qué puedo aportar a la secuencia de hoy? ¿Qué le añadiría más valor? ¿Cómo puedo ir más allá del guion?" Pero también como actor aprendí mucho sobre cómo enfocar un papel, por ejemplo, con Frédéric Pierrot. Lo mismo que los demás actores secundarios, siempre se implicó mucho en la película aunque no dependía de él. Por no hablar de James y Omar. Estaban siempre centrados en su trabajo y nunca estaban satisfechos. Aunque la cámara estuviera apagada, seguían metidos en el personaje, con un deseo de superación permanente.

Por último, ¿que mensaje quieres transmitir al público con esta película?...
.- La historia de dos hombres que se conocen, crean algo juntos y a los que, al final, termina separando la vida. Pero es también la historia de la emancipación de un hombre, Chocolat, que descubre la vida, se vuelve más cerebral, menos ingenuo y, por lo tanto, en un adulto menos sumiso. Es una historia que habla también de Francia. Sin buscar culpables ni acusar a nadie, Chocolat marcó su época y después cayó en el olvido. Y no es el único. Hablar de él nos ayuda a conocer mejor nuestro pasado, y siempre he creído que es algo fundamental para vivir mejor en el presente.

¿Qué es lo que más te impactó del destino de Chocolat?...
.- Las similitudes que había entre la trayectoria de Chocolat, Omar y la mía. Nos reíamos y decíamos: "La verdad es que somos unos impostores". Omar es un magnífico actor y muy generoso, se merece todas las cosas buenas que le han pasado. No obstante, nuestra generación creció sin ver cómo el hijo de un inmigrante se convertía en una gran estrella. Así que cuando me vi en el estudio con algunos actores que siempre había admirado... Durante casi veinte años, me preguntaba cuándo me despertaría alguien diciéndome: "¡Oye! ¿Qué estás haciendo aquí? Este no es tu sitio". Además, yo habría cedido: "Perdón, me dijeron que podía estar aquí, pero ya me marcho". Hoy en día, ese sentimiento de ser un impostor ha desaparecido, pero descubrir cómo triunfó hace un siglo un artista "de color"... me conmueve y me entristece al mismo tiempo, porque no ha quedado nada de él. A lo mejor esta película cambia las cosas y nos hace pensar en nuestra propia vida. ¿Qué quedará de lo que hemos hecho?

¿En qué se parece a ti?...
.- Nunca busco parecidos entre mis personajes y yo, porque me ha costado mucho definirme a mí mismo y siempre intento evolucionar. Creo que es complicado saber quién eres realmente. Por otra parte, empiezo por intentar comprender a los personajes que interpreto. En cierto modo, me siento cercano a Chocolat aunque no vivimos en la misma época. En comparación con él, nunca he tenido dificultades de verdad, pero puedo comprender a un artista que ha tenido que luchar tanto. Solo puedo imaginar el sentimiento de culpa que debe haber sufrido por su éxito. De alguna manera, experimento lo mismo aunque a una escala diferente. Cuando comparo mi situación con la de otras personas como yo, me pregunto: “¿Me merezco esto? ¿Por qué yo? ¿Por qué les resulta tan difícil a los demás?" Si exceptuamos a Chocolat, el contraste entre su vida y la vida cotidiana de los demás negros fue enorme.

Chocolat tuvo que demostrar que no solo era un cómico, sino también un actor. ¿Te ha pasado a ti igual?...
.- No, el trabajo de un actor en una comedia o un drama es el mismo. Aunque siempre me han atraído los papeles dramáticos, no me he atrevido enseguida con ellos, ha sido algo más progresivo. Me gusta ponerme a prueba, superar mis límites, pero eso no tiene nada que ver con demostrarles a los otros que soy un actor; es más una especie de reto personal. Quiero ver hasta dónde puedo llegar como actor.

logo radio directo


MOON ENTERTAINMENT LOGO PHOENIX ENTERTAINMENT

26 Abril solo en cines
RED HORN

Sagas del 7º Arte...

Sagas del 7º Arte... OLIVER TWIST