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Etiquetas: EE.UU.2019AnimaciónJill CultonTodd Wilderman
INFORMACIÓN
Titulo original: Abominable
Año Producción: 2019
Nacionalidad: EE.UU., China
Duración: 97 Minutos
Calificación: Autorizada para todos los públicos
Género: Animación, Aventura, Comedia
Director: Jill Culton, Todd Wilderman
Guión: Jill Culton, Todd Wilderman
Fotografía: En Color
Música: Rupert Gregson-Williams
FECHAS DE ESTRENO
España: 11 Octubre 2019
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Universal Pictures


SINOPSIS

Yi es una adolescente más hasta que, un día, se encuentra a un joven yeti en la azotea de su edificio. Junto con sus amigos, Jin y su primo Peng, Yi decide bautizarle como “Everest” y los cuatro se embarcan en una épica aventura para reunir a la mítica criatura con su familia en el pico más alto del mundo...

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EL COMIENZO DEL PROYECTO...
   El recorrido profesional de la guionista/directora de ABOMINABLE, Jill Culton, ha sido largo y lleno de vericuetos hasta desembarcar en DreamWorks Animation. Tras licenciarse en el Instituto de las Artes de California, se curtió como animadora y artista de storyboards en Pixar, donde colaboró en Toy Story, Toy Story 2 y Bichos antes de ayudar a crear la historia de Monstruos, S.A. Además, pasó varios años trabajando en Sony Animation, donde dirigió su primer largometraje de animación, Colegas en el bosque. Culton se había reunido con DreamWorks en diferentes ocasiones para discutir distintos proyectos, pero cuando vio una de las primeras proyecciones de Cómo entrenar a tu dragón quedó tan impactada que, en ese momento, todo encajó y decidió unirse al estudio.
  Oriental DreamWorks, la compañía que más tarde se convertiría en Pearl Studio, presentó junto con DreamWorks Animation la idea de Culton para una película sobre un yeti, para la que se inspiró en su pueblo natal: una pequeña población enclavada en los bosques del estado de Marin, en el norte de California. Allí, rodeada de majestuosas secuoyas, comenzó a imaginar la épica historia de una adolescente que se encuentra en una encrucijada inimaginable.
   «Cuando tienes que partir de cero, tiendes a llenar ese espacio con lo que conoces y lo que amas», asegura Culton. Y resultó que su mayor inspiración era de dimensiones gigantescas. «Toda mi vida he tenido perros enormes, de más de 40 kg. Son como mis hijos; he tenido sobre todo sabuesos, y son animales muy desaliñados, babosos y desternillantes. Me veía muy reflejada en la relación que Yi entabla con el yeti, y eso me llevó a dibujar los primeros bocetos de los dos juntos. Al principio, quería que fuera enorme, como los perros que siempre he tenido. Además, volqué en el proyecto todo mi amor por la naturaleza, así como mis experiencias de acampada y viajes. A mi padre le encantaban las actividades al aire libre, y eso fue un factor clave para mi experiencia creciendo en familia».
  El enorme contraste en tamaño entre el yeti, Everest, y Yi, está inspirado en un recuerdo muy específico de la infancia de Culton. «Cuando tenía cinco o seis años, mis vecinos tenían un gran danés gigante que debía de pesar 90 kilos», nos cuenta. «Me asustaba un poco, pero a la vez me intrigaba; pesaba más del doble que yo. Un día, mi amiga Nancy y yo estábamos corriendo por la casa, y el perro empezó a perseguirnos. Salté escaleras abajo para esquivarlo y me caí. Ese perrazo me inmovilizó en el suelo y se puso a jadearme en la cara, mirándome fijamente: yo estaba aterrorizada y maravillada al mismo tiempo. Desde entonces, solo he tenido perros grandes. Son una presencia enorme y fascinante en mi mundo».
Culton siempre ha sido una apasionada de la emoción que una banda sonora puede imprimir a una película, un amor que ha sabido plasmar en el mundo de la animación. Sabía que la música debía tener un papel primordial en ABOMINABLE. Yi es violinista y, a menudo, usa la música para expresar los sentimientos que no es capaz de verbalizar, y Everest posee una naturaleza mágica con tintes musicales. «Quería que Yi y Everest viajaran por el mundo a todos esos lugares maravillosos más allá de una gran ciudad; esa narrativa conectaba conmigo», nos explica Culton. «Toco la guitarra y el piano, y siento auténtica pasión por la música».
  Pero, ¿el violín? Se trataba de un instrumento absolutamente nuevo para ella. Nos cuenta, riéndose: «Todos los primeros bocetos de Yi, en los que no sostiene el violín correctamente, fueron de los primeros en general que hice. La representé haciendo de todo, desde montando a caballito sobre Everest hasta de pie en lo alto de un tejado. La dibujé mucho con un violín, con todas esas luces brillantes y los edificios de cristal de la ciudad mientras tocaba. Me parecía una imagen muy potente y romántica a la vez».
  «Empecé a preguntarme si el violín podría guardar alguna relación con el propio Everest». Culton prosigue: «Quería que hubiera un poco de magia, y pensé que lo místico puede evocar cierto murmullo musical. Sabía que Everest y Yi podían conectar de ese modo. De pequeña, mis películas favoritas de Disney eran las que menos diálogos tenían. Estaba decidida a que el yeti no hablara y que se comunicara con ella más bien como un perro, de un modo más intuitivo».
  A la productora Suzanne Buirgy le pareció buena idea. Lo que el público y la propia Yi acaban descubriendo es que el pelo del yeti y el violín de la protagonista conectan de una forma mágica, casi mística. «La idea es que los niños que vean la película piensen: “Puede que yo no tenga una conexión mágica con un yeti, pero tengo esa magia en mí. Puedo hacer que ocurran cosas”», dice Buirgy. «Así es como Yi es capaz de salvar a su amigo: con el poder de la creatividad».
   Culton también quería que la historia explorase los temas del amor profundo y la pérdida de un modo honesto y directo. Al comienzo de la historia, el padre de Yi ha muerto y Everest se ha perdido; lo han separado de su familia y es incapaz de encontrar el camino de vuelta a casa. En la propia vida de Culton, los recuerdos más potentes están acompañados de los más dolorosos, y sabía que para hacer que el público conectase con Yi, tenía que afrontar ese dolor de forma directa, sin esquivarlo. «Uno de los puntos emotivos de la película es que el violín de Yi pertenecía a su padre, que acaba de fallecer», explica Culton. «Aunque no he sufrido una muerte así en mi propia familia, cuando era adolescente, mi padre se fue de casa. Mis padres se divorciaron y fue una experiencia devastadora. Puedo entender a Yi en ese sentido..., especialmente respecto a la desconexión que siente con su familia. Cuando te toca vivir de crío un divorcio difícil y tus padres quieren sentarse contigo a hablarlo, lo que te sale es negarte rotundamente. No quieres hablarlo en absoluto. Ni tú ni nadie. Esa realidad de una adolescente viviendo algo devastador que supone un gran cambio en la familia es muy real y personal para mí».
  Según iba escribiendo, fue surgiendo la historia de una adolescente de 16 años que acababa de perder a su padre y que había perdido la conexión con su madre y su abuela, que a su vez trataban de hacer que Yi se abriese y volviese al seno familiar. La cineasta quería que Yi fuese enérgica e independiente, que se alejase diametralmente del prototipo de princesita y que no estuviese dispuesta a mostrar lo mucho que estaba sufriendo. «Yo era totalmente así de joven», desvela Culton. «Yi siente que no necesita a nadie».
  Nuestra heroína descubre a Everest en la azotea de su casa en un momento crítico de su vida, cuando está empezando a aceptar que necesita reconectar con los demás. Como Everest está a miles de kilómetros de su propia casa en el Himalaya y necesita su ayuda desesperadamente, Yi aprende a abrir su corazón y decide llevarlo al lugar del que nunca debió irse. «Yi conoce a Everest en la azotea; resulta que lo despierta cuando se pone a tocar el violín», dice Buirgy. «Jill tenía desde hacía tiempo esa imagen mental de Yi en la azotea, con las luces de la ciudad extendiéndose a su alrededor».
  Cuando Culton comenzó la historia, tenía pensado que Everest y Yi viajasen solos, pero, a medida que la cosa fue evolucionando con los años, se añadieron nuevos personajes. En 2015, la cineasta aparcó temporalmente su trabajo en ABOMINABLE para centrarse en otros proyectos. En este lapso, el productor ejecutivo y padrino de ABOMINABLE Tim Johnson, así como el viejo colaborador y camarada Todd Wilderman, que acabó codirigiendo la cinta, contribuyeron con arcos narrativos totalmente respetuosos con la visión de Culton.
  «Cuando volví a la acción [en 2017], empecé a enfocarlo no solo como una aventura de Everest y Yi en solitario, tipo E.T. el extraterrestre, sino más como una historia coral tipo Cuenta conmigo, con un grupo de chavales que deben aprender a vérselas consigo mismos y a afrontar dificultades a lo largo de su viaje. En todo caso, Everest es el elemento que cambia sus vidas».
  Pese a que Yi se va dando cuenta muy poco a poco de que ella es la principal persona que puede ayudar al yeti, su instinto de protección frente a él sí es inmediato. Mientras Yi conduce a Everest de vuelta a casa, él también le hace comprender a ella cómo regresar a su hogar. Esta verdad emocional es crucial para los cineastas. «Antes concebía la historia como un gran rompecabezas», dice Culton. «Ahora la veo más bien como una de esas estructuras de cartas en las que, si quitas uno de los pilares clave, todo se viene abajo. Cuando me siento a planificar un guion, ahora pienso en las cartas físicas, que representan el viaje, e interpongo obstáculos físicos. Si las cartas son demasiado fáciles, el público se aburrirá. Es imprescindible tener giros y vueltas de tuerca».
  Reflexiona un instante. «Pero luego están las cartas emocionales, las que nos dicen por qué el personaje es de ese modo..., las que se muestran al principio. Yi es una adolescente testaruda distanciada de su familia; las cartas emocionales exponen por qué es así. Hay que analizar esos aspectos, o se pierde el hilo conductor. La trama es el hilo conductor, pero el viaje emocional también. Si desvelas todo demasiado pronto, no tienes adónde ir. Nosotros vamos desvelando fragmentos de la historia de Yi a lo largo de toda la película. Si te enteras de que un desconocido está pasando una mala racha, lo sientes por él. Pero si se trata de alguien a quien de verdad conoces, empatizas y lo sientes más. Por eso es importante guardar hallazgos emocionales para otros momentos de la película, cuando ya conocemos a los personajes. Esas grandes revelaciones nos permiten preocuparnos por ellos y sentir empatía».
  También era importante para Culton que el público no viese el monte Everest, el hogar de nuestro yeti, hasta que llegase acompañado de Yi y los demás. Así, vivimos esa experiencia por primera vez al mismo tiempo que la protagonista. «Hay que ganarse el asombro al final de la película», dice Culton. «El espectador quiere embarcarse con ellos en ese viaje al Himalaya. Cuando por fin llegamos, se abre el plano y vemos la belleza del lugar, queríamos que el público se quedase sin palabras y sintiese que estaban deseando vivir ese momento, como Yi y sus amigos».

TRÍO DE REINAS...
  Para hacer realidad el proyecto de ABOMINABLE, Culton dio con dos grandes profesionales que supieron compartir su visión: Suzanne Buirgy, la ya veterana jefa de producción de DreamWorks Animation, y Peilin Chou, directora creativa de Pearl Studio y clara inspiración para el personaje de Yi. Haciendo historia como el primer trío de mujeres cineastas en llevar una película de animación de un estudio importante a la gran pantalla, las colaboradoras no quisieron tomarse a la ligera semejante logro.
  Buirgy comenzó su carrera profesional como intérprete en el teatro, además de componer canciones desde los 10 años, y vivió su primera gira con Pirates of Penzance gracias al Festival de Shakespeare de Nueva York. Tocando en grupos para ganarse la vida, Buirgy consiguió su primer trabajo en la industria del cine como ayudante en la empresa de efectos visuales Digital Domain, en la que ascendió gracias a la ayuda de su mentora, la ya fallecida Nancy Bernstein (El origen de los guardianes), antigua jefa de producción de DreamWorks Animation.
  Cuando Bernstein dejó Digital Domain por DreamWorks, en 2015, la jefa de producción llamó a Buirgy para que trabajase con ella en el campos de Glendale, California. Dispuesta a decir adiós a su vida de gira como música, Buirgy quería fundar una familia con su esposa en Los Ángeles. «Recuerdo sentir claramente la energía creativa del campus de DreamWorks», apunta. «Pensé: “Todo lo que ponga sobre la mesa aquí puede acabar siendo un elemento de juego”».
  Buirgy se unió a la entonces ejecutiva de producción Jill Hopper (ahora jefa de producciones globales de DreamWorks) hace más de 14 años en ese campus. En ese momento, según Buirgy, estaba «a cargo de cuidar y alimentar a los artistas; adónde iban, asignarlos a las películas adecuadas, escuchar lo que tuviesen que decir y lo que querían... De todo aquello, aprendí muchísimo sobre el proceso de trabajo de la animación».
  Con los años, estas experiencias hicieron ascender a Buirgy hasta convertirse en productora de la película del director Tim Johnson Home: Hogar dulce hogar para DreamWorks Animation, lo que. a su vez, llevó a este a pedirle que ejerciera de productora ejecutiva en ABOMINABLE. «Mi carrera ha ido construyéndose de un modo muy particular, pero que funciona bien en DreamWorks», dice. Del mismo modo, Buirgy y Culton comparten otro mentor. «Bill Damaschke tenía un papel creativo, por aquel entonces; cuando veía que nos acomodábamos a algo, nos cambiaba a otra cosa. Así mantenía fresca nuestra creatividad».
  Esa política de constante cambio permitió a Buirgy estudiar todas las facetas del proceso de animación. «Trabajé en la preproducción de Cómo entrenar a tu dragón como productora asociada, facilitando la planificación y todo lo relacionado con presupuestos», dice. De ahí pasé a Kung Fu Panda 2 como coproductora. Fue una gran experiencia de entrenamiento para saber cómo manejar presupuestos y planificaciones en este mundo creativo. Ejercí de productora en Home: Hogar dulce hogar, donde tuve participación en el plano creativo, así como en el musical, con Rihanna y Jennifer Lopez. Eso me preparó para el papel de productora creativa en esta película».
  Hablando de su experiencia produciendo a Culton, Buirgy dice: «Siempre he sentido que mi trabajo era guiar y ejecutar la visión de los cineastas. En este caso, quería hacer que ABOMINABLE fuese lo mejor posible. Me he asegurado de que Jill se mantuviese fiel a su visión, pero forzando un poco los límites para que asumiese cierta información como propia. Dice mucho de Jill que hayamos podido plasmar su potente visión en pantalla, y que sea una película tan bonita».
  Buirgy también valora positivamente que la directora siempre haya sido resuelta, sin perderse en detalles rebuscados. «Jill se ha mostrado absolutamente dedicada a cambiar a lo largo del proceso. En animación, no se empieza con un guion, sino con una idea. En su caso, tenía una idea para la película, y han pasado muchas cosas que se han ido agregando al trabajo a lo largo de los años. Me alegro mucho de que haya podido volver y completar su visión».
  Ese afán de protección que Buirgy ha mostrado por el proyecto es algo muy valorado por su creadora. «Suzanne ha sabido guiar todos los cambios de la película, especialmente con la incorporación de nuevas voces», explica Culton. «Aprecio mucho su capacidad de proteger la esencia de esta película. Verdaderamente le encantó desde el principio, y eso es algo que se nota. Para los cineastas, es importante que tus socios productores no solo estén de acuerdo con el proyecto, sino que realmente les apasione y lo entiendan, para que quieran protegerlo a toda costa. Eso es insuperable».
  Con la evolución de Oriental DreamWorks, que comenzó como una asociación conjunta de DreamWorks Animation y China, y que en los últimos años se ha separado de su compañía matriz para convertirse en una productora multimedia independiente llamada Pearl Studio, ABOMINABLE pasó de ser una propiedad auxiliar a una coproducción entre las dos firmas. Buirgy admira que Pearl cuente con «una forma tan única de ver las cosas» y que «haya podido aportar tanta perspectiva de China, ofreciendo un apoyo único e indispensable de colaboración creativa al ADN de la trama de ABOMINABLE, que se desarrolla en parte en uno de los países más grandes del mundo y lo muestra de un modo artístico».
  A su vez, la exejecutiva de Disney, Nickelodeon y Oriental DreamWorks Peilin Chou, que ahora ejerce de directora creativa de Pearl Studio, fue fundamental para el regreso de Culton en 2017 al proyecto. «Peilin ha sido una socia maravillosa para nosotras», dice Buirgy. «No solo nos ha mantenido en la buena senda, sino que ha trabajado con el equipo artístico de Pearl para conferir autenticidad a la película».
  La misión de Pearl Studio es hacer películas familiares globales con un gran atractivo en China, y Chou (clave en la completa adaptación de Kung Fu Panda al mandarín) tenía claro que ABOMINABLE era un proyecto perfecto para esa misión. Le encantaba que la aventura estuviera ambientada en la China moderna y representase a los adolescentes chinos actuales. «Una gran historia es una gran historia, independientemente de dónde vivas, y esta película tiene un maravilloso atractivo universal, y puede funcionar en cualquier lugar del mundo», dice Chou. «Todo el mundo puede sentirse identificado con la búsqueda del hogar y la importancia de la familia, y creo que estos temas serán de especial relevancia para el público chino. Nunca hemos visto un estreno de animación importante como este. Además, creemos que esta película animará a contar historias más multiculturales».
  Chou siente un gran respeto por la habilidad de Culton para acallar el ruido de todo lo superficial y centrarse de manera efectiva en lo que ella quiere contar. «Es una dinámica muy poco habitual y no es nada corriente que un director sea capaz de escuchar todo lo que la gente quiere aportar, pero sea capaz de mantener la serenidad mental suficiente para acabar haciendo algo aún mejor que todas esas conversaciones», nos cuenta Chou. «Su capacidad de apertura y colaboración es única, y la película de ha beneficiado de ello enormemente. También ha sido maravilloso ser testigo de su asociación con Suzanne y de ese diálogo que han mantenido tan sencillo y abierto; existe un enorme respeto mutuo».
Chou opina también que esta película es, en muchos sentidos, el destino de Culton. «Jill gozaba de una posición única para contar esta historia tan personal para ella, y siempre ha creído que estaba predestinada a dirigir este proyecto», dice. «Ha invertido una enorme intensidad, e, incluso en los cambios de liderazgo, y durante el lapso en el que dejó el proyecto en reposo para dedicarse a otras películas, seguía teniendo muy presente ABOMINABLE. Nunca lo abandonamos, y ella tampoco a nosotras. Es una persona que emana misticismo. Sabía en lo más hondo de su ser que acabaría llevando esta película a la gran pantalla. ¡Y no se equivocaba! Jill nunca se rindió, y al final su sueño se ha hecho realidad. Es como Everest; nos ha mostrado a todos el camino a casa».
  También hay que decir que nadie del equipo de producción de ABOMINABLE se siente más cercano al arco de la heroína que Chou, que confiesa que si hubiera visto a un personaje como Yi en el cine cuando era pequeña, le habría marcado muchísimo. «Hubiera significado mucho para mí», dice Chou. «Echando la vista atrás, ahora me doy cuenta de que mucha gente ha experimentado esa sensación de aislamiento mientras crecía. Pero, pese a todo, todos ahora estamos conectados por esa experiencia que, entonces, nos parecía que solo vivíamos nosotros. Cuando te sientes un poco ajena a todo durante la infancia o adolescencia, es como si tuvieras que cambiar algo de ti para encajar. Mi hermana y yo nos decolorábamos el pelo; intentábamos esconder todo lo que nos definía como asiáticas. A mí me daba vergüenza llevar al colegio las comidas que me preparaba mi madre. Intentas esconder quién eres porque crees que tus rasgos característicos son inaceptables y que hay que ocultarlos, porque la sociedad en general nunca los validará. Si hubiese visto una película con una heroína como Yi, habría pensado: “¡Qué pasada! ¡Es como yo! ¡Me encanta!”. Me parece maravilloso que exista ese personaje. Con 10 años, me hubiera hecho verme de un modo muy distinto».
  Las fuerzas creativas más recientes de ABOMINABLE han sido MARGIE COHN, presidenta de DreamWorks Animation, que ascendió al cargo a principios de año, tras años de hacer crecer el emporio televisivo del estudio, y KRISTIN LOWE, recientemente nombrada directora creativa del estudio, que llega procedente de Universal, donde ejercía de vicepresidenta. «Margie tiene muchísima experiencia tanto en televisión como en cine», nos cuenta Culton. «Tiene una visión única del trabajo que realizamos. Y Kristin es una fan acérrima de lo que hacemos. Hace tiempo que tengo la certeza de que su calmada seguridad y su capacidad de saber mirar con perspectiva han hecho que nuestra película sea mejor. Meterse en el rol que le correspondía fue de lo más natural para ella; ha sido una verdadera socia durante todo el proceso».
  Para Cohn, trabajar con Culton y su equipo ha resultado ser todo un plus de su nuevo cargo. «Ha sido muy emocionante descubrir este equipo liderado por mujeres formidables trabajando en una visión tan novedosa», dice Cohn. «ABOMINABLE es una película muy personal para Jill y el equipo técnico que ha reunido. Los chavales protagonistas, con sus relaciones y acciones, adquieren una dimensión muy auténtica, y eso hace que la película llegue al corazón. Además de contar con una fabulosa animación de la mano de artistas de gran talento de DreamWorks, se trata de una película ambiciosa, visualmente impactante y emotiva».

COMPAÑEROS DE FATIGAS...
  Como copiloto de Culton en esta aventura encontramos al codirector de ABOMINABLE, Todd Wilderman, a quien esta conocía desde hace más de dos décadas. «Durante muchos años, nos hemos ido cruzando alternativamente en distintos estudios», nos cuenta Culton. «Todd era responsable de animación cuando dirigí Colegas en el bosque, y también colaboramos en una pequeña película titulada Los gatos no bailan. No solo somos muy buenos amigos, sino que también hemos mantenido muchas conversaciones sobre su ambición de dar con la oportunidad adecuada para dirigir. Para Todd, poder codirigir conmigo en esta película es fantástico. Visualizo todo este camino recorrido hasta hoy como si hubiera comenzado en el Instituto de las Artes de California, donde también estudiaba él, un par de cursos por debajo de mí. Es muy emocionante poder trabajar en equipo en algo así».
  Wilderman se involucró en todas las áreas, desde las sesiones de tormenta de ideas para la gran historia, hasta los detalles más pequeños. «Hemos hecho esta película codo con codo, como camaradas inseparables», asegura Culton. «La idea original fue mía y la plasmé en el guion, pero Todd ha sido la persona con la que, durante todo el proceso, he ido intercambiando ideas, con quien se me han ocurrido golpes de humor en mitad de la noche, cuando estábamos agotados y con la risa floja. Todd es un animador y un artista de storyboards fabuloso, y se ha ocupado de proyectos que no habríamos podido afrontar con otras personas. Hemos hecho juntos pruebas de animación y ejercido de sistema de comprobación y balance para pillar lo que a otros se les hubiera podido pasar por alto».
  Wilderman, que trabajó durante casi 15 años en Sony Animation y se unió a DreamWorks Animation en 2011, disfrutó mucho de trabajar en equipo con Culton. «Jill y yo formamos un equipo estupendo y nos desafiamos de muchas formas distintas para resolver problemas», dice. «Es maravilloso contar con una segunda persona con la que contrastarlo todo constantemente. La carga de trabajo ha sido enorme, y hemos tenido que tomar decisiones sin mucho tiempo. No apostábamos por el “divide y vencerás”; nosotros lo afrontábamos todo juntos».
  Buirgy sabe reconocer la serena fuerza de la colaboración Culton-Wilderman. «Los dos tienen un talento alucinante», asegura la productora. «Todd es un artista brillante, y un ser humano excepcionalmente estable. Está muy presente y fue capaz de convertirse en un socio inestimable para Jill, ayudándola continuamente a visualizar lo que ella tratara de hacer. Jill tenía muy clara la historia que quería contar, y no se desvió de eso ni un ápice. Eso es todo un don cuando hay ruido de por medio. Lo bonito de Jill es que fue capaz de interiorizar todo lo que se le aportaba desde fuera y transformarlo en propio..., haciendo que encajase en la visión que tenía en mente. Siento un gran respeto por ambos».
  Del mismo modo, el productor ejecutivo Tim Johnson demostró ser un socio valiosísimo a medida que la producción fue avanzando con los años. «Tim y yo trabajamos juntos en Home: Hogar dulce hogar junto con Todd, y ha formado parte de esta película durante un tiempo», dice Buirgy. «Creo que ha habido diferentes personas que han ejercido de ángeles de la guarda de ABOMINABLE en distintas etapas. Tim aportó otros personajes que enriquecieron enormemente la narrativa, y ha supuesto una aportación increíble al proyecto. Es un narrador asombrosamente exacto, y quisimos contar con él para añadir personajes clave con Todd y expandir la faceta mágica. Los personajes fueron evolucionando, pero, en última instancia, la historia era la de Jill. Cuando regresó al proyecto, integró esos personajes en su narrativa. Eso hizo que la historia cobrara magnitud y ganase enteros. Es una directora que ha demostrado tener multitud de recursos para transformar su pasión y su visión en esta película».
  Johnson se sintió inspirado por el cruce de culturas presente en la narrativa de ABOMINABLE. «La película es una interesante combinación de narrativa occidental y asiática», explica Johnson. «Creamos una historia sobre un yeti mágico con un grupo de chavales que viven una aventura, y queríamos asegurarnos de que el público quisiera vivirla junto a los personajes. La película ofrece el atractivo de una cultura ancestral, prehumana... y la idea de que la especie de Everest cuenta con una inteligencia primitiva distinta a la nuestra. Nos atraía la idea de que los yetis mantuvieran una conexión más cercana con la naturaleza, que tuviesen una esencia chamánica mágica y que Everest conociese bien su corazón y el de los demás».
  Para Johnson, ABOMINABLE también explora la sabiduría de aquellos animales que hacen compañía a los humanos, un aspecto que el equipo quería magnificar y amplificar. No cabe duda de que la película destaca en esta clase de imaginario y narrativa, y eso es lo que le otorga un lugar en el canon del estudio. «DreamWorks es un estudio que innova con sus creaciones», afirma Johnson. «Madagascar es visualmente distinta a Antz (Hormigaz), que, a su vez, es diferente a Cómo entrenar a tu dragón. Visualmente, ABOMINABLE encaja a la perfección en la clasificación de película de DreamWorks que genera su propio mundo, estéticamente hablando, y que posee una irresistible lógica mágica».

DISEÑO Y EVOLUCIÓN DE LOS PERSONAJES...
  A la hora de diseñar y crear un personaje, Culton se toma su oficio con total seriedad. Esta pasión y ética del trabajo tienen su origen en su primera producción, Toy Story, en la que trabajó cuando era una veinteañera. «Unos cuantos alumnos del Instituto de las Artes de California nos mudamos al norte del estado», relata Culton. «Aquella fue la primera película animada hecha por ordenador, y Pixar quería 12 animadores para empezar el mismo día; yo fui una de ellos. Tuvimos que aprender UNIX, y al llegar cada día descubríamos que el software no funcionaba o había evolucionado. Esa realidad diaria fue durísima, y ninguno de nosotros sabíamos por aquel entonces que las imágenes generadas por ordenador eran el futuro».
  La pasión de la cineasta por las narraciones originales llevó a la creación de Jessie, de Toy Story 2, uno de los personajes más queridos por ese estudio. Todo el trabajo duro mereció la pena, no solo en el ámbito creativo, también en el humano. «Nunca olvidaré que, tras el estreno de la película, llegaron cartas al estudio que poníamos en las paredes», continúa. «Decían: “Mi hijo superó un cáncer porque se creía que era Buzz Lightyear y que podía ir hasta el infinito y más allá”. Fue entonces cuando me di cuenta del poder del cine. Entregamos nuestras vidas a hacer estas películas, y supe que no quería estar nunca en una que fuera solo un mero espectáculo. Tienen que significar algo».
  Esta disciplina y afecto por el arte de la animación no les pasó desapercibido a los actores del film. «Me he dado cuenta de que los grandes animadores son unos extraordinarios observadores del comportamiento», afirma Sarah Paulson. «Un gesto, una mirada o la forma de andar pueden animarse y transformarse en algo que el público reconoce como chocantemente humano. Le pregunté a uno de los animadores si miraba a la gente todo el tiempo. No solo a los personajes que anima, sino a la gente en general, para captar un sentido del movimiento y cómo los pequeños gestos comunican una historia. Los animadores deben ser observadores maravillosos, cosa que no es muy diferente de una gran interpretación, cuando la hace alguien que observa la conducta humana y la refleja. Cuando se hace de forma efectiva, nos emocionamos por un detalle que un familiar, un amigo o nosotros mismos podríamos hacer».

Yi: Durante la producción, Yi pasó de ser una niña más pequeña a una más mayor. Aunque gran parte de su carácter ha permanecido intacto, para los cineastas ha sido como verla crecer hasta convertirse en una joven de 16 años. Una de las razones fue que, para que pudiera hacer algunos trabajos y ganar dinero por sí misma en una gran ciudad china, necesitaba tener esa edad.
Al comienzo del proceso, el equipo envió los diseños a Pearl Studio en busca de valoraciones para que Yi pareciera una auténtica adolescente independiente en la China actual. «Para mí, ABOMINABLE está situada en otro nivel porque, obviamente, trata de una chica china y transcurre en China, pero no solo por eso», afirma Chou. «Es una aventura sorprendente y una historia maravillosa sobre ella y un Yeti. Resulta que Yi es china y que viajan a través de ese país. Es, simplemente, un relato orgánico y genial».
Hacer que Yi fuera local y universal al mismo tiempo fue clave. «Estos personajes resultan muy auténticos en cuanto a su nacionalidad, pero también son arquetípicos, así que cualquier chaval se puede identificar con ellos», dice Culton. «Esa es una línea muy fina que trazar cuando estás diseñando personajes. Queríamos ambas características. Incluso para el peinado de Yi contamos con dibujantes que habían estudiado en China, y les pedimos que dieran con peinados chulos para ella. Dieron con la media melena, que fue un hallazgo inesperado».
Para Culton era importante que la ropa de su heroína fuera divertida y alegre, no algo típico de chica. Con todo, los accesorios fueron lo más difícil de abordar. «Para que Yi pudiera llevarse el violín de viaje, la mochila cobró mucha importancia», observa Culton. «En una producción creada por ordenador, es un reto que tu personaje principal tenga que llevar algo así todo el tiempo, sacando el violín de la mochila y poniéndosela y quitándosela». Resulta que la necesidad creativa es la madre de la inventiva. «Nos preguntamos: “¿Y si pudieras ponerte la mochila en la cabeza y convertirla en la cara de Everest?”. Peng se la pone en la cabeza y así juegan a los monstruos juntos. Tiene unos botones a modo de ojos y nariz, y una careta que es como la de Everest».

Everest: Con su denso y ondulante pelaje blanco, Everest fue, sin duda, el personaje más difícil de crear. «Lo normal habría sido que este Yeti pudiera hablar, quizá cantar y ser antropomorfo, para que pudiéramos identificarnos con él», comenta Culton. «Pero yo no quería nada de todo eso. Queríamos que Everest caminara sobre cuatro patas, y sobre dos cuando lo necesitara».
Que esta mítica y mágica criatura pudiera echar a rodar como una bola cuando quisiera fue idea del diseñador de Everest NICOLAS “NICO” MARLET, que también trabajó como diseñador en Cómo entrenar a tu dragón y Kung Fu Panda, y fue diseñador jefe de Yi. Marlet se inspiró en su manada de adorables cachorros. «Nico es un buen amigo mío desde hace décadas», informa Culton. «Tiene tres perritos peludos, mezcla de shih tzu y maltés. Juro que la fuente de inspiración para Everest fue su fascinación por ellos». Lo que hizo Nico fue agigantarlos.
«Puedes reconocerlos en el pelo que cae sobre la cara de Everest», continúa Culton. «Evolucionó desde un personaje con un lado más duro y monstruoso a uno más adorable y encantador. Fue una evolución acorde con la historia, según nos dábamos cuenta de que Everest es una cría. Se convirtió en una criatura más accesible».
Los actores apreciaron la meticulosa atención puesta en él, y que el Yeti muestre una naturaleza dual en cada fotograma de la película. «Everest es una gran bola de pelo, y sé que los espectadores van a encontrarlo adorable», dice Albert Tsai. «Al principio asusta un poco, pero luego es el mejor amigo de todos, especialmente para Peng».
De largo, el aspecto más complejo del diseño de Everest, a lo largo de los siete años de desarrollo del film, fue el aspecto de su pelaje blanco tendría junto a la nieve. Con todo, el minucioso cuidado de los detalles mereció cada momento dedicado a la producción. Según explica Buirgy, «todos los elementos que confluyeron para hacer que Everest tuviera el buen aspecto que tiene —incluyendo los diseños iniciales de Nico, a nuestros modeladores, liderados por el responsable de modelado JEFF HAYES, a los creadores de movimientos, a John Hill, responsable de animación de personajes, y a los increíbles supervisores de animación— contribuyen a que el personaje funcione tan maravillosamente bien».
Como Everest es un personaje mudo, se necesitaba que hubiera muchos matices en su interpretación. «Tuvimos que asegurarnos de que todos comprendían el potencial de este personaje y lo mantuvieran vivo, aunque no tenga mucho diálogo», dice Wilderman. «Es más “¿Cómo reacciona a esta frase? o ¿Tiene curiosidad por otra cosa mientras los demás hablan?” Discutíamos mucho con los artistas sobre esto y lo explorábamos en las secuencias. Así, nos asegurábamos de que algo no era solo una escena suelta, sino que conseguíamos una experiencia que creaba un vínculo».
Aunque los gruñidos no le sentaran bien a su garganta, Joseph Izzo sonríe al reflexionar sobre la adorable bestia. «Miras los pósteres y el diseño y te dan ganas de abrazarlo», dice el actor.
Everest es el único Yeti que vemos durante la mayor parte de la película, hasta un emocionante momento cerca del final de ABOMINABLE, cuando entrevemos a los padres de Everest camuflados en el Himalaya. «Los Yetis nunca se dejan ver», afirma Culton. «Son muy buenos borrando sus huellas y desapareciendo en la nieve..., por eso la gente no sabe que existen».
Estos Yetis, por un momento, están dispuestos a mostrarse a los niños que les traen su cría de vuelta a casa. «Que estén dispuestos a mostrarse vulnerables y dejarse ver por estos niños, solo un momento, es casi el regalo que hacen como agradecimiento», continúa Culton. «Dan un paso atrás y desaparecen, como si nunca hubieran existido. Es un vistazo especial que regalamos a los espectadores y a los chicos. Sentimos que hemos llevado a Everest de vuelta a casa. Mantenemos el secreto y hacemos partícipe al público de ese secreto».

UNOS EFECTOS VISUALES ROMPEDORES...
  Mark Edwards, el supervisor de efectos visuales de ABOMINABLE, lleva trabajando para DreamWorks Animation durante más de 22 años, la mayoría de los cuales dedicados a la iluminación y los efectos. Ascendido a su puesto actual durante la producción de Kung Fu Panda 3 en 2016, Edwards formó equipo con la mayoría de los departamentos de producción de Jill Culton para contribuir a hacer realidad la visión creativa de la directora.
  Desde el modelado, la elaboración de superficies y los efectos de personajes hasta las decisiones acerca de cómo crear los paisajes —por no mencionar simulaciones como la evolución de la magia de Everest y Yi, la iluminación final o las escenas de destrucción como la avalancha en el Himalaya—, la contribución de su departamento se extiende a toda la animación. Respecto a su experiencia durante la producción, Edwards asegura: «Ha sido la película más desafiante en la que he trabajado, pero el equipo era de lo más capaz. Fue muy divertido darles una orientación creativa y dejar que hicieran su mejor trabajo».
  Igual que sus compañeros del equipo y los actores, el supervisor de efectos visuales encontró muy educativa su experiencia con Culton y su codirector Todd Wilderman. «Jill y Todd involucraron a nuestro departamento desde el comienzo, para discutir la historia y permitirnos ser parte de los arcos de los personajes, incluyendo los efectos y los diseños de las localizaciones donde Yi y sus amigos van con Everest», continúa Edwards. «Discutíamos acerca de cada escena del guion, de sus ideas para los escenarios y cómo funcionaría la magia en cada secuencia. También sobre cómo desarrollaríamos la magia de Everest a lo largo del film. Se mostraron abiertos a escuchar las mejores ideas de todo el equipo».
  Edwards y su equipo también trabajaron codo con codo con el diseñador de producción Max Boas, con quien compartieron ideas de diseño y pensaron cómo armarían los diferentes componentes de cada plano e incorporarían los elementos creados por los departamentos de iluminación y elaboración de superficies. Por último, revisaron la iluminación final y contribuyeron con sus valoraciones finales a la última etapa de la producción.
  Para llevar esta complicada labor de la teoría a la práctica, repasemos una escena que ilustra cómo el departamento de efectos visuales encaja con el resto de la producción de ABOMINABLE.
  En la secuencia del Buda de Leshan, en la que Yi descubre el amor y la pérdida, la meta de Edwards era crear un retrato embellecido pero realista de esta localización real que se halla al este de la ciudad de Leshan, en la provincia de Sichuan. Esta escena muestra cómo Everest guía a Yi para tocar el violín para su padre, sacar toda la tristeza que ha llevado dentro... y celebrar en nuevo capítulo de su vida que está dando comienzo. Para el departamento de efectos visuales, era clave confeccionar la escena a escala. El responsable de organización de planos Robert Crawford contribuyó a resolver cómo mostrar a los personajes y la magia para que estuvieran integrados en el escenario. «Estudiamos las texturas y el follaje para asegurarnos de que podíamos construirlos, y así reflejar el mundo real», explica Edwards. «Desarrollamos cómo la magia de Everest y Yi crearía el campo de flores que crecen y se abren mientras ella toca».
  En colaboración el departamento del responsable de efectos Jeff Budsberg, Edwards y su equipo probaron cómo las flores se abrían mientras la confianza de Yi crece al tocar el violín, la variedad que necesitaban y cómo la magia afectaría a cada elemento de la escena. «Gran parte de la escena está basada en las entradas de la música, que es cuando las flores se abren y lo llenan todo», dice Edwards. «Trabajamos mucho con el ritmo para asegurarnos de que Jill quedara contenta con el resultado. También trabajamos estrechamente con la supervisora de iluminación SONDRA VERLANDER y el supervisor de paisajes digitales DANNY JANEVSKI para saber en qué dirección iban sus departamentos. Es una escena difícil, ya que queríamos que, según Yi deja que sus emociones afloren y por fin llora la muerte de su padre, la escena pasara de ser oscura, sombría y triste a brillante y alegre. Esto supuso trabajar con los departamentos de iluminación, superficies y paisajes digitales para transformar todo desde una paleta inicial de azules y grises a otra soleada».

Premo y MoonRay:
  La productora Suzanne Buirgy reconoce que nada de todo esto habría sido posible sin la tecnología de animación propiedad de DreamWorks: «Este software es increíble», asegura. «Esta combinación de Premo, que es un sorprendente programa de animación, y MoonRay, que renderiza casi a tiempo real, ha dado a luz maravillosas animaciones que tienen un aspecto fantástico. Era alucinante que pudiéramos contar con luz en las animaciones, cosa que nos permitía valorar las escenas desde el principio, en lugar de tener que esperar más por la iluminación».
  El codirector Todd Wilderman quedó sorprendido por lo rápido que los programas permitían al equipo entender cómo iban a quedar las escenas. «Con Premo, el responsable de animación de personajes John Hill y su equipo avanzaron rapidísimo con la animación», cuenta Wilderman. «Hay muchos planos largos y actuaciones complejas en esta película. Antes no podías contar con todo el pelaje cuando estabas animando. Tenías un personaje liso que parecía el muñeco de Michelin. Contar con el pelaje completo de Everest que le daba exactamente el aspecto final que iba a tener en la película mientras todavía estábamos esbozando la animación y probando la interpretación... fue como un sueño. Nos permitió ver las escenas tal cual iban a ser, tomar decisiones con agilidad y dar luz verde a la animación mucho más rápidamente, sabiendo que no iba a ser un salto de fe. Lo que veíamos era lo que iba a renderizarse e iluminarse. De pronto, Everest estaba completamente hecho. Lo mismo con los chicos, tenían todo su pelo y no eran formas geométricas».

Dando vida animada a personajes clave: Everest:
  A la hora de aportar los efectos visuales para todo lo relacionado con Everest, el viaje del equipo de producción fue un reto y un descubrimiento a partes iguales. «Everest fue muy divertido de concebir, ya que representa tanto un reto técnico como artístico», afirma Edwards. «Comienza la película como una bestia y necesita dar miedo a ratos, a la vez que es un Yeti enorme, mono, tierno, peludo y mullido. Sabíamos que tenía que resultar superatrayente al público y formar un vínculo con él, pero también es técnicamente difícil de animar, incluido su pelaje, que debe sentirse y hacer sombra correctamente». Para perfeccionar esto, los artistas de Edwards trabajaron estrechamente con los equipos de I+D de la película para integrar un nuevo modelo de sombreado de pelo. Así se aseguraban que cada mechón daba la sensación correcta y que había un número ideal de reflejos moviéndose para hacer parecer a Everest, en palabras de Edwards, «bonito, liviano y esponjoso».
  Con su esponjosidad propia de un merengue intacta, mostrar la expresividad y la sorpresa de nuestro querido Yeti demostró ser todo un rompecabezas. «Como Sandy Kao, nuestra supervisora de movimientos de personajes podrá atestiguar, hubo muchos desafíos a la hora de construir una cara que, en esencia, se pudiera abrir casi a la mitad», explica Edwards. «Everest tiene una boca gigantesca, y tuvimos que mantener su mandíbula y sus sobresalientes dientes al tiempo que veíamos los labios y no perdíamos volumen en la cara. Todo, sin que dejara de resultar mono y atractivo. Era un problema difícil de resolver».
  Ya que gran parte de la animación de Everest depende del espacio negativo que lo rodea, el equipo de efectos visuales tuvo que echar mano de todos los trucos de composición para asegurarse que otros personajes destacaran lo más claramente posible.
  El equipo colaboró con el director de arte Paul Duncan y trabajó mucho con los matices del pelaje blanco en contraste con las nubes o la nieve; eso permitió que la producción tuviera una paleta visual que permitiera ver a Everest junto a una miríada de elementos blancos en cada escena. Para conseguir esto, los artistas del equipo de Culton trataron muchísimo la luz y las sombras, introduciendo huecos en las nubes o rocas en la nieve, para asegurarse de que Everest contrastara o se mezclara a la perfección.
  «Paul solía decir que crear a Everest era como dibujar un oso polar en una tormenta de nieve», recuerda Wilderman. «Su equipo encontró maneras elegantes, especialmente cuando llegamos al Himalaya, de usar las sombras. Por ejemplo, con Everest contra un lado de la montaña en sombra —con el personaje recibiendo la luz—, ellos usaban el contraste luz-oscuridad para destacar a Everest cuando lo necesitábamos. En otras ocasiones, queríamos que se mimetizara, para ocultarse a plena vista. Mostramos cómo los elementos son la razón de que nadie haya encontrado a un Yeti... Quizá estas criaturas estén ahí fuera realmente, después de todo. Nunca los hemos visto gracias a su camuflaje y su magia, que afecta a la naturaleza».
  Aunque fue complejo animar a Everest junto a otros personajes —ya estuvieran en la nieve o en un lugar más cálido—, aún más complejo resultó dar vida al Yeti cuando estaba solo en la pantalla. En una escena clave en la que Everest está rodeado por una nevisca y un fuerte viento, el diseñador de producción usó como referencia una paleta colorida, ligera y aérea, de tonos más pastel. «Además de por su valor estructural, usamos el color para resaltar a Everest en la pantalla», explica Edwards. «Por ejemplo, usábamos naranja sobre morado o rosa sobre azul. Esos momentos eran más complicados que cuando está con los chicos. En las escenas con ellos, es a él a quien tenemos que rebajar un poco el tono para asegurarnos de que los chicos sean el centro de atención».

Yi:
  Para el supervisor de efectos visuales, uno de los personajes destacados era la propia heroína de la película. «Yi salió excepcionalmente bien», asegura Edwards, «y es sorprendente lo que la animación ha conseguido con las sutilezas de sus expresiones». Como les pasó a otros responsables de departamento, Edwards comprobó que los movimientos más laboriosos de perfeccionar eran los de Yi tocando su violín. «El control del violín y las hermosas interpretaciones fueron una de las cosas más difíciles de conseguir», reconoce. «Recuerdo cuando, para tenerlo como referencia, trajeron a un violinista para que tocara la canción de Yi, y todo el mundo quedó emocionado. Uno de los supervisores de animación, Ludo [LUDOVIC BOUANCHEAU], empezó a tomar clases de violín y adoptó el estilo correcto para asegurarse de que el personaje era acertado».
  Como ABOMINABLE tiene bastantes primeros planos, el responsable de animación de personajes John Hill y sus supervisores de animación recibieron la tarea de hacer que los personajes de la película resultaran especialmente atractivos. «Dedicamos semanas y semanas al cabello y la silueta de Yi, encontrando su carácter desde un punto de vista gráfico, de forma que pudiéramos mantenerlo siempre», explica Edwards. «Incluso el color y el patrón de su camiseta evolucionó. Queríamos tomarnos en serio y ser fieles a los aspectos culturales chinos. El rojo simboliza a los héroes, y con el tiempo terminamos poniéndole una camiseta de ese color, ya que ella es nuestra heroína».
  Edwards suscribe las palabras de Culton acerca de las dificultades que supuso la mochila de Yi. Aunque era obligatorio que ella llevara su violín, añadir a tu protagonista un elemento omnipresente que se mueve, se balancea y pesa puede obstaculizar la producción. «Desde el principio, Jill dibujó bocetos de la mochila que permitían a Peng llevarla en su cabeza y parecerse a Everest», explica Edwards. «Tomamos ese boceto y nos aseguramos de que funcionara de esa forma. La diseñamos en torno a ese concepto, pese a que conllevaba numerosas dificultades».
  El supervisor de efectos visuales no puede hablar sobre Yi sin recordar el momento que más orgullo le hizo sentir durante los años de producción. «Fue cuando Yi está en el puente y encuentra la resiliencia para escalar y agarrar su violín», confiesa Edwards. Canalizamos su magia, mezclada con la de Everest, para recuperarlo. Visualmente fue muy exigente, pero creo que los efectos, los paisajes digitales y la iluminación funcionaron formidablemente».

La madre de Yi y Nai Nai:
  Con tres generaciones de una familia viviendo bajo el mismo techo, fue una ardua labor para el departamento de efectos visuales decidir los movimientos, expresiones y particularidades de Yi, la madre de Yi y Nai Nai mientras interactuaban. «Creativamente, con la madre de Yi queríamos asegurarnos de que se ajustaba en cuanto a la edad», analiza Edwards. “Hicimos mucho trabajo de modelado, de superficie y de animación para conseguirlo. Por ejemplo, no queríamos añadirle patas de gallo, pero sí queríamos ponerle años para transmitir que es una figura paterna».
  En cuanto a la llamativa y sabia abuela de Yi, el equipo creativo descubrió que Nai Nai era más interesante de animar si hacían que tuviera una figura robusta y vistiera un chándal. Mientras se aseguraban de que el rango de movimientos y simulaciones que querían para ella funcionaban —y para aquellos a quienes amorosamente alimenta con empanadillas chinas—, el equipo de Edwards quedó complacido al comprobar que su ropa y piel reaccionaban apropiadamente a esos ajustes. Como ocurre con todo en ABOMINABLE, la sensibilidad cultural era prioritaria. «Todo pasaba por Peilin Chou y Pearl para asegurarnos de que estábamos siendo fieles culturalmente», afirma Edwards. «Al principio, Nico Marlet diseñó a Nai Nai con un moño y pelo cano. Al ver esto, nos comentaron que ese no era necesariamente el aspecto que tienen las abuelas en China. A muchas les gusta teñirse el pelo de negro, así que cambiamos a Nai Nai para asegurarnos de que pareciera moderna y apropiada».

Peng y Jin:

  Otro personaje dificilísimo de animar fue Peng. Con un pelo pincho indomable, Peng se pasa la película armando jaleo con Everest, su mejor amigo. ¡Maravilloso para el público, pero complejo para el departamento de efectos visuales! «Peng fue especialmente complejo por su peinado», reconoce Edwards. «Nico le había hecho un peinado muy gráfico, casi de manga, pero trasladar eso a 3D y asegurarnos de que se movía razonablemente exigió varios cambios. Estudiamos mucho dónde rebajaríamos el tono de sus reflejos y cuánto brillaría cuando se mueve, para asegurarnos de que manteníamos la calidad gráfica. Fue un poco complejo».
  Quizá más que ningún otro personaje, Jin atraviesa un arco dramático que le sitúa, en términos de madurez, a 180 grados de donde comienza al principio de la aventura. «Jin supuso un reto por su transformación general», observa Edwards. «Comienza el film repeinado y con un chaleco, muy limpio y formal. Pero, cerca del final, está completamente diferente, lo cual es un reflejo físico de su cambio interno. No perder la pista de estas modificaciones y gestionar cuando se mancha los zapatos, pierde el chaleco, cambia el peinado... Todo eso fue retador pero divertido».

Dra. Zara y Burnish:
  Jin y Peng no fueron los únicos personajes de ABOMINABLE que forcejearon con su pelo. En el caso de la brillante zoóloga Dra. Zara, el largo camino hasta el Himalaya también le pasa factura a su recogido. «El mayor reto con la Dra. Zara fue su cabello», explica Edwards. «Ella cambia su aspecto a lo largo de la película, así que tuvimos que desarrollar dos estilos diferentes y unirlos a lo largo de una transición que resultara razonable». Afortunadamente para el equipo de efectos visuales, el equipo de efectos de personajes, liderado por Damon Riesberg, realizó esos planos de transición aparentemente sencillos e hizo que funcionaran a la perfección. «No era fácil hacer que la coleta de Zara se moviera de forma realista —manteniendo, además, el aspecto que Nico quería— y asegurarse de que, cuando la coleta caía, lo hiciera con naturalidad».
  Mientras Zara tiene una buena melena rizada, el pelo de su jefe se limita a la nuca y sus enormes y espesas cejas. «El diseño de Nico para Burnish era interesante y nos encantaba porque estaba muy estilizado, pero debíamos asegurarnos de que encajaba en nuestro mundo», indica Edwards. «Tuvimos que cuidar mucho la escala para cerciorarnos de que su cabeza no era demasiado grande o de que no era demasiado bajito, de forma que casara bien con otros personajes. Él también evoluciona a lo largo de ABOMINABLE. Cambiamos algunos de sus accesorios, como su piolet: lo que significa, de dónde proviene y cómo lo usa. Todos estos detalles de la historia influyen en su carácter, en cómo se mueve e interactúa».

Engrandeciendo los paisajes. Una carrera por la ciudad:
  El equipo de Culton pasó algunos de los meses de producción más complicados creando los movimientos del salvaje periplo de Everest a través de la gigantesca urbe china donde vive Yi. Para inspirarse, el grupo de animadores (sempiternos aprendices) hicieron lo que los estudiantes llevan haciendo siglos: ir de excursión. «Al principio del proceso de iluminación, fuimos al Museo de Arte de Neón en Glendale (California), para estudiar cómo los carteles interactuaban con muestras de pelo blanco», cuenta Edwards. «Nos dejamos inspirar por la paleta de colores saturados y por cómo esos grandes carteles de neón se relacionaban con el paisaje de esta gigantesca ciudad».
  Mientras construían y trataban de reproducir una gran metrópoli, con todas sus fuentes de luz y diferentes lugares, los miembros del equipo del supervisor de efectos visuales pensaron de forma estratégica acerca de lo que debían construir. «Investigamos mucho los tipos de estructuras y carteles que aportarían credibilidad», continúa Edwards. «Es mérito de nuestro responsable de modelado Jeff Hayes y de los equipos de composición de planos y preparación de sets —con DAVE VALERA al mando y RHIANNON WILLIAMS en la ejecución—; ellos crearon la ciudad».
  Una vez que Culton y Edwards mostraron a Rhiannon el camino que Yi y Everest iban a realizar, y los puntos importantes que Yi y sus amigos se encontrarían a su paso, Rhiannon rellenó lo que faltaba. «Hizo un trabajo fenomenal llenando los sets de detalles y elementos que ambientaban a la perfección», afirma Edwards. «Desde las carretas de manzanas y las motos hasta los aires acondicionados y las tuberías. Además, el equipo de superficies, liderado por LISA SLATES CONNORS, añadió una nueva capa con todos los letreros». A lo largo de la producción, el equipo buscó el apoyo de Pearl Studio para encontrar la autenticidad. «Los artistas de Pearl crearon una serie de carteles publicitarios auténticos», cuenta Edwards. «Nosotros los repartimos por la ciudad. Entonces, el equipo de iluminación, supervisado por nuestro responsable de iluminación Michael Necci, llevó todo al siguiente nivel. Así, contamos con un diseño de paisaje con unas paletas de color tremendas».

Olas de colza:
  Indiscutiblemente, una de las secuencias más espectaculares de ABOMINABLE es cuando la magia de Everest permite a Yi, Jin, Peng y el joven Yeti surfear una ola de hermosas flores de colza y escapar de sus malintencionados perseguidores. Los animadores quedaron tan sorprendidos del resultado como los personajes al navegar esos rápidos formados de flores. «Cuando comenzamos, no teníamos ni idea de cómo resultaría», reconoce Edwards. «Incluso ante el concepto de “surfear una ola de colza”, nos preguntamos: “¿Qué aspecto tiene una ola de colza?”. Por suerte, nuestro responsable de efectos [Jeff Budsberg] hizo una prueba temprana en la que tomó una simulación de agua y le puso flores y vegetación encima. Esa simulación nos mostró qué detalles y movimientos funcionarían y cuáles no».
  Para esta escena, los animadores tomaron prestadas muchas de las propiedades del agua, como hicieron de la nevada durante las escenas en el Himalaya. «Uno de nuestros responsables de efectos especiales, MICHAEL LOSURE, comenzó a adaptar todo nuestro código de agua en código de flor de colza», explica Edwards. «Esto dio lugar a un chorro de pétalos y polen como si fuera uno de agua, con un cierto peso y que mostraba el verde que había debajo. Podíamos ver a nuestros protagonistas, pero también sentir el peso del agua, así como una espuma de pétalos de flor, cuando aparece la gran ola. Para cuando los cuatro protagonistas bajan por la gigantesca ola, incluso buscamos referencias de surf para hacer que la ola fuera translúcida. Aplicamos técnicas volumétricas por todo el campo de colza para conseguir que la escena transmitiera esa bonita sensación de ola».
  Para los directores Culton y Wilderman, la fantasía creada por el equipo superó todas sus expectativas. «La magia era tan extravagante y exclusiva de la película, todo creado desde cero», dice Wilderman. «Todos los departamentos la fueron mejorando a lo largo del proceso. Cuando vimos a los personajes ya iluminados y con todos los elementos unidos, me quedé alucinado; era mejor de lo que había imaginado. Por ejemplo, ¿ver esos rompedores campos de colza en un paisaje maravilloso, con ese surreal monolito moviéndose como un tsunami? Es deslumbrante. Me siento muy humilde por haber trabajado con un equipo así de fantástico».

Un bosque de bambú:
  La inspiración para animar la emocionante escena de Yi y Jin en el bosque de bambú nació de forma inesperada. Para realizar lo que tenía pensado, Edwards revisó una de sus películas favoritas. «Estábamos diseñando el decorado en torno a un momento muy emocional», explica Edwards. «En American Beauty, me encanta cuando el director de fotografía Conrad Hall rueda una escena en la que la pantalla de ordenador muestra un reflejo como las barras de una prisión. Queríamos que ese lugar apartado pareciera casi una prisión para los dos personajes. Para conseguirlo, quitamos mucho color y lo dejamos monocromático; eso le daba a Yi espacio para hablar a Jin. Resultó ser un gran pequeño decorado, completado con capas de profundidad a ambos lados que resultaba increíblemente íntimo».

Nubes koi:
  Según nuestros héroes se acercan al Himalaya, Everest pone en marcha su magia de nuevo para elevarlos sobre la tierra a lomos de ondulantes carpas koi compuestas de nubes. Si el supervisor de efectos visuales creía que convertir campos de colza en olas era un reto, nunca hubiera imaginado las trabas asociadas a las nubes koi. «¡Sí, eran difíciles!», exclama Edwards. «Como pasa con las olas de colza, hablas de montar en estas nubes-pez, pero en realidad no sabes qué significa. Hicimos un montón de pruebas con el responsable de efectos especiales DOMIN LEE, creando prototipos para ver cómo podíamos hacer que funcionara. Queríamos asegurarnos de que la forma de pez se mantuviera razonablemente cohesionada, pero que fuera lo suficientemente efímera para que parecieran nubes. Jill y Todd especificaron claramente que si simplemente volaban en el cielo, quedaría demasiado raro, no lo suficientemente razonable».
  De la misma forma que reflexionar sobre los carteles de neón ayudó a crear la ciudad de Yi, examinar el comportamiento de los cúmulos sobre los valles dictó cómo realizar esta secuencia. «Observamos grabaciones a cámara rápida de montañas donde las nubes llenan los valles y casi forman ríos», comenta Edwards. «Decidimos poner un río de nubes en los que los personajes casi “naden” corriente arriba. Eso nos ayudó a tener una base y que no estuvieran flotando por el espacio. También permitió esta interacción de los efectos, y creo que ha terminado siendo una de las secuencias más bellas de la película».

CREANDO LA CHINA MODERNA...
  Para el equipo de producción era crucial que la película reflejara fielmente y con belleza, arte y precisión, la cultura y los paisajes chinos, tanto los relucientes edificios de la gran ciudad como la naturaleza. Este proceso estuvo dividido a partes iguales entre DreamWorks Animation en los Estados Unidos y Pearl Studio en China. El diseñador de producción Max Boas trabajó con el equipo de Pearl Studio en elementos de diseño específicos, como el dormitorio y el apartamento de Yi. Ambos equipos se esforzaron para que todo fuera lo más realista posible. Boas y su equipo en Glendale (California), buscaron las aportaciones y valoraciones del equipo de Pearl a lo largo de la producción. Esta colaboración creativa única entre Oriente y Occidente entre dos estudios ha dado lugar, a través de la animación, a una China vibrante como nunca se ha visto en la gran pantalla.
  Culton y Wilderman viajaron varias veces a China para sumergirse en su cultura. «Nuestro primer viaje duró diez días; y los pasamos fotografiando la ciudad y sus alrededores, incluidos algunos pueblos ribereños», comenta Wilderman. «En un par de ocasiones, la gente al vernos le preguntaba a nuestra guía Maxine qué pasaba, ya que éramos un grupo grande. Eran muy amables y nos invitaban a sus casas. Eso ocurrió en pisos de apartamentos en la ciudad, y también en escuelas e institutos. En un pequeño pueblo, un hombre nos invitó a entrar en su casa y nos la enseñó. Estas experiencias nos ayudaron mucho para conseguir un diseño auténtico y hacer que nuestros apartamentos y decorados fueran como los lugares en los que chicos como Yi, Peng y Jin crecen en China».
  El film está lleno de guiños y detalles de la cultura china. Por ejemplo, para una escena cerca del final de la película, el equipo de DreamWorks Animation de Glendale había creado una cena familiar con Yi y su familia. El resultado era encantador, pero el equipo de Pearl enseguida notó un inconveniente: la mesa no estaba lo suficientemente llena. «Los miembros del equipo de Pearl nos dijeron: “¡Ninguna abuela china daría tan poca comida a su familia! Necesitáis poner cuatro platos más en la mesa!”», recuerda Chou riéndose. «Luego cambiaban los platos por boles. Desde el principio hasta el final, fue un continuo diálogo en busca de la autenticidad y la exactitud por parte de todos. Hay decenas de detalles así en ABOMINABLE, pero lo que mola de ellos es que no son claves para la trama... Simplemente están ahí porque se trata de un auténtico hogar chino: desde la comida a los juegos, pasando por los andamios de bambú o las motos».

CONSTRUYENDO LOS PAISAJES URBANOS...
  En ABOMINABLE, el panorama de la ciudad está lleno de detalles típicos de una moderna metrópolis china. Hay carteles que anuncian tiendas de té, populares supermercados internacionales (con alimentos de importación), el hotel Huazhu (una de las cadenas hoteleras más grandes del país), auténticos restaurantes de especialidades e, incluso, McDonald’s. [Curiosidad: China es el tercer país del mundo con más establecimientos de McDonald’s, después de los Estados Unidos y de Japón.]
   A pesar de su modernidad, las ciudades chinas también están repletas de elementos tradicionales. Por ejemplo, para arreglar edificios viejos todavía se usan andamios de bambú. Por eso, el edificio de Yi tiene ese tipo de andamio, que ella y Everest usan para escalar. Establecimientos de medicina tradicional china —con servicios como acupuntura, terapia con ventosas y masajes— también son comunes en las grandes ciudades y pueden verse en la película.

LAS TAMBALEANTES TORRES DE TRANSPORTE...
   En una escena de ABOMINABLE en la que Yi cruza la calle de camino a su casa, puede verse un coche cargado de cajas hasta los topes. Todavía es común ver coches o bicicletas así en China. Aunque allí la gente está comprando coches a mayor ritmo que en ningún otro país del mundo, aún es muy común que las familias no tengan automóvil. En su lugar, muchos optan por motos eléctricas (como la que conducen Jin y Peng) o bicicletas, que aparcan dentro de los edificios de apartamentos, como verán los espectadores más observadores en una escena que transcurre en la escalera del edificio de Yi y Peng.

DENTRO DEL APARTAMENTO DE YI...
   En China hay un personaje que suele verse colgado de las puertas, que simboliza la buena suerte. Yi tiene uno en la puerta de su apartamento. En China, habitualmente se cuelga del revés a propósito. Esto es así porque, en chino, el dicho «la buena suerte se acerca» suena igual que «la buena suerte está boca abajo». Así que es una superstición divertida colgar el personaje de la buena suerte del revés, para que así traiga buena fortuna.
   En una escena de Yi, Jin y Peng en un pasillo, se pueden ver unos carteles rojos colgando alrededor de la puerta de uno de los apartamentos. Esto es común en China porque las palabras ofrecen esperanza y buenos deseos para el año venidero. Se suelen colgar cerca del Año Nuevo chino, pero mucha gente los deja puestos todo el año.
   La casa de Yi está llena de cosas típicas de un hogar chino. Los calendarios de pared son un elemento muy popular, y los cineastas colocaron uno en la cocina, donde seguramente fue Nai Nai quien lo puso. En la habitación de Yi también hay un calendario, uno que muestra un cerdo, ya que ABOMINABLE se estrena en el año del cerdo (2019). También aparecen un gran termo y otros accesorios para beber té, y su estilo y estética resultarán familiares a cualquier ciudadano chino.
   En China, la gente nunca lleva el calzado de la calle cuando está en casa, pero casi nunca van descalzos. Lo que hacen es llevar zapatillas de andar por casa que se ponen en cuanto entran a sus hogares. La película muestra a todos los personajes llevando estas zapatillas típicas cuando están en casa, como puede verse claramente en la última cena del film. Además, el pasillo de Yi incluye una estantería para calzado de exterior, un accesorio típico de cualquier hogar chino que se coloca junto a la puerta principal.

JUEGOS POPULARES...
  Piedra, papel o tijera es uno de los juegos favoritos de los niños tanto en China como en los Estados Unidos, así que la escena en la que Yi y Everest se entretienen con este juego en el tren resulta totalmente auténtica. Los creadores pensaron que era una ocasión divertida para integrar algo de mandarín en la película, y decidieron que Peng dijera «piedra, papel o tijera» en este idioma.
   Una curiosidad es que, en China, las palabras del juego se dicen en un orden ligeramente diferente. Así que, cuando Peng dice las palabras en  mandarín en el tren, lo que en realidad está diciendo es «tijera, piedra o papel».

COMIDA CALLEJERA Y BUENA COMIDA CASERA...
   La comida callejera siempre está presente en cualquier ciudad china. Es comida que se vende en la calle, en carritos o en tiendas minúsculas. Los clásicos favoritos incluyen tallarines fríos, kebabs de cordero, youtiao (un donut chino) y empanadillas fritas. Los cineastas están orgullosos de haber introducido en el film toda esta muestra de preciada gastronomía callejera.
   Aunque la comida callejera está deliciosa, los chinos consideran que los mejores alimentos son los que se cocinan en casa. Los bollitos chinos son como empanadillas hechas al vapor que pueden tener diferentes rellenos. En ABOMINABLE, son el plato característico de Nai Nai (¡y el favorito de Peng y Everest!), y su especialidad son los bollitos de cerdo. En la película, la vemos cocinarlos al vapor sobre un wok gigante.
   Al final de la película, Yi y su familia se sientan a la mesa para disfrutar de una cena casera china. Es un símbolo de que finalmente su familia está unida. Las cenas familiares son siempre compartidas, y cada persona tiene su propio bol (no hay platos). Usualmente hay mucha comida, y es común que haya más platos que comensales. En el sur de China, la cena se suele terminar con una sopa, como ocurre en la película.
   Desde la célebre sopa de pollo de Nai Nai (colocada en el centro de la mesa), hasta sus alitas de pollo a la Coca-Cola, su bok choy con shitake y pescado estofado, las gambas estofadas y el cerdo con brotes de ajo, la mesa es un festín para los sentidos.

EL PODER CURATIVO DE LA MÚSICA...
  Yi se expresa a través de la música; eso es lo que termina uniéndola a Everest para siempre. Ella no toca el violín para su familia, solo toca para sí misma. Yi está casi atrapada en un estado de animación suspendida; es su intento de mantener viva la memoria de su padre. Cuando Everest aparece en su vida, herido y asustado, ella le tranquiliza con el violín. Ayudándolo, lo que también hace Yi es abrirse un poco ella misma; esto, a cambio, le ayuda a curarse.
  Esa musicalidad compartida saca de ambos su espíritu rebelde. Por su parte, el sonido de Everest lleva la música de vuelta a Yi. Cuando él le da a Yi su pelo de Yeti para las cuerdas del violín, le da el conocimiento de que ella siempre poseyó el poder de curarse a sí misma. Compuesta por Rupert Gregson-Williams, que recientemente ha firmado las características melodías de Wonder Woman y Aquaman, la banda sonora de ABOMINABLE es a un tiempo hermosamente evocadora y salvajemente inspiradora.
  Para la música de la película, Culton encontró un alma gemela en su productora. «Suzanne y yo compartimos el vínculo con la música; para ambas es algo muy importante», explica la cineasta. «Encarna la emoción de la película, y marca el tono. Estoy muy orgullosa de que hayamos hecho un musical sin meter canciones, pues, básicamente, ABOMINABLE es un musical. Con todos esos componentes, Suzanne ha sido un gran recurso. Compramos la licencia para la canción Fix You, de Coldplay, que es perfecta para el tema de la película». La canción es fundamental para la escena en la que Yi descubre que su violín está roto. «Suzanne pudo traer a STARGATE, el potente equipo de producción con el que trabajó en Home: Hogar dulce hogar, para que le dieran a la canción un giro delicado».
  Buirgy explica que la música de la película es inseparable de su narrativa: «A veces, cuando estás escuchando un disco piensas: “Hoy, esta canción conecta conmigo”. Y, al día siguiente, es otra canción. Así es como me siento con ABOMINABLE. Hay tantas piezas que no puedo elegir mi favorita».
  Para la productora, una de las más destacadas es cuando Yi descubre a Everest en su tejado. «Los animadores necesitaban animar en torno a un tema», dice Buirgy. «La animación tiene que casar con exactitud con el momento en el que Yi interpreta la pieza con la que trata de tranquilizar a Everest. Puedes hacer que alguien dibuje sobre una hoja, pero perderías el alma del resultado, incluso si fueras exacto en la ejecución».
  Gregson-Williams no solo fue fundamental para llevar el tema musical de Yi al crescendo, también complementa el trabajo vocal que Joseph Izzo realizó para el tarareo de Everest, que sirve de contrapunto al tema de Yi. «Rupert es un encanto e increíblemente talentoso», afirma Buirgy. «Escribió el tema de violín y trajo a dos hermanos violinistas [CLIO GOULD y THOMAS GOULD] para que interpretaran la música con gran belleza». Por otro lado, Buirgy pone en valor el sutil uso que el compositor hace de las guitarras y los ocasionales sonidos sintéticos, así como el engañosamente humorístico saxofón para el tema de Burnish.
  Clio Gould celebra la dedicación de los cineastas de DreamWorks Animation y Pearl Studio para reflejar a la perfección los hábiles y delicados movimientos y líneas de los violinistas como ella. «Esta es una posición bastante inusual y desequilibrada en la que pasarse la vida», comenta Gould. «Siempre siento que nuestros cuerpos crecen alrededor del violín como una vid alrededor de un poste. Entiendo que los animadores estuvieran analizando como un forense cómo toca un violinista, porque si lo hicieran a la ligera, el resultado no daría esa sensación tan maravillosa. Ha sido un trabajo de absoluto amor, y todos los involucrados han estado increíblemente preocupados de que todos los pequeños detalles resultaran auténticos».
  La violinista, que ha liderado orquestas sinfónicas y de cámara, cuenta que el sonido característico de Yi está impregnado de cientos de años de historia. «Tuve suerte de poder pedir prestado un Stradivarius increíble», explica Clio Gould, «eso es lo que se escucha en la banda sonora. Es un instrumento con más de 300 años que lleva todo ese tiempo funcionando. Es un violín difícil, no algo que entregue todos sus secretos con facilidad». Gould siente empatía con su avatar en la pantalla, una esforzada compañera de la música. «Todos los violinistas pasan años y años sin conseguir el sonido que desean», asegura, «y, de repente, todo encaja y te devuelve mucho más de lo que le has dado».
  Los cineastas también ficharon a CHARLENE HUANG, que primeramente trabajó con SUNNY PARK en el departamento musical de DreamWorks Animation, para servir de referencia en escenas clave. «La secuencia más increíble de animación es cuando Yi toca el violín junto al Buda», asegura Buirgy. «Esa y la secuencia entre Yi y Jin en el bosque de bambú. El supervisor de animación Ludovic Bouancheau y el animador GUILLERMO CAREAGA crearon esa».
  El compositor reconoce que es un gran fan de sus colaboradores y que se maravilla ante la aparente facilidad con la que los músicos de ABOMINABLE tocan sus instrumentos. «Cuando Yi coge el violín, puedes ver cómo se conecta a él, pero cuando ves a esta gente coger sus violines, lo hacen como si nada», dice Gregson-Williams. «Ya están conectados a ellos, a las vibraciones, a todo. El violín es parte de sus vidas».
  Una de las secuencias favoritas de Gregson-Williams es el renacimiento de Yi en el Buda. A continuación, el compositor guía al lector a través de la escena y la fuerza de la música que contiene. «Cuando Yi y sus amigos llegan, no hay nada de color, nada vivo en la vegetación», explica Gregson-Williams. «Lo que Jill quería, según Yi toca, era que la magia y lo maravilloso de la pieza musical al violín empezase a crecer y arremolinarse. Según la vegetación cobra vida, surgen los colores. La música tenía que reflejar eso, así que Yi toca su violín suavemente. Según el tema musical se anima, empieza la magia. La música viaja a través del Himalaya y te lleva a casa».
   El entrelazado que Gregson-Williams hace entre los temas musicales de Yi y Everest es capital para el momento en que Yi se da cuenta de que Everest la ha llevado, sin que ella percatase, a todos los lugares a los que ella —y su padre— querían ir. «Yi se da cuenta de que ha realizado un viaje», observa Culton. «Pensaba que se habían perdido, pero ahora tenemos la sensación de que Everest lo ha preparado todo. Por eso a la gente se le escapan las lágrimas en ese momento. Hemos esperado y esperado, hemos conocido a esta chica. Ella se abre a Jin, le confiesa que su familia es muy distante, y que ella no sabe cómo arreglarlo. Cuando Jin le dice, “¿Quizá no son ellas las que son tan distantes?”, Yi se queda impactada al darse cuenta de que ha sido ella la causante de todo».
   Justo después de esa secuencia, nuestros héroes se percatan de que están junto al gigantesco Buda de Leshan, y Everest empuja el violín hacia ella. «Yi dice, “Ojalá mi padre pudiera ver esto”, y él empuja el violín hacia ella», relata Culton. «Básicamente, Everest le está diciendo: “Toca para él. Toca. Déjalo salir”. Y ella lo hace. El espectador ha estado esperando este momento. Ella no habría podido hacerlo al comienzo de la película, debía vivir todo ese viaje emocional para llegar a ese lugar».
  Para Michelle Wong, que creció tocando el piano y estudiando música clásica, las detalladas decisiones del compositor y los artistas fueron muy bienvenidas. «La amplia pieza clásica que Yi toca casi me hace llorar, está increíblemente bien compuesta», afirma Wong. «Es muy emocionante escuchar música clásica compuesta para una película de animación. Siento un profundo amor por ella, y uno no ve muchas películas animadas que usen este tipo de música, o cuyos protagonistas toquen este tipo de instrumento».
  Gregson-Williams no solo utilizó instrumentación, el compositor también introdujo, literalmente, bastante toque humano en la banda sonora de ABOMINABLE. Un coro, traído para la fantástica escena en la que Yi usa su violín para crear su propia magia, se ve acompañado por los arreglos de cuerda de Gregson-Williams de Fix You, de Coldplay. «Este coro es parte de la columna vertebral emocional del film», afirma el compositor. «Lo hemos usado en más momentos mágicos. Además del tarareo de Everest —que es la respuesta al tema de Yi—, había algo encantador, ambiental y gutural en la suma de estas voces humanas».

LOS PERSONAJES...
  ABOMINABLE trata de una soñadora, Yi, que cuenta como ayuda en su viaje con un escéptico (Jin) y un crío empedernido (Peng). A lo largo de su accidentado viaje hasta lograr alcanzar su objetivo, cuentan en la búsqueda con la amorosa madre de Yi y su abuelita, Nai Nai, y tienen que medirse a gente con motivaciones siniestras u ocultas (Burnish y la Dra. Zara). En último término, la narrativa y los personajes apelan a los temas de la desconexión y la reconexión.
  «Yi conoce a Jin desde que eran pequeños, pero ellos también han perdido el contacto», dice Culton. «El mundo de Jin son sus amigos y su propio aspecto, pero le preocupa Yi y acaba siguiéndola en su aventura. Su primo pequeño, Peng, también los acompaña, y él sí que vive con emoción el viaje y la diversión de encontrar en Everest un alma gemela. Todos y cada uno de ellos cambia, y Everest es también responsable de esos cambios».
Yi - Chloe Bennet:
   Durante su infancia, Culton no sentía que la cultura popular y las películas en particular reflejasen o entendiesen cómo era ella. Por eso, cuando imaginó a Yi, le pareció crucial crear un personaje con el que hubiera conectado de pequeña. «Cuando era una cría, no había más que películas de princesas, y yo era un chicazo total», afirma la cineasta. «A mi hermana le encantaba ir con vestiditos, pero yo, por ejemplo, nunca me puse maquillaje. Llevaba los vaqueros rotos. Siempre estaba trepando a los árboles, construyéndome mi casa del árbol, haciendo surf o montando en patinete. Cuando veía películas, no me sentía reflejada en ningún personaje femenino. Lo que me gusta de Yi es que tiene una voluntad de hierro y las ideas muy claras, así que no le importa mancharse. Hemos intentado revertir los roles: Jin se preocupa mucho por el aspecto de su pelo y no quiere ensuciarse nunca, y Yi es justo lo contrario. Le da exactamente igual dormir en el bosque. No es un mero giro moderno; todos conocemos a alguien así».
   «Estoy muy contenta de haber dado vida a Yi, porque habrá muchas chicas que se identifiquen con ella», prosigue Culton. «Se parece a mí en que da el salto sin pararse a pensar. Me he metido en muchos líos por ser así, pero es incluso una cualidad si consideramos su capacidad de lanzarse a la aventura..., a toda costa. También me encanta la relación que hay entre Everest y Yi. Siempre me hago la pregunta central de la historia: “¿Cómo ha ido a parar ese yeti a esa azotea?”».
  Fue un interrogante inspirado por la película favorita de Culton cuando era pequeña: E.T. el extraterrestre. «Yo me preguntaba lo mismo: “¿Qué pintaba E.T. en la cabaña de Elliot?”», dice Culton. «En este caso, la pregunta se transformó en qué le aportaba Everest a Yi. Al principio, lo vemos como una víctima en la ciudad, y está claro que ella tiene que cuidarlo. Pero, al final, es él quien cuida de ella. Sin embargo, el arco principal es que, al principio, pensamos que se trata de una criatura asustada de la que Yi se ocupa; está herido. Son como Androcles y el león; aquí, ella lo ayuda a él y forjan un vínculo. A medida que avanza la trama, nos damos cuenta de que es más que eso. El yeti tiene poderes mágicos para controlar la naturaleza, por supuesto, pero también ayuda a Yi con su propia sanación».
   Como personaje femenino, Yi supera las expectativas y borra las limitaciones. «En animación, hay montones de historias sobre princesas y chicas ultrafemeninas que parece que deben comportarse de un determinado modo, pero Yi es como es, sin ceñirse a esos modelos», explica Chou. «Hemos evolucionado desde la idea de que la protagonista anhele que llegue su príncipe, pero en este mundillo hay mucha historia en ese sentido. Yi no es así, ni tampoco una contraposición a eso. Es única, sabe quién es y está decidida a alcanzar sus metas. Tiene en mente cómo debe ser su senda, y piensa seguirla llueva o truene».
  En el casting de Yi, la elección estuvo clara para Culton, Buirgy y Chou. Chloe Bennet, conocida sobre todo por su papel de Skye/Quake en Marvel, Agentes de SHIELD, aportaba todo lo que las tres esperaban de Yi, y más. «A todas nos encantó el tono de voz de Chloe», confiesa Culton. «Pero, ante todo, es una persona dispuesta a explorar situaciones muy vulnerables. Eso es muy difícil para cualquier actor. Es una superheroína en Marvel, Agentes de SHIELD, y este papel le ha conferido una gran profundidad; la vimos totalmente dispuesta y está muy orgullosa de esta película».
  Para Bennet, el papel de Yi tuvo repercusiones inesperadas en su propia vida. «Mis agentes me llamaron para decirme que DreamWorks y Pearl estaban haciendo una nueva película, y que el personaje era una adolescente china que vive en China con su abuela», dice la actriz. «Yo también viví en China con mi abuela, de adolescente. Pensé: “Caray, ¡qué coincidencia tan curiosa!”. Cuando me presenté allí a hablar del proyecto, y supe cómo era Yi y su gran determinación, el viaje que emprende me llegó al alma. Hay un paralelismo claro con mi propia vida. Salí de la reunión diciendo: “Si no me dan el papel, es que no valgo para esto. Ese personaje SOY YO”. Casi era hasta demasiado bueno para ser verdad».
  Había más puntos de conexión entre la vida de Bennet y la de Yi. «Creo que este proceso ha sido cosa del destino», dice. «Crecí con mis hermanos en la ciudad de Chicago, y son muy similares a los otros personajes de la película. Y yo me parecía mucho a Yi, siempre ocupándome con trabajos estrafalarios como montar puestos móviles de limonada o pasear perros. Me he sentido un poco marginada porque no era la típica chica femenina y no sabía muy bien cómo interactuar fuera de mi propia gran familia. Me sentía rodeada, pero aislada a la vez, como cualquiera que se vea diferente, especialmente en el caso de los adolescentes».
  La actriz valoró positivamente que Culton supiera insuflar una carga sorprendentemente emotiva a ABOMINABLE, y espera que un personaje como Yi se convierta en toda una referencia para una generación de chicas. «Es una aventura muy divertida y alegre en cierto modo, pero ABOMINABLE tiene también como trasfondo temas tan importantes como la pérdida y el dolor, que tenemos que afrontar la gente de cualquier edad», dice Bennet. «Muchas personas, en especial los adolescentes, tienen miedo de recurrir a otros cuando las cosas se complican. Esa es mi faceta favorita de la película, y una de las que me hacen sentirme más identificada. ¡Y espero que así sea también para otras chicas!».
  Una de las escenas que más le gusto a Culton grabar con Bennet es una en la que Yi y Jin están en un bosque de bambú, justo después de que Yi se percate de que su violín, su conexión más tangible con su fallecido padre, está hecho añicos. «La primera vez que grabamos eso, el padre y la abuela de Chloe se habían pasado de visita», dice Culton. «Se traía a media familia a las sesiones de grabación, cosa que me encantaba, porque nos permitía conocerla mejor. Estaba en la cabina con ella y le dije: “Este es el momento en el que te das cuenta de que te estás distanciando de tu familia, pero hablando a la vez de lo mucho que significaba el violín que se ha roto. Nos enteramos de que tu padre tocaba para ti todas las noches una canción que te hacía sentir que todo iba a ir bien; pero ahora parece que todo se ha torcido”».
  Al principio, la directora no entendía por qué Bennet le ponía tan poco énfasis a la intervención. ¿Era por el diálogo? ¿Tendría un mal día? Pronto, Culton descubrió exactamente lo que Bennet tenía que hacer para darle un poco de vidilla a la cosa. «Chloe salió de la cabina un momento y les dijo a sus familiares que se tenían que ir. Que no podía hacer la escena con ellos delante», explica la directora. «Volvió, y no solo le imprimió a su frase toda la emoción que le faltaba, sino que hasta se le empañaron los ojos de lágrimas. De pronto, la vi sumergirse en la situación de un modo que no había sido capaz con ellos presentes; era una situación demasiado vulnerable. Le agradecí mucho que estuviera dispuesta a llegar a ese punto».
  Bennet recuerda perfectamente aquel día. «Mi padre y mi abuela habían venido a verme a Los Ángeles, y me los traje a la sesión de grabación», nos cuenta. «No sabía qué escenas tocaba hacer ese día, así que, cuando llegué, me di cuenta de que tocaba un momento muy emotivo, cuando Yi habla de cómo había sido afrontar la muerte de su padre. Y justo tenía a mi padre a la vista. Lo veía allí, con mi abuela, y me sentía incapaz. Me superaba tenerlos en la misma sala, necesitaba que se fuesen. Me impedía meterme en el papel. Al final, conseguimos llegar a ese punto en el que sentí que había dado con el tono perfecto para el momento».
  Culton hizo entonces que Bennet volviera otro día a grabar la escena de nuevo con Tenzing Norgay Trainor, que pone voz a Jin, en la sala. La directora se quedó patidifusa en esa ocasión. «Después de 20 tomas, le dije a Chloe: “Olvídate del guion. Cuéntame la historia de tu padre”», dice Culton. «Con lágrimas en las mejillas, se dejó llevar por lo que sentía, improvisó las palabras y nos regaló una actuación impresionante. ¿Las últimas tres tomas sin guion de por medio? Ese material está en la película. Nos contó lo que sentía desde lo más profundo de su corazón, dejando salir todo. Personificó a Yi de un modo orgánico. Me quedé mirándola totalmente fascinada con lo buena actriz que es. Quiero ser su madrina el resto de su carrera. Esta chica va a llegar lejos».
  Para Bennet, Yi es un paso vital para expandir la representación del pueblo asiático y, en concreto, de las chicas asiáticas, en la cultura popular. «Puede que este personaje me haya venido como un regalo por no tenerla con 10 años», dice Bennet. «Surtió el mismo efecto en mí como veinteañera en el proceso de crearla. El poder de la representación lo es todo. No te das cuenta cuando no ves a nadie con quien te sientas identificado en televisión, en el cine o en la música, pero lo cierto es que empiezas a idolatrar a gente que no comparte en absoluto tu aspecto. Se convierte en un gran efecto de bola de nieve. “Esas personas tienen éxito y su pelo es rubio. Si sus ojos no son como los míos, a lo mejor es que lo mío es peor, por ser distinto”. Ese es el poder que te confiere tener a alguien que se asemeje a ti en pantalla. Espero que la gente sepa reconocerlo y se dé cuenta, para que marque una diferencia en las jóvenes que se sientan diferentes o marginadas, ya sea porque su forma de ser no se ajusta el estereotipo femenino, o porque son asiáticas y, de algún modo, crean que eso es raro. Y para nada. Todas somos geniales tal y como somos. Puedes ser quien eres de verdad y molar mucho al mismo tiempo».
  Bennet también forjó un sólido vínculo con Culton, que se convirtió en una combinación a partes iguales de mentora, amiga y compañera creativa. «Jill es increíble; tiene muchísimo talento, es cariñosa y maravillosa», cuenta Bennet. «No podría haber pedido una compañera mejor. Cuando haces una película como esta, tener alguien así lo es todo. Era como el set, la peluquería y el maquillaje de todos y cada uno de los personajes, poniéndonos a todos en situación. Dice mucho de su talento como guionista y directora que fuese capaz de meter a todos en una sala con moqueta y transportarnos a un punto de creatividad y comodidad. Nos permitía transportarnos a esas situaciones tan impensables en China, nada menos. Conseguía sacarnos a todos las interpretaciones que quería. La animación es mucho más complicada de lo que la gente piensa. Me suelen decir cosas tipo: “¿Cómo funciona eso? ¿Estáis ahí todos en pijama en una sala, grabando vuestras frases?”. Lo cierto es que no tenemos elementos delante para actuar, así que necesitas a una persona que te ancle. Y esa persona era Jill. Esta película la llevo en el alma, y ella también. He tenido mucha suerte trabajando con ella. Es increíble».
  Pasar del mundo de la acción real con gráficos por ordenador a una producción totalmente animada fue todo un desafío, como poco. Relata, sin poder contener la risa: «Pensaba que trabajar en SHIELD con pantallas verdes era difícil, pero me he pasado tres años ya trabajando en esto, y es como volver a ser una cría de nuevo, imaginando historias. Tratas de recrear mentalmente cómo serán las escenas y lo que está haciendo tu personaje. El arte y la destreza de todos y cada uno de los planos, y la cantidad de trabajo que requieren, me sorprendió totalmente. Todos aquellos con quienes he trabajado en este proyecto serán mis amigos de por vida».
   A Chou le encanta escuchar esos comentarios y comparte esa sensación con su estrella protagonista. «Chloe es maravillosa», dice Chou. «La primera vez que la escuché, sentí que Yi había renacido. No solo siente una enorme pasión por el personaje desde una perspectiva cultural, sino que, además, aportó una profundidad extraordinaria a Yi. Yi es un papel complejo. Es una persona de puertas para afuera, pero tiene muchos matices bajo esa apariencia. Tiene que abrirse a los demás y mostrarse vulnerable; es multidimensional. En ocasiones, también aporta humor a la película. Y Chloe supo representar todas y cada una de esas facetas».

Everest - Joseph Izzo:
   Everest es un gigantesco yeti de una edad equivalente a un niño humano de 9 años. Cuando aparece por primera vez en la azotea de Yi, la criatura acaba de escapar herida de las instalaciones secretas de Burnish, donde estaban experimentando con él, y, como es natural, tiene terror a los humanos. Aunque no habla, es muy expresivo y tiene una gran personalidad que le permite transmitir con claridad lo que está pensado.
  Lejos de su hogar y su familia, Everest debe confiar en Yi y sus amigos para regresar al Himalaya. Es una criatura curiosa y juguetona, aunque, en ocasiones, puede ser un poco bestia. Como todos los niños, juega con todas sus ganas, no controla su propia fuerza y su humor es cambiante. Su relación con Yi es muy profunda y forma el núcleo emocional de la película. Everest tiene el poder de controlar la naturaleza, como todos los yetis, pero aún no tiene dominadas sus habilidades, lo que, en ocasiones, se traduce en resultados cómicos.
   Everest no habla, pero tiene su propia forma característica de comunicarse. Para ponerle voz, los cineastas recurrieron a Joseph Izzo. Este actor, que trabajó como supervisor editorial de la historia en la primera fase de ABOMINABLE, llevó a cabo una serie de vocalizaciones que el equipo utilizó como pistas temporales. Pero hasta que Culton no regreso de su lapso, Izzo no formó parte oficialmente del reparto en el papel de Everest.
  «Cuando Jill volvió a la película, habíamos estado usando los sonidos de Teddy, un puercoespín norteamericano que se ha convertido en toda una estrella de Internet por lo mucho que habla», explica Buirgy. «Pero Jill quería volver a la idea de que Everest tuviese una voz IMPONENTE». (Nota para los fans de Teddy: ¡no os preocupéis! Wilderman y Buirgy grabaron a Teddy en su hogar de Dallas, Texas, y al final será la voz de un personaje sorpresa de ABOMINABLE).
  Para Culton, Izzo ha brindado un sonido a la voz de Everest que nadie más hubiera sido capaz de aportar. «En las escenas temporales de prueba, usábamos la voz de Joe», dice. «Teníamos un recipiente especial, un jarrón cubierto con cinta americana negra, y él lo sostenía junto al micro y hacía unos sonidos... con cierta reverberación. Para todas las proyecciones temporales, puso la voz y le dio resonancia. Probamos a unos cuantos artistas profesionales expertos en criaturas, pero nadie era capaz de hacer lo que Joe; realmente dio vida al personaje».
  Como actor y supervisor de producción, fue uno de los primeros integrantes del equipo técnico de Culton que estuvo a su lado durante la edición y el arte de la historia. «Conozco a Jill desde hace años, así que cada día de trabajo con ella fue un absoluto placer», dice Izzo. «No puedo enfatizar lo suficiente lo generosa, tranquila, elocuente y paciente que es. Si teníamos una escena a la que le tenía que poner voz, la veíamos juntos, me guiaba a lo largo de ella y yo le proponía varias opciones. Jill sabe cuándo hablar suavemente y compartimentar esos momentos en los que Everest debía gruñir, gritar, ser conmovedor o hacer el tonto. Fue como un juego ir atrás y adelante una y otra vez juntos, para crear su voz. Todo el rato intentaba no echar a perder una toma riéndose en medio..., pero sabía que había dado en el clavo cuando le veía una sonrisa de oreja a oreja».
  Aunque se suponía que las vocalizaciones de Izzo serían temporales, Culton y su equipo de producción sucumbieron al intérprete de Everest y, al final, no eran capaces de imaginarse a otra persona representándolo. «En DreamWorks, si alguien necesita una voz de prueba, hay unas cuantas personas que estamos disponibles para eso. Así que, al principio, yo me ponía delante del micrófono y jugaba un poco», nos cuenta Izzo. «Queríamos que la voz sonase más profunda, más imponente y más animal. Creamos unos cuantos elementos para proyectar la voz, para hacerme sonar como si tuviese unos pulmones más grandes y una cavidad pectoral mayor. Y, con todo lo que probamos, al final nos quedamos con uno de los jarrones de la montadora. Emitía el eco perfecto. Lo envolvimos en cinta americana, para que no tintinease; reverberaba desde el interior del jarrón y hacía que todo sonase más imponente».
  Según Culton e Izzo iban perfeccionando el sonido de Everest, cobró una enorme utilidad que este estuviera constantemente en el set o muy cerca, en contraste con tener que llamar a alguien para sesiones vocales puntuales. «Como trabajaba en la parte editorial ocupándome de los artistas de storyboard y a los montadores, conocía exactamente todas y cada una de las secuencias», cuenta Izzo. «Mi trabajo era gestionar las escenas en el plano de la producción, cosa que facilitaba conocer a los personajes increíblemente bien. Me pasaba horas y horas en la sala de edición, me sabía las notas de Jill al dedillo y tenía presente lo que estaba buscando. Conforme nos adentrábamos en la producción, íbamos invirtiendo más tiempo en sesiones de grabación de diálogos que en la creación de la voz. Crearon animaciones sobre lo que yo había hecho temporalmente, así que pasar a sesiones de grabación era como perfeccionar lo ya realizado».
  Para ayudar a Culton e Izzo, se contrató la ayuda de los diseñadores de sonido E2, ETHAN VAN DER RYN y ERIK AADAHL, que habían creado sonidos muy distintivos para películas como Godzilla o Un lugar tranquilo, con el objetivo de amplificar el resultado. «En muchas películas aparecen criaturas, pero son pocas de ellas las que de verdad actúan», explica Culton. «No suelen ser personajes principales con un arco emocional que llene la trama. Para transmitir emociones al público necesitas un actor. Joe no solo personificaba el encanto y el humor de Everest, sino que sumaba a la ecuación esa personalidad que los animadores podían captar y utilizar para crear una interpretación que hiciese del personaje algo único».
  La pregunta es: ¿cómo consiguieron ese característico sonido de Everest? «Ethan y Erik acudían a nuestras sesiones de grabación con Joe y pasaban su voz por un dispositivo especial que la convertía a una frecuencia más grave», explica Culton. «Le escuchaba por los cascos y le dirigía a lo largo de la secuencia. Lo hacíamos exactamente como si estuviera grabando a un actor. Yo le iba indicando el contenido emocional de cada momento, el subtexto de sus intervenciones. “En este momento, le estás diciendo a Yi que vaya a tocar el piano para olvidarse de todo”, solo que, claro, él tenía que transmitirlo como si fuera la criatura. Así, iba escuchando su voz a través de los auriculares para asegurarme de que conseguíamos la dimensión adecuada. Joe no solo grababa en la cabina, sino que escuchaba su propia voz actuada... y, por supuesto, la iba corrigiendo a partir de ahí».
  Una de las características de Izzo es, según él mismo admite, ser un poco bobalicón, cosa que a Culton y a Buirgy les recordaba al carácter tontorrón de sus mascotas. Eso les permitió hacer de Everest un personaje más curioso sobre la naturaleza y la vida. «Atribuyes esos sonidos a tus mascotas cuando las miras, pero Joe es capaz de vocalizarlos», cuenta Culton. «Era como si cualquiera de nuestras mascotas tomara esteroides. Personifica lo mejor de ellas y lo tontorronas y curiosas que son. Queríamos que el público viera el mundo a través de esta nueva perspectiva inocente, sea viendo por primera vez peces de colores o tortugas, o estando en plena naturaleza. Este personaje creció en el Everest y luego lo capturaron y encerraron en una instalación. En la película, somos testigos de su primera vez explorando y descubriendo parajes naturales. Queríamos que todos viviesen ese viaje con los niños y Everest».
  A lo largo de la producción, Izzo se convirtió en dueño de un enorme perro e infundió a Everest una mezcla de varias criaturas, todas inspiradas por su querido bernedoodle, Marty. «Los sonidos que emite Everest son una mezcla de mono con una enorme dosis de perro y un toque de caballo», dice Izzo. Con todo, la voz siempre refleja la labor gráfica. «Hay que ceñirse al diseño todo lo posible», confiesa Izzo. «Everest tiene la boca grande, un vozarrón y enormes dientes..., pero me recuerda a una especie de gorila simpático. Comenzó con un aspecto mucho más salvaje, pero se ha ido suavizando con los años. Para aligerar su personalidad, me ayudó pensar en las pequeñas sutilezas de mi propio perro. Everest es inteligente, pero no vocaliza demasiado. Todo se redujo a atribuirle gruñidos y reacciones sutiles».
  Para interactuar con Everest, Chloe Bennet se basó en sus experiencias con perros, tanto pasadas como presentes. «Everest es todos los perros que he tenido en mi vida», nos cuenta Bennet. «Crecí con bullmatiffs. Uno de los mastines tenía pelo largo, pesaba 98 kilos y se llamaba Kitty. Era inmensa. Me crie con seis hermanos y tres perros gigantes en Chicago. Por eso, por raro que parezca, entendía perfectamente el caos de tener a este animal tan enorme e intentar mantenerlo en la azotea. También tengo un bulldog francés que es blanco, y que me recuerda a Everest en los gestos».
  «Everest es adorable», prosigue Bennet. «Ha sido divertido ver su evolución, los ruidos que emite y todo por lo que han pasado los cineastas para crear un icono tan irresistible. Si te gustan los animales, sabes perfectamente lo que significa llegar a casa después de un día de estrés y sentir el amor de tu mascota. Cualquier amante de los animales puede sentir una conexión con Everest. Para mí es muy real».

Jin - Tenzing Norgay Trainor:
   Jin es un chaval de 18 años muy popular y fan de sí mismo. Él y Yi han crecido juntos, pero han desarrollado gustos distintos y se han distanciado. Pero cuando Yi necesita su ayuda para llevar a Everest a casa, Jin está a la altura de la ocasión y se muestra dispuesto incluso a prescindir de la Wi-Fi con tal de ayudar a su amiga. No se limita a ser un mero personaje contrapuesto a Yi. Es un chico presumido que vive enamorado de la ciudad. Yi, en cambio, busca nuevos horizontes. Cuanto más miedo a mancharse muestra Jin, más agreste es Yi y más se revuelca por todas partes.
  Cuando eran pequeños, Jin cuidaba de Yi para que no se metiese en líos. Acaba apuntándose a la aventura porque Everest agarra a Yi y se la lleva montada en su lomo de la azotea donde lo tenía escondido cuando los mercenarios de Burnish vienen a por ellos. Junto a Peng, Jin la persigue hasta que acaban en un puerto. Yi mete a Everest en una barca desvencijada, que no tiene pinta de aguantar mucho. Con toda la fe del mundo, se mete a la embarcación con él y, cómo no, Peng sigue sus pasos. Es entonces cuando Jin decide saltar a la acción. Sus vidas nunca volverán a ser igual.
  «Jin se siente conectado a sus amigos, pero busca algo más profundo, una forma de conectar con su yo más auténtico», explica Buirgy. «Y ese modo de conectar lo va descubriendo durante el viaje con Yi y Peng, y cuando se ve separado de ellos. Se monta a bordo con la idea de que Everest es importante, y de que hay que llevarlo de vuelta a casa. Pero, PESE A TODO, salvar a Yi no es cosa de Jin. Nunca fue esa la intención de la historia, y no se ha buscado que ocurra. Se deja entrever cierta chispa romántica entre ellos, pero Yi no ha alcanzado esa fase. Les une simplemente la amistad. Él la respeta a ella, y ella aprende a respetarlo».
   Culton corrobora que siempre habían pensado en Yi y Jin como amigos de la infancia. «Se va descubriendo a lo largo de la historia, pero hasta más adelante en la trama no conocemos que estaban especialmente unidos, y que Jin siempre cuidaba de ella como si fuese su hermana pequeña», relata la directora. «Cuando cuentas con personajes tan cercanos entre sí pero distanciados por el tiempo, de todos modos se conocen bien. Es como los amigos que tenía en mi bloque de pequeña. Aunque hayamos desarrollado diferentes personalidades y pertenezcamos a distintos grupos sociales..., si algo me ocurre o si me ven triste, esas barreras desaparecen. La barrera de los grupos sociales se pueden cruzar cuando sucede algo extraordinario, sea una tragedia o algo que celebrar».
   Para interpretar a Jin, el equipo fichó a toda una revelación televisiva, Tenzing Norgay Trainor, que se ha labrado un nombre propio en los últimos años en Disney Channel. Al actor le gustaba proponer múltiples versiones de sus intervenciones y estaba dispuesto a probar casi cualquier cosa por el bien de la película. «Tenzing era superdivertido cuando exploraba extremos», asegura Culton. «Cuando interpretaba una rabieta de Jin, alcanzaba unos tonos increíblemente agudos. Se trata de un carácter muy específico de chicos a los que les preocupa enormemente su aspecto y parecen muy afables, pero luego pierden los papeles por cualquier tontería, como que se le ensucien los zapatos. Él conseguía ese punto con unas diatribas muy divertidas y nada halagüeñas, gritando cosas como: “¿Sabes cuánto me han costado estos zapatos?”. Aunque, pese a todo, Jin es el personaje más responsable de la película. Cuida de todo el mundo, y se hace querer por ello. Tenzing aportó comedia al personaje, pero también una profundidad emotiva que transforma su forma de ser a lo largo de la película».
   Para Trainor, el aspecto más interesante de esta producción que se ha extendido años ha sido poder improvisar con el equipo técnico de Culton. «Jill, Todd y yo intercambiábamos ideas continuamente, en plan: “¿Y si Jin dijera esto?”», dice Trainor. «A veces, con los animadores presentes, preguntábamos: “¿Y si hiciera esto, además de decir esto otro?” Y me ponían cámaras para imitar mis movimientos. Pensábamos constantemente diferentes formas de hacer las cosas».
   Aunque la interpretación vocal en la animación sea un ejercicio solitario, Trainor agradece la inusual oportunidad de actuar junto a los demás intérpretes de ABOMINABLE, especialmente en el caso de la infame escena de “a lo mejor eres tú”. «Chloe y yo podíamos grabar dos veces, una sin cámaras», nos cuenta Trainor. «Es la mejor experiencia que he vivido. Es superbuena actriz, y poder entrar juntos a la cabina y hablar cara a cara durante la creación de una película de animación ha sido fabuloso. Podíamos decir nuestras intervenciones de distinta forma porque nos veíamos la cara y cómo íbamos reaccionando al diálogo. En la cabina estábamos Jill, Chloe y yo. Era un espacio creativo en el que todos podíamos hablar entre nosotros. Siento que las palabras tenían más significado o matices ocultos. La escena que hicimos juntos fue una de las más emotivas de toda la película».
  A Culton le encantaba que sus jóvenes actores recibieran de buen grado la oportunidad de ponerse a prueba. Aunque ella firme el guion, estaba abierta a permitir que los actores intentaran lo que les saliera con más naturalidad. «Después de tantas sesiones de grabación, es como si los actores se convirtieran en los personajes», nos cuenta Culton. «Si veía que titubeaban leyendo una frase, les preguntaba: “¿Qué crees que dirías tú aquí?”. Trabajábamos juntos las páginas del guion, y era divertido ver cómo se desarrollaba todo. A veces, alguno decía de casualidad algo mucho mejor. En acción real, no se tiene siempre la ocasión de improvisar así».
  Al igual que llevó un tiempo perfeccionar el arco de Yi, Culton y sus compañeros cineastas hicieron evolucionar la interacción de Jin en la saga. «Mi personaje pasó de ser un chaval quejica y llorón a alguien más maduro»; asegura Trainor. «Al final se acabó adoptando un término medio y, para el final de la película, junto con Yi, era mucho más adulto». El intérprete valora positivamente que su personaje evolucione tanto como los demás en ABOMINABLE. «Una de las temáticas clave de la película es estar abierto al cambio», dice Trainor. «El personaje de Yi abre su corazón y aprende a aceptar a su familia. Y Jin también. Comienza como un chaval engreído que trata de ser popular sin tener en cuenta a su familia. Lo que descubre es que se siempre se ha tratado de un problema consigo mismo».

Peng - Albert Tsai:
  Peng es un chico de 9 años al que le encanta el baloncesto y pasarlo en grande, y que está constantemente intentando que Yi o su primo Jin jueguen con él. Con voz del quinceañero Albert Tsai, conocido especialmente por sus papeles en las series de ABC Trophy Wife y Dr. Ken, y que comenzó en el mundillo con 8 años en la exitosa serie de CBS Cómo conocí a vuestra madre, Peng encuentra en Everest un alma gemela. Muestra instantáneamente un gran entusiasmo por la aventura de ayudar al yeti a volver a su hogar. Las payasadas de Peng y Everest le ponen la nota de humor al viaje al Himalaya. Tsai fue el primer miembro del reparto en fichar para la película y lleva grabando para ABOMINABLE desde los 12 años.
Para Buirgy, las escenas entre Peng y Everest son de las más entrañables de la película. «Adoro la secuencia entre los dos en la que están jugando en el jardín y te das cuenta de que Everest no es más que un niño», comenta la productora. «Toda esa escena con su toque de humor resulta tan cercana..., aunque se desarrolle en un lugar nuevo en su mundo. Es una forma sutil de decir: «Todos estamos conectados, podemos encontrar terreno común si lo buscamos».
  Joseph Izzo sabe valorar la interacción familiar que Culton promovió entre Peng y Everest, y él mismo la incorporó al trabajo con su personaje. «Crecí en una gran familia», dice Izzo. «Tengo hermanos más pequeños y nueve sobrinos y sobrinas. En esos momentos con Peng, no podía evitar pensar que eso es lo que yo vivo con ellos. Juego a que soy un monstruo. Aunque los otros actores no estuvieran presentes, para mí eran escenas muy alegres de interpretar».
  Esos momentos Peng-Everest son también algunos de los favoritos de Chloe Bennet. «Desde un punto de vista cómico, todo lo relativo a Peng y Everest es muy divertido y apasionante para mí», nos cuenta la actriz. «Tengo un hermano pequeño que se parecía mucho a Peng hace unos años. Ver a una familia china, en una historia que se desarrolla en China, y de un modo totalmente normalizado es lo que llevo queriendo visualizar en pantalla desde chiquitita».
  Mientras que Yi no se para nunca a sopesar las consecuencias y Jin es un escéptico excesivamente cauto, Peng es alegría en estado puro. «Siempre hemos considerado a Peng el verdadero niño en esa fase en la que disfrutan de todo», dice Culton. «No piensa que jamás que le vaya a pasar nada malo. En determinado momento llora, y al minuto siguiente se está riendo. Es todo emoción y tienen el corazón a flor de piel. Como él es un niño, Yi y Jin adoptan el papel de padres. Tienen que cuidar de él para que no se meta en líos. El viaje los obliga a convertirse en los adultos del grupo.
   «Queríamos que Peng fuera un totalmente un niño, para que, viéndolo jugar con Everest, Yi se diera perfecta cuenta de que el yeti era también un niño», continúa Culton. «El modo en que conectan, cómo juegan a guerras de pulgares entre ellos... Esas ganas de hacer trastadas que unen a Peng y Everest.... Todo eso le hace a Yi darse cuenta de que Everest tendrá unos padres que estarán esperando su regreso. Esa revelación la conmueve profundamente y hace que se muestre aún más decidida a devolverlo a su hogar; además, sus profundas ganas de volver a reunir a su familia son otro factor determinante. Y no solo respecto a su madre y su abuela, sino abriendo el abanico a Jin y Peng como parte de una familia más extensa».
  Culton encontró en Tsai y su familia una colaboración sin cortapisas, y constantemente pudo comprobar, para su deleite, que el joven intérprete también hacía las veces de supervisor de guion de facto y rigger júnior en ABOMINABLE. «Albert tiene unos padres dispuestos a todo, que dejaban lo que hiciera falta para volar aquí desde San Jose para las sesiones de grabación», dice. «Creo que tiene memoria fotográfica. Cada vez que cambiaba una palabra del guion, fuera de sus intervenciones o de las de otros, me soltaba algo en plan: “¿No ponía antes aquí...?”, o “¿Era esta la escena en la que hay entre campos de colza y la arboleda de bambú? Habéis quitado una escena, ¿no?”».
  La cineasta se muestra encantada de que su joven estrella estuviese tan involucrado en la producción. «Albert había estado antes de todo esto en un campamento de animación, y subía constantemente a hablar con el principal animador de su personaje, además de conocer todos los términos técnicos», recuerda Culton. «Hacía preguntas tipo: “¿Habéis puesto rigging aquí?”».
  Tsai enseguida conectó con su personaje y supo ver que compartía con él varios rasgos de personalidad: ambos son seguros de sí mismos, alegres, amantes de la diversión y enérgicos. Además, Tsai se inspiró mucho también en su primo pequeño, con quien tiene mucha relación. A este actor estadounidense de origen taiwanés le marcó mucho trabajar en un proyecto con vínculos familiares tan fuertes y que ayudase a mostrar la belleza de China.
  Se convirtió en una especie de juego descubrir hasta el más mínimo cambio que Culton hubiese hecho en una escena, cada ver que volvía para grabar. «Me encanta leer guiones, y me gusta mucho detectar los cambios en las secuencias, o si han modificado cualquier detalle», dice Tsai. «Una de mis cosas favoritas del proyecto fue ver los diferentes clips que Jill y Todd nos enseñaban después de cada sesión de grabación. Incluso las imágenes de la misma escena cambiaban muchas veces, así que para mí se convertían en escenas totalmente nuevas».
  Tsai admite que siente un gran afecto no solo por todo el proceso vivido, sino por su familia de ABOMINABLE. «Cada vez que volvíamos a grabar, Jill y Todd habían animado más escenas, y me mostraban clips en los que salía mi personaje», dice Tsai. «Fue muy interesante ver ABOMINABLE desde los primeros bocetos básicos a la animación en 3D y, finalmente, convertida en una película para el cine, con la iluminación, la música y todos los detalles pulidos. Fue muy emotivo. Uno de mis momentos favoritos fue conocer a todo el reparto en la grabación del kit para prensa, porque yo siempre había grabado a solas con Jill y Todd. Chloe, Tenzing y yo por fin pudimos grabar codo con codo».
  Cuando le preguntamos si le ha picado el gusanillo de la animación y se le interesaría trabajar al otro lado de las cámaras en el futuro, Tsai dice: «Me encantaría ponerme al otro lado de las cámaras y trabajar en animación algún día. Es un proceso muy distinto a la acción real y la televisión, que requieren grabar con todo el reparto a la vez. El proceso creativo es una pasada. He podido ver cómo Jill, Todd y Suzanne han acabado convirtiendo el guion de ABOMINABLE en una película acabada».
  A lo largo de esta transformación, Tsai ha ido conectando cada vez más con su papel. «Albert siempre estaba dispuesto a centrarse en el momento e inventarse lo que hiciera falta», comenta la directora. «Es esa clase de chaval que sabe vivir el presente, y su lucidez es muy de agradecer. Además, tiene la risa más graciosa del mundo. Le hemos visto supercontento de estar con nosotros y dar vida al personaje, y siempre quería saber más de la película e involucrarse con el equipo técnico. Es una auténtica delicia».

Nai Nai - Tsai Chin:
  Nai Nai es la obstinada abuela de Yi, cuyas palabras de sabiduría no siempre parecen tener sentido en el momento. Es una persona tradicional y le desconcierta el hábito de Yi de ir siempre de un sitio a otro. Nai Nai sospecha que Yi no está afrontando bien la muerte de su padre y se pasa el día intentando mantener intacta su pequeña familia.
  Con voz de la legendaria actriz Tsai Chin, cuya carrera arrancó en la saga James Bond y como revelación en el West End en los años 60, y se ha consolidado hasta su madurez como su impresionante trabajo en El club de la buena estrella y un aclamado papel en la película de este año Lucky Grandma, Nai Nai es una abuela paternal que sirve para recordar que Yi no es la única que se siente de luto. En una escena en la que la madre de Yi le está contando a Nai Nai lo mucho que la niña echa de menos a su padre, la abuela da a entender que no es la única.
  Para Chou, trabajar con la actriz ha sido uno de los pináculos de su carrera. «Tsai Chin es todo un icono, y ver El club de la buena estrella fue uno de esos momentos que marcaron mi vida», explica Chou. «Esa película me hizo sentir por primera vez algo en pantalla con lo que podía identificarnos a mí y a mi familia, siendo un producto para el gran público. Tenía veintipocos años y trabajaba en Touchstones Pictures justo antes de que se estrenase, y la vi en una sala de proyecciones. Cuando acabó, estaba yo sola en esa sala gigante. El resto de la gente se había marchado. Estaba llorando a lágrima viva; fue un momento surrealista. Recuerdo que, por aquel entonces, siempre que salía con alguien y pensaba que la cosa podía ir en serio, le decía que tenía que ver conmigo esa película. Para ver su reacción. Era la prueba definitiva para ver si la relación era viable».
  La fabulosa octogenaria, que era una jovencita en Shanghái durante la Segunda Guerra Mundial, reflexiona sobre su historiada carrera y destaca que debe gran parte de quién es como intérprete a los tres países que han sido su hogar. «Siempre pienso que China me dio mis raíces, Inglaterra me crio y Estados Unidos me recompensó», dice Chin. Como profesora de aspirantes a actores y actrices, ofrece consejos que lleva brindando a sus estudiantes durante décadas. «La interpretación es como una pirámide. El talento es la base, pero la suerte tiene mucho que decir», explica Chin. «El resto es formación y trabajo duro. Si tienes talento pero no te esfuerzas, no te formas y no tienes algo de suerte, no sirve de nada».
  La legendaria actriz, que fue la primera estudiante asiática en ser admitida en la Real Academia de Arte Dramático, así como la primera en encabezar un espectáculo de gran éxito en el West End con The World of Suzie Wong, nos cuenta su proceso personal y cómo se inspira y documenta sus interpretaciones. «Cuando alcanzas una determinada edad, interpretas a madres y luego a abuelas. Acabaré haciendo de tatarabuela», bromea. «Pero, pese a todo, nunca he interpretado ningún papel como víctima. Eso es lo que les digo a muchos jóvenes actores. “Dejad de quejaos. Luchad, pero sin quejaros. ¡Quejarse es muy aburrido!”. Mi madre era una mujer fuerte, y yo tampoco soy una florecilla delicada. Incluso de pequeña, me peleaba con los niños. No siempre ganaba, pero me levantaba y volvía a dar guerra. No va conmigo interpretar a alguien débil. Siempre intento infundir cierta fuerza a mi personaje».
  Chin asegura deberles a sus padres la seguridad que confiere a sus personajes, incluida la abuela de Yi, un rasgo que imprime en su trabajo vocal para ABOMINABLE y que casa a la perfección con la fuerza de la heroína que Culton ha creado. «Mi padre era muy progresista para ser un actor clásico y, desde muy pequeña, mi madre me decía que para triunfar no había que casarse con alguien rico. Que la clave era ser fuerte y estudiar», explica Chin. «Aprendí muy pronto el poder de decir “no”. Llevo 62 años actuando y he hecho de todo, incluso grabar dos discos. Al cabo de cierto tiempo, vas más allá de la mera técnica. Eres libre, pero tienes toda la técnica ya asimilada». Cuando le pedimos que describa su experiencia con el equipo de DreamWorks Animation y Pearl Studio en el transcurso de los últimos dos años, Chin dice: «Adoro a esa gente. Lo mejor de la animación es que trabajas de una forma muy cercana al director. Le dije a Jill: “¡Ha tenido que ser una mujer la que me devuelva a la cocina!”».
  La profundidad emocional de Chin y más de seis décadas de experiencia como actriz han imbuido las escenas de gracia y dignidad. «La abuela es la que mantiene unida a la familia», dice Culton. «Al final de la película, cuando Yi regresa, Nai Nai le expresa lo mucho que se alegra de tenerla de vuelta. Y en realidad quiere decir dos cosas. Que se alegra de que haya vuelto de Pekín y que es maravilloso volver a tenerla conectada con la familia». Cuando Culton le explicó ese doble sentido a Chin, durante su sesión de grabación, algo cambió. «Se tomó un minuto, me miró y, acto seguido, se evadió a algún lugar de su mente», recuerda Culton. «Cuando volvió a la realidad, sea donde fuera que estuviese, dijo su frase y todos nos echamos a llorar. Buscó un lugar de su corazón en el que pudo sentirlo como propio y de su familia. Ella es el alma de la película. No podría admirar más a Tsai; es una joya de persona».
  Ahora que ha tenido todo tipo de papeles, desde el teatro al cine, y que ha sido tanto alumna como profesora, Chin señala que este inesperado periodo nuevo en su carrera profesional le suele ofrecer otro tipo de recompensas. No cabe duda de que esa libertad le ha permitido aportar a Nai Nai el espíritu de una abuela entrañable y dura de pelar. «Lo mejor de actuar con la voz es que no lo haces todos los días. Y además, sale mucho más rentable que hacer teatro», comenta Chin, fríamente. «Esa es la ironía de esto: ¡cuanto más trabajas, menos ganas! Estoy encantada con el equipo técnico de ABOMINABLE, y lo mejor es que puedes hacer todo tipo de ruidos que normalmente censurarías en sociedad, por educación. ¡Y también puedes hacer reír a la gente!».

Mamá de Yi - Michelle Wong:
   La madre de Yi se siente triste y preocupada por su hija. Aún está asimilando la muerte de su marido, pero su preocupación más inmediata es ayudar a su niña. Su fuerza y su fe serán todo un consuelo para Yi.
   La actriz dramática Michelle Wong, que estudió en la Universidad Carnegie Mellon y a quien conocemos por su papel en Querida gente blanca y un extenso portfolio de trabajos vocales, pone su talento al servicio del papel de una mujer que lucha por mantener unida a su familia tras perder a su esposo. Mientras que Nai Nai no entiende por qué Yi se muestra tan distante, su madre sabe que necesita tiempo para procesar el luto. «Michelle era perfecta para el papel de la madre», asegura Buirgy. «Todos nos quedamos de piedra cuando nos enteramos de lo joven que era, porque la calidez de su voz te transmite otra imagen».
   Conocemos a la madre de Yi al comienzo de su aventura y, a través de su personaje, vemos a una familia luchando por superar un golpe devastador. Como la estrella de la película tiene entonaciones tan únicas, hizo falta un tiempo para dar con la actriz ideal para encarnar a la madre de Yi. «Chloe tiene una voz rica, profunda, y necesitaban a alguien que también proyectase una profundidad acorde a la suya», explica Wong. «Ha sido muy agradable utilizar mi tono natural. Como mujer, me sorprendo a menudo tratando de aligerar mi voz y de hacerla más alegre, pero, en el papel de la madre de Yi, debo quedarme en tonos profundos, rotundos y cálidos..., porque eso era precisamente lo que buscaban Jill y su equipo».
  Desde la primera vez que vio los visuales de Culton para una animación, esta actriz nacida en San Diego, California, quedó impresionada por la atención al detalle y el respeto mostrado por el herencia asiática. «Me quedé impactada por lo precioso que era todo y estaba muy emocionada con la incorporación de tantos elementos de la cultura china en ABOMINABLE», cuenta Wong. «Me pareció genial ver a una familia china representada en pantalla como una familia real... y no una caricatura. La familia de la protagonista es similar a la mía. Cuando me presenté al casting para el papel de la madre de Yi, pensé mucho en las charlas que me daba mi propia madre cuando yo pasaba por una mala racha. La línea entre la severidad y el cariño es muy fina». La actriz se muestra de acuerdo con sus compañeros de reparto cuando reflexiona sobre las posibilidades de conexión que ofrece esta historia. «Espero que la gente sepa ver lo comunes que son los problemas que aporta esta familia y el proceso que afronta», dice Wong. «Las relaciones son totalmente honestas, y agradezco mucho que podamos contar una historia que se desarrolle con personajes asiáticos, pero hablando de la universalidad de los humanos».
   Todos nos sentimos alejados de nuestra familia y amigos en algún momento de nuestra vida, y el papel de la madre de Yi representa ese espacio seguro que Yi y, por extensión, todos los niños y adolescentes necesitan. «Sea en el caso de los chavales que se sienten acosados en el colegio y no quieren contárselo a sus padres, o si se trata de un divorcio, todos anhelamos conectar con nuestra familia», dice Culton. «Pero, en determinados momentos, pueden darse circunstancias que no lo permiten. Distanciarse de la familia no deja indiferente a nadie. Las personas queremos sentirnos vinculadas a la gente que forma parte de nuestra unidad central».
   La inquebrantable guía de su madre y el amor incondicional que le muestra es lo que acaba brindándole a Yi el coraje que necesita. «Yi emprende un viaje para reconectar con su familia», dice Culton. «Necesita darse cuenta de que su madre y Nai Nai seguirán ahí. Además, Jin y Peng acaban también siendo como de la familia y la apoyan mucho más de lo que nunca hubiese pensado- No queríamos pasar por alto lo duro que es enfrentarse a la tristeza, pero tampoco pretendíamos que eso dirigiese la historia».
   Reflexionando sobre el momento en el que la madre de Yi cierra la puerta de la habitación de su hija y suspira, Wong está de acuerdo en que gran parte de la película está en los momentos en los que no se dice nada expresamente. Las miradas, los suspiros y los dobles significados se dejan sentir entre los diálogos. «En una dinámica familiar en la que no se habla demasiado sobre emociones, esa expresión de inhalar y soltar el aire lo es todo», dice Wong. «Recuerdo lo mucho que Jill y yo trabajamos para transmitir ese mirar a un niño y querer protegerlo de todo... y desear poder hacer que todo fuese mejor. A veces, no hay palabras para expresar lo que sentimos».

Burnish - Eddie Izzard:
  Cuando Burnish era pequeño, dijo que había visto un Yeti y todo el mundo, incrédulo, se rio de él. Desde entonces, ha amasado una enorme fortuna y ha destruido toda la belleza natural que ha podido. Ahora que es viejo, todavía sueña con demostrar al mundo que los Yetis existen. Para Burnish, atrapar a Everest sería la venganza definitiva.
  Durante la producción de la película, llevó un tiempo dar con la dinámica adecuada entre Burnish y Everest. «Es muy complicado tener a villanos que te importen», dice Buirgy, «pero necesitas una razón que explique por qué hacen lo que hacen. Al final, este tipo quiere demostrarse a sí mismo que realmente vio un Yeti». Obsesionado por ello, Burnish está desconectado del mundo.
  Pero mientras persigue a Everest, se ve inmerso en la naturaleza y forzado a reconectar con la vida; eso le cambia. «Es importante para la historia la idea de que hay cosas valiosas que debemos cuidar», afirma Buirgy. «El mensaje es: “Interactúa con ellas, pero devuélvelas a su sitio”. Cuando Burnish reconecta con la vida, debe tomar una decisión».
  Para interpretar a Burnish se fichó al intérprete británico Eddie Izzard, que es mitad actor, mitad humorista. «Eddie había hecho algo de animación antes, pero tuve la suerte de que un buen amigo mío había trabajado anteriormente con él», comenta Culton. «Este amigo me dijo que a Eddie le encanta jugar con el personaje, que no le puedes constreñir al guion. No solo es un intérprete magnífico, es una persona espectacular».
  Su amigo no bromeaba. Culton se quedó de piedra al descubrir que, solo unos años antes, Izzard había completado 27 maratones en 27 días. «Eddie tiene más resistencia y fuerza de voluntad que nadie», asegura. «La fuerza mental y de voluntad son las claves de cómo es; es una persona intensa. Le dije: “Queremos que juegues con este personaje y lo hagas tuyo. No hay problema si eso significa salirse del guion, con tal de que transmitas la idea principal”».
   Juntos profundizaron en el personaje, e Izzard buscó en lo más hondo de ese Burnish obsesionado con los Yetis, encontrando capas y complejidades dentro de un villano que bien podría haber sido un cliché. «Queremos que el espectador vea las dos caras de la moneda con cada personaje», señala Culton. «Al final del primer día de grabación, Eddie dijo: “¡Me encanta este personaje!”».
   La cineasta descubrió que trabajar con Izzard era una deliciosa montaña rusa. «Cada vez que grabas con Eddie, empieza siguiendo el guion, hasta que se va por la tangente... de forma deslumbrante», rememora Culton. «Cuando recibimos sus grabaciones, hice que nos transcribieran todo. Había incontables páginas de hermosas desviaciones que entraban y salían de la trama, y que incorporamos al personaje. Con alguien como Eddie, consigues humor inesperado, giros que le dan al personaje unos matices que yo no había escrito. Es lo maravilloso de los cineastas y los actores. Creas algo, pero los intérpretes le dan otra dimensión. Él hizo eso a lo grande».
   Aunque Izzard ha realizado numerosos papeles cómicos en producciones animadas y de acción real, agradeció la oportunidad de aportar un toque más serio a un canoso Burnish, empatizando con las lastimadas cualidades del antagonista. «Para descifrar el arco dramático de este tipo, que es un poco pomposo y grandilocuente, debes encontrar su humanidad», explica Izzard. «Me he formado para poder hacer tanto comedia extravagante como drama. Me he dado cuenta de que, en la vida, hay cualidades que uno puede tener —como, por ejemplo, la determinación— que, según uno sea de naturaleza positiva o negativa, se expresarán de forma diferente. Burnish es un pequeño bastardo bajito y decidido sin sentido del humor, mientras que yo tengo sentido del humor. Es miedoso y desconfiado, mientras que yo trato de ser valiente y curioso».
   Cuando era niño, Burnish creyó haber escapado por poco del ataque de un Yeti en el monte Everest, y ha pasado su vida tratando de convencer a todo al que le quiera escuchar de que él es la víctima, y de que esas criaturas son malvadas y deben desaparecer. Izzard tenía ganas de explorar cómo los miedos dan forma a la personalidad. Como su directora, el intérprete buscó la emoción en la comedia. «Tienes que pensar acerca de lo asustado que Burnish se sintió en la montaña y cómo reaccionó con ira», describe Izzard. «Eso ayuda a explicar la vida de los seres humanos, tanto hoy como a lo largo de los siglos. Algunos atacan cuando están asustados, en lugar de preguntarse a sí mismos si deberían ser valientes y curiosos».
   Repitiendo las palabras de la productora Buirgy acerca de respetar el orden del mundo natural, Izzard enlaza su discurso con la fuerza de la conexión que ABOMINABLE explora. «La película muestra el lado infantil de Everest», dice Izzard. «Si sigues a la mayoría de mamíferos del mundo, todos tienen ese comienzo infantil. Pero cuando se convierten en adultos, empezamos a asustarnos de ellos. Esta criatura tiene un aspecto muy extraño, pero, al final, se da esa conexión entre Everest y los humanos. Quizá nos veamos reflejados en una criatura asustada que se ha perdido. ¿Cómo te sentirías si te hubieras perdido y no supieras volver a casa?».
  El intérprete y activista hace una pausa, explicando que así como Burnish juzga mal a Everest, los humanos solemos estereotiparnos inicialmente los unos a los otros. «La timidez y la indiferencia pueden confundirse», dice Izzard. «Se ha atacado a mucha gente por parecer poco amistosa, cuando en realidad eran tímidos. Espero que el público entienda esto y vea que la historia es la de alguien que, al final, es casi como un humano... Alguien que solo trata de volver a casa».

Dra. Zara - Sarah Paulson:
  La Dra. Zara es mucho más de lo que aparenta. En la superficie, es una zoóloga británica que ama a los animales y trabaja para asegurar su seguridad y bienestar. Aunque ayuda a Burnish a encontrar a Everest, jura que su meta es proteger a Everest de los oscuros impulsos de Burnish. Sin embargo, según la historia avanza, cabe preguntarse si esta brillante científica es todo lo altruista que dice ser.
  La encargada de dar vida a este personaje es la polifacética y galardonada actriz Sarah Paulson, que fue una generosa colaboradora durante la producción. «Siempre me ha gustado Sarah como actriz. Desde fuera parece relajada y despreocupada, pero es muy perfeccionista con su oficio», dice Culton. «Cuando le dijimos que queríamos que hablara con acento británico, dio prioridad a dos cosas: 1) que no resultara estrafalario, cosa que agradezco porque siempre intentamos que nuestros personajes resulten reales, y 2) no quería mostrar un acento que todo el mundo pudiera identificar como falso. Así que pidió la ayuda de una instructora de acentos [JESSICA DRAKE, Forrest Gump, The Walking Dead, de AMC] y estudió muchísimo. La instructora estaba en la sala de grabación o conmigo en la cabina. Cuando Sarah decía sus líneas de diálogo, la instructora nos daba el OK o no. Además, iba corrigiendo a lo largo del proceso».
   Durante la producción, Paulson nunca puso dificultades y se mostró dispuesta a seguir cualquier indicación, por pequeña que fuera. Culton se ríe: «Jessica decía: “Es como si tuvieras una pelota de ping-pong en la boca...”. Sarah tenía que estar pendiente no solo de su interpretación, también de la persona que le corregía el acento. Fue increíble que consiguiera una buena interpretación a través de ese proceso. El acento le salió perfecto, pero más que eso, ha permitido que el personaje pase de ser estirado y formal a mostrarse totalmente desenvuelto. Todo su lenguaje corporal cambió con esa transición, y trabajamos con los animadores para reflejar eso y que todos los matices fueran apropiados».
  Para la actriz, dar vida a la Dra. Zara significó aceptarse a sí misma. A pesar del éxito que Paulson ha conseguido como intérprete, había asumido que nunca podría hacer animación. Resultó que lo que ella consideraba un freno era justo lo que Culton veía como la encarnación de la historia de la zoóloga. «Al principio de mi carrera, perdí un trabajo que incluía mucha voz en off porque, cuando hablo, mi eses suenan sibilantes», explica Paulson. «Me dijeron que por este pequeño defecto en el habla, me sería difícil encontrar trabajos con mucha voz en off. Tenía una idea equivocada de este mundo y estaba ansiosa e insegura». Afortunadamente, su facilidad innata para improvisar voces fue lo que hizo conseguir el papel. «Hablé por teléfono con Jill, que me había visto en Jimmy Fallon haciendo algunas imitaciones», relata Paulson. «Ella creía que encajaría en la película. Yo le dije que la mera idea me paralizaba, pero me convenció para hacerla. Fue algo que me dio ánimos, y agradezco al equipo por hacerme sentir cómoda y por su confianza, ya que solo me querían a mí para dar voz a Zara».
  Tan valiente y curiosa como Eddie Izzard nos pide a todos que seamos, Paulson descubrió que su incursión en el mundo del doblaje conllevaba retos que nunca había esperado encontrar en su profesión. «En este tipo de proyectos, cuanto más excesiva sea la interpretación, mejor, lo cual es lo contrario a la mayoría de trabajos de un actor», reflexiona la actriz. «Tradicionalmente, el naturalismo es lo dominante, cosa a la que me adhiero. Este papel me hizo salir de mi zona de confort para buscar cada vez más grandiosidad. Pero cuando revisábamos las grabaciones con los bocetos animados, me di cuenta de que necesitaba más. Tras grabar a ciegas y escuchar la grabación con la animación, advertí que podía dar más y que el papel necesitaba que todo fuera más a lo grande».
  Mientras pasaban los años del largo proceso de animación, la actriz agradeció lo mucho que la directora le permitió experimentar con el papel. «Jill y yo hablábamos acerca de cómo podía modular la credibilidad del personaje. Para las dos era importante que la Dra. Zara no fuera demasiado sosa o dócil. Ella no quería transmitir esa idea. Era muy importante que Zara fuera una científica capaz y una mujer fuerte, y busqué que Jill me guiara con el personaje. Únicamente confié en ella. Jill es una persona maravillosa».
  Paulson descubrió que dar vida a esta zoóloga era fortalecedor y totalmente aterrador al mismo tiempo. «Todas las personas que conozco que han hecho doblaje dicen que es el mejor trabajo del mundo», asegura Paulson. «Soy una perfeccionista a la que le dijeron que no tenía una voz apta para este mundo, por lo que estaba nerviosa creyendo que no podría dar lo que me pedían. Fue un gran alivio para mí que, al final del proceso, me lo estuviera pasando bien. El equipo me hizo sentir valorada».
  También agradece que ABOMINABLE sea para todos los públicos, y que su mensaje central sea uno de empoderamiento. «Estoy agradecida de formar parte de una película a la que llevaré a mis dos sobrinas a ver con orgullo, que vean que su tía Sarah es parte de este universo», confiesa Paulson. «Será muy potente poder decirles: “Esta es una película escrita y dirigida por una mujer, producida por mujeres y protagonizada por mujeres. Mirad lo que podéis hacer. Ser una mujer es una ventaja, no un impedimento. Salid y cambiad las cosas”».
  La actriz opina que los espectadores piden que la vida que ellos viven se vea reflejada y agrandada en el cine. «Para los espectadores y el mundo en general, cuando cuentas historias quieres ver cómo está representado tu mundo en la pantalla», dice Paulson. «Ya que hay tantas mujeres en el planeta, quieres sentir eso representado en la manera en la que te llega la historia: a través de las lentes, la mirada o el ojo de la perspectiva femenina. Tener todo eso alrededor mientras trabajas en la historia de una joven y su viaje es emocionante y hermoso. Cada vez que te ves representada te hace sentir menos sola en el planeta. Cuanto más te sientes conectada con los que están a tu alrededor, más hay un sentimiento general de buena voluntad. Para que eso ocurra, tu mundo tiene que estar reflejado en el arte que consumimos. Me alegro de ser parte de algo que representa un cambio real para que más obras como esta sean una realidad».

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