![]() |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
El género de cine de catástrofes estuvo de moda hace unos años y ahora con los avances en la digitalización y los efectos especiales es más fácil y más espectacular conseguir escenas impactantes que antes eran imposibles de lograr.
En este sentido se han hecho ya algunas catástrofes exteriores y ahora había que volver al centro de la Tierra como hace años ya ideó Julio Verne, de cuya obra se han hecho varias versiones.
Esta vez la justificación científica es que el núcleo de la Tierra ha dejado de girar y hay que volver a ponerlo en movimiento mediante la explosión de algunas bombas nucleares para regenerar el deteriorado campo electromagnético y evitar que sigan ocasionándose catástrofes como el hundimiento del Golden Gate, el Coliseo romano o miles de palomas mueran en Londres (escena que recuerda a Los pájaros, de Hitchcock).
El demencial argumento reúne a varios científicos y se ponen en marcha como si la Tierra fuera de mantequilla o compuesta de algún factor líquido para navegar por el interior de forma tan fácil como increíble.
La película tiene dos partes: la primera la de las catástrofes antes mencionadas, que tal vez sea la mejor, y la segunda la más incomprensible el viaje al centro de la tierra, bastante alargado, y en donde entran en conflicto las relaciones personales de los terranautas componentes de la expedición y del centro de control de ordenadores que originan un cierto suspense.
Lo mejor del film los efectos especiales con más de 400 planos, que se llevaron la mayor parte de los 60 millones de dólares del presupuesto, y la música de Christopher Young, quedando en un tono discretos los actores, en un guion que si se admite el convencionalismo puede hacer pasar el rato, pero nada más.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
TRÁILER'S
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE













































































