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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras el éxito de "Los siete magníficos", de John Sturges, los personajes eran lo suficientemente atractivos como para continuar con ellos en la pantalla, creándose así una serie que ha tenido su continuidad con mayor o menor fortuna, con altibajos, con relevo de directores, actores y técnicos, así como de los propios personajes.
Porque al margen de que algunos de los personajes iban muriendo, los que quedaban en pie no han sido conservados con la misma personalidad ni el mismo actor.
De esta manera, los magníficos capitaneados por Yul Brinner han pasado a serlo ahora de la mano de otro famoso, Lee van Cleef, cosechador de renombre en multitud de westerns europeos, que se vuelve a incorporar al cine americano.
La historia que se nos cuenta en esta ocasión tiene un esquema un tanto semejante con la primera cinta de la serie, ya que también en esta ocasión se trata de salvar a un pueblo de las perversidades de un bandido que lo tiene amedrentado y del que ha eliminado a todos los hombres, quedando solo las mujeres.
El reclutamiento de los magníficos tampoco podía faltar.
George McGowan, tras dirigir en Canadá "Faceoff", y en Hollywood el film de ciencia ficción "Frogs", se embarca en esta aventura, utilizando bien el paisaje y llevando la película con un ritmo pausado aunque tampoco falto de interés.
Realización correcta, sin altibajos, e interpretación adecuada sin sobresalir nadie en particular.
Elmer Bernstein sigue sacándole partido a la partitura que conserva los dos temas primitivos con algunas variaciones para diferenciarla de la anterior.
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