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CRITICA
Por: PACO CASADO
La producción de dibujos animados no sólo sirve para contarnos historietas infantiles como nos tenía acostumbrados desde los años 40 y 50 el gran mago Walt Disney con sus cuentos oomo Blancanieves, Pinocho o La bella durmiente, sino que también se pueden narrar emocionantes dramas, como ocurre con la película francesa que nos llega esta semana La mercancía más preciosa (2024), dirigida por Michel Hazanicious.
La acción transcurre durante la Segunda Guerra Mundial y cuenta la historia de una pareja que vive en el corazón de un gran bosque de donde no han salido nunca.
El frío, la pobreza y el hambre hacen que su vida sea muy dura.
Él es un pobre leñador que vive en compañía de su esposa, que en su día, hace mucho tiempo, perdieron a su hijo de pocos años.
Desde entonces la mujer está deseosa de poder disfrutar de la compañía de un hijo cuando su esposo se va a trabajar.
Un día mientras va a recoger leña para avivar el fuego de la chimenea de la estancia, tras el paso de un tren, encuentra un bebé abandonado que llora desesperadamente entre el frío de la abundante nieve cada, lo recoge y se lo lleva a casa.
Esto a su marido le sienta muy mal, porque lo cree una criatura perteneciente a los sin corazón (entiéndase judíos) por lo que le puede traer malas consecuencias si lo descubren.
No obstante la esposa lo conserva aunque se tenga que ir a dormir al cobertizo para no despertar al marido con su llanto.
Sus vidas cambian inesperadamente.
Este es el comienzo de este precioso drama con lo mejor y lo peor de las personas en el que esposo parece demostrar tener mal corazón al no querer amparar a esa preciosa niña, aunque después se ablande ante la inocencia, las caricias y la risa de la pequeña.
El hallazgo se lo oculta a los demás leñadores, hasta que un día uno de ellos descubre a la esposa con la niña y cuando se lo preguntan a él, dice que nadie le preguntó.
Todas las demás peripecias que ocurren es lo que constituyen el argumento de esta historia, presentada al principio como un cuento que no se sabe si fue realidad o una historieta inventada que presenta el miedo de esta pareja a ser descubierta por los nazis que a diario transportan a los judíos camino de los campos de concentración y exterminio nazis.
El guion adapta un cuento de Jean-Claude Grumberg con este relato sobre el Holocausto.
En un flash back conocemos cómo un padre arroja a su bebé por la ventanilla del tren prefiriendo lo que le pudiera ocurrir si muere en la nieve antes de lo que le sucedería en el campo de concentración ante una muerte segura por mala nutrición.
El film finaliza con unas imágenes de ese padre que ha sobrevivido en un campo de concentración dsierto, que ha logrado llegar a la ciudad y convertirse en un científico que tal vez se encuentre con esa hija que creyó siempre haber perdido.
Una historia contada en tan sólo 80 minutos cuyo drama y sentimientos llegan al corazón de los espectadores, a través de unos dibujos animados bien diseñados y con el ritmo necesario que le imprime un director como el francés Michel Hazanavicious, del que recordarán algunos títulos suyos como la inolvidable 'The artist' (2011) ganadora de cinco Oscar, 'La búsqueda' (2014) premiada en Cannes con el fondo de la guerra de Chechenia o 'El príncipe olvidado' (2020), de un padre y su hija cuyo cuentos cobran vida, entre otros.
Y ahora 'La mercancía más preciosa' (2024) una cinta con una sobria animación, con una estética sencilla de sobrios colores que les recomendamos no perderse.
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