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CRITICA
Por: PACO CASADO
La acción de esta película, que tras pasar por el Festival de cine de Cannes estuvo nominada a la Palma de oro, comienza en la mitad del pasado siglo.
Desde su nacimiento en 1950 la vida de Parthenope es una oda a la pasión por la libertad, al heroismo, al amor y a la ciudad de Nápoles.
La chica con ese nombre se convierte en una inteligente estudiante de Antropología al tiempo que se pregunta acerca del ser huano.
A través de los recuerdos de un verano perfecto vivido con el desenfado de la juventud en la ciudad de Capri y durante el transcursode los días, la protagonista recorre un tiempo lleno de desilusiones, ironías y vitalidad napolitanas.
La vida sin ilusiones o frustraciones se puede hacer muy larga, sin que el discurrir del tiempo ofrezca algunas emociones.
Una epopeya íntima y melancólica, a veces, que muestra cómo la vida con sus emocioes intensas puede ser realmente interminable.
El nombre de Parthenope es el de la sirena que en el mito de la mitología griega se suicida al buscar y no encontrar a su amado Odiseo y en este film es el equivalente a la ciudad de Nápoles de donde viene este nombre con los cambios a través del tiempo transcurrido desde entonces.
El personaje de la protagonista está interporetado por dos mujeres, la guapa y estupenda actriz, Celeste Dalla Porta, que se encarga de la etapa jóven, papel con el que hace su debut como protagonista en una cinta, mientras que en la edad madura la encarna la veterana Stefania Sandrelli, que no desmerece en su actuación en nada a la anterior.
Estamos de acuerdo que el veterano director italiano Paolo Sorrentino, que está ya en cinquentena, ha tenido etapas de su filmografía de otras grandes películas, pero parece que ya se está haciendo mayor y aunque no ha perdido el hábito de saber rodar una buena historia con un estilo elegante, sin embargo en esta ocasión el guion, a pesar de ser suyo, no parece que sea el más clarificador de esta historia, en cuanto a lo que nos quiere contar en esta ocasión, que nos lleva a la exasperación en este recorrido napolitano.
Por otra parte cae en el defectos de muchos films en la actualidad y no es otro que la longitud excesiva de su metraje cuando lo que nos narra se puede hacer con mayor brevedad y sin recrearse en repeticiones o escenas que no aportan mucho al meollo principal del argumento.
En definitiva una cinta que en cuanto a la estética, con planos extraordinarios de gran belleza se ve bien, resulta agradable, pero con algunos momentos de bache de interés que hace que el espectador se salga de la trama o se aleje del interés de lo que se le está explicando y pierda algo de vitalidad.
Bien el debut de la joven, atractiva y guapa actriz Celeste Dalla Porta en el personaje de Parthenope joven, que contrasta con la veteranía de Stefania Sandrelli como la protagonista en la edad madura en un gran trabajo.
Mientras que en el apartado masculino Gary Olman aporta con su breve personaje un papel esencial en la historia.
En definitiva un homenaje a la ciudad napolitana sede del nacimiento de este director.
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