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CRITICA
Por: PACO CASADO
A los norteamericanos parece que les gustan los papeles de personajes anormales, ya sean enfermos o desquiciados por algún tipo de afección física, tontos, locos, etc.
Por eso cualquier actor que se precie debe hacer uno de estos papeles para demostrar su valía, y eso es lo que puede ser que que haya pretendido Richard Gere, tal vez para, al ir haciéndose mayor y progresivamente tener que dejar de hacer de galán guapo, poder encajarse en la categoría de grandes actores capaz de mejores interpretaciones.
La película nos cuenta la historia de un hombre, carpintero de oficio, algo desquiciado, maníaco depresivo, que tras pedir trabajo en un edificio en construcción, intenta suicidarse desde lo más alto, porque dice que quiere volar, manía que le acompaña durante toda la narración.
Internado en un hospital conoce a una doctora de la que se enamora, llegando ella a mantener relaciones sexuales, lo que está totalmente prohibido en su ética médica por lo que le pone en un dilema.
El film, a nuestro entender, tiene un guion totalmente desequilibrado, largo, con una primera parte que tarda en entrar hasta ir retratándonos a los dos principales personajes que llevan la acción, pero que no acabamos de creernos totalmente por sus conductas y formas de comportamiento.
Él adivina cosas, ella es una mujer despistada que parece imposible que pueda ser una psiquiatra o él un simple carpintero.
En la parte última, a pocos minutos del final, sin que en toda la larga primera mitad pase apenas nada, se quiere resolver el drama en pocos minutos.
Mike Figgis, director que nos había gustado en cintas suyas anteriores como 'Lunes tormentoso' (1988) o 'Asuntos sucios' (1990) no acaba de enderezar este torcido guión, aunque logre algunos momentos interesantes, que hacen subir la tensión o mantener el interés, alternando el drama y la comedia en una historia de amor romántico previsible.
Richard Gere encarna a un personaje no muy cuerdo que no sabemos al principio si está jugando o si su enfermedad es real y Lena Olin a una psiquiatra no muy convincente, pero eficaz.
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