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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine francés sigue surtiéndonos de sus comedias cada semana como en otros tiempos lo hacía la cinematografía italiana y también el español, ya que por lo general el público va al cine para divertirse un rato, para pasarlo bien, aunque hay quien para ello prefiera las películas de terror o las de acción.
En este caso esta comedia francesa persigue los pasos de Julie Varenne, una insoportable estrella de cine que está en declive, que pasa ya de los cuarenta años y empieza a querer hacer desaparecer algunas deficiencias que aparecen en su cara.
Tras una fallida operación de estética que ha salido mal, que en lugar de embellecerla le afea el rostro, al quedar desfigurada temporalmente y ante la inmediatez del comienzo del rodaje, decide contratar a una admiradora, que es una encantadora peluquera, que un día la conoció por casualidad y le pidió un autógrafo y le dejó su tarjeta, que se parece a ella como dos gotas de agua, para que la sustituya en su papel.
Aunque son de caracteres completamente opuestos, las dos tendrán que mantener el engaño.
Su agente le ha conseguido esta vez una comedia, para cambiar de género, ya que sus anteriores films no han ido demasiado bien, pero su carácter osco no le va a ese estilo de cintas.
Sin embargo Laurette, que así se llama la admiradora, tiene un una forma de ser más abierta, menos estirada que ella en el comportamiento con los demás y cae estupendamente entre los compañeros de rodaje, lo que hace que cambien la opinión que tenían acerca de ella, e incluso el director de la película está muy satisfecho de cómo está saliendo la filmación.
Este es el comienzo de esta entretenida comedia en la que se combinan de alguna manera la comedia y el drama de lo que se esconde detrás de la relación entre estas dos mujeres que poco a poco vamos sabiendo a lo largo del desarrollo de la trama, que mantiene el interés del espectador, aunque desde el principio se adivina un final que es bastante previsible, lo que no es óbice para que resulte entretenida y haga pasar un buen rato.
El guion está inspirado en un caso real sucedido en Francia en el que dos gemelas de origen asiático fueron separadas al nacer y adoptadas por familias diferentes, una en Perpiñán y la otra en París para un día encontrarse a través de las redes sociales.
La guionista y directora Anne Giafferi compone, este su tercer largometraje, una divertida comedia de intercambio de papeles de dos mujeres idénticas, una antipática actriz famosa y la otra una humilde y divertida peluquera, a partir de ahí surgen una serie de enredos, gags y situaciones divertidas que harán que cambien para siempre.
Dentro de que se combina el humor con los buenos sentimientos de paso invita a reflexionar sobre la cruel que resulta el llegar a una cierta edad de una actriz que tanto depende de la belleza de su imagen cuando se trabaja en el séptimo arte y deja de haber papeles para ella.
Como es de suponer tanto los personajes de Julie como de Laurette están interpretados por la misma actriz, Mathilde Seigner, en este vodevil sin muchas pretensiones, en el que tiene que ir cambiando de forma de actuar y de ver la vida de una manera diferente de una escena a la otra e incluso hay momentos en que no parecen la misma físicamente, sino solamente parecidas.
El film cuenta con la colaboración de la veterana Marie-Anne Chazel en el papel de la madre de Julie.
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