Título:	ATRAPADA ENTRE DOS HOMBRES
Tit. Orig.:	SHE'S SO LOVELY
Nacionalidad:	EE.UU., 1997
Dirección:	NICK CASSAVETES
Guión:	JOHN CASSAVETES
Fotografía:	THIERRY ARBOGAST
Música	JOSEPH VITARELLI
Interpretes:	SEAN PENN, ROBIN WRIGHT, JOHN TRAVOLTA, HARRY DEAN STANTON, DEBI MAZAR, GENA ROWLANDS, JAMES GANDOLFINI, BURT YOUNG, DAVID THORNTON
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS
Duración:	95 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

     Cuando el pasado año por estas fechas teníamos ocasión de contemplar 'Volver a vivir', la primera película que dirigía Nick Cassavetes, decíamos que merecía un aprobado alto. Y no nos equivocamos porque esta vez, Nick toma un guión que su padre escribió diez años antes de su muerte, para hacer su segundo trabajo como director, sobre el que pensamos que supera al primero.
  Es la historia de un amor loco, de una relación apasionada entre un hombre que suele beber y abandonar el hogar conyugal con frecuencia, y una mujer que a pesar de esas excentricidades lo ama con locura. Las circunstancias que le hacen separarse durante diez años y que ella encauce su vida con otro hombre, de mayor poder adquisitivo, pero de un carácter similar al de su ex-marido, no son obstáculos para que cuando transcurrido el tiempo le pide que vuelva, ella cierre los ojos y tome la decisión más acertada.
 Nos ha sorprendido esta agria cinta por la originalidad de su planteamiento, el tratamiento que le da al tema, el estupendo guión que tiene de base, que en ningún momento deja intuir cual va a ser el desenlace final, hasta que se produce, y que a lo largo de su desarrollo va dejando constantes interrogantes hacia la actitud y conducta de los dos personajes centrales.
 Es una historia de amor en su estado más puro de unas personas con una capacidad de amar completa y por encima de todo, lo que provoca que sean drásticas en sus decisiones o que ocasionen irremediables desastres. El amor cuando se lleva a límites extremos entra en el terreno de la pasión, que a veces es ciega, y provoca situaciones diferentes, incomprensibles, que tan sólo son capaces de descifrar los propios enamorados.
 La estupenda dirección de Nick Cassavetes y sobre todo el excelente trabajo de Robin Wright en la primera mitad y de Sean Penn en la segunda, hacen de esta producción una pieza destacada que mereció el Premio de mejor película de la comisión técnica y el de mejor actor para Sean Penn en el Festival de Cannes. Producida por Carlos Reygada, Carlos Serrano Azcona, Jaime Rosales y Jaime Romandía, hace su ópera prima el guionista y director madrileño Carlos Serrano Azcona, que fue ayudante de dirección de Carlos Reygada en su primer largometraje, Japón.
Antes estudió Filosofía en la Universidad Complutense y dirección en la London Film School, pero poco aprovecharía el tiempo a juzgar por los resultados de su ópera prima.
 A la vista de quienes son los productores, del estilo de cine que suelen hacer, de la ayudantía de dirección con el que aprendió, no es de extrañar que el cine que lleva a cabo en su primera película este individuo sea exactamente igual que el de sus próceres, con las mismas características, de aburrido, de sin sentido, de sin argumento y de sin idea de lo que es el lenguaje cinematográfico en su afán de innovar o de epatar, siempre con la cámara a mano y pegada a la nuca del protagonista que deambula por las discotecas y las calles de noche, de día o duerme en un banco, sin la más mínima elipsis de tiempo.
 El protagonista se ha divorciado de su mujer pero quiere ver a sus hijas, cosa que tiene prohibido por ley y a pesar de ello se empeña en hacerlo. Ha trabajado fugazmente en la discoteca de un amigo pero es expulsado a las primeras de cambio y se vuelve a quedar en la calle sin nada que hacer. Termina acercándose a ver a su abogado que le vuelve a decir que no haga nada y acaba por querer tirarse de un puente y ahí se corta la historia, si es que a eso se le puede llamar así, que está mejor contada en estas cuatro líneas que en las insoportables imágenes de esto ya que no nos atrevemos a llamarle película.
 Esta misma técnica en las cintas de Reygada es aburrida, se ve crecer la hierba, observar íntegro un amanecer o una puesta de sol, pero al menos tiene una belleza que aquí no hay por ningún lado. Y se ponga como se ponga el director y sus patrocinadores esto es anticine, anticomercial y dudamos que encuentre quien lo estrene. Pasó por el Festival de San Sebastián en una de las secciones paralelas, que es donde se ha llegado a exhibir y los pocos que la vieron salieron echando pestes.