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CRITICA
Por: PACO CASADO
Antes se despachaba a una producción española de forma despectiva con el calificativo de "una españolada", igual podríamos calificar esta película como "una americanada".
El avispado productor Jerry Bruckheimer, que tantos films de acción de éxito está produciendo en los últimos años, ha recordado que también dio el pelotazo con Flashdance, una comedia en la que una chica triunfaba en el mundo de la danza.
Ahora se le volvió a encender la bombilla de las ideas cuando leyó un artículo en un periódico acerca del Coyote Ugly, un bar con unas características muy especiales, donde no se sirve más que alcohol, las camareras mandan y también beben y a los camorristas se les calma con agua o cubitos de hielo, si en algún momento se pasan mientras ellas se exhiben bailando o cantando encima de la barra.
Allí llega Violet, una chica de un pueblo New Jersey, donde ha abandonado a su padre, dispuesta a triunfar como compositora en Nueva York y para ganarse la vida se emplea en el bar, mientras se enamora de un joven cocinero australiano, es apoyada por su mejor amiga y encuentra en las compañeras su familia adoptiva.
Es una historia que hemos visto mil veces en la pantalla y que sirve para el debut de David McNally en la dirección y como lanzamiento de un nuevo rostro juvenil, el de Piper Perabo, a la que auguran un gran éxito como la nueva Julia Roberts.
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