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CRITICA
Por: PACO CASADO
" Speptoey su hijo", este es el título original de esta poco original comedia inglesa cuyo único aliciente y novedad es que se sale de lo corriente en cuanto a la forma de provocar la carcajadaa, en ocasiones.
Estos dos son los protagonistas de la historia, dos tipos insólitos, padre e hijo. El segundo en edad más que casadera rondando los cuarenta y el primero convertido en un viejo verde que acompaña a su hijo hasta en la luna de miel en un hotel de la Costa Brava.
Esto y otras muchas salidas de tono es lo que se ha elegido para provocar la risa, con situaciones poco agradables y con un guion más bien flojo, desequilibrado, que comienza con un arranque que parece prometer bastante, pero que en seguida se viene abajo en su agilidad e interés.
Cliff Owen, mediocre realizador británico, no hace mucho por evitar el descenso en picado de la película no sabiendo al final como resolverla y metiéndose en unos problemas que más bien rozan el melodrama en lugar de la comicidad pretendida.
Los dos actores protagonistas, el veterano Wilfrid Brambell como e padre y Harry H. Corbett como el hijo, llevan sobre sí casi todo el peso de la cinta, con algunas apariciones de la atractiva Carolyne Seymour que alegra la vista ante la constante visión de dos tipos tan feos.
Colorido y música aceptables y en lo moral decir que encontramos algunas situaciones comprometidas, frases de doble sentido y defectos de forma, aligerados por la censura, son sus reparos más importantes de esta "desagradable" comedia británica de gruesa sal y poco de ese tradicional fino humor inglés.
Fue presentada en la Semana de Cine de humor de La Coruña.
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