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CRITICA
Por: PACO CASADO
Sin apenas historia el cine de Hollywood nos demuestra con esta producción que el séptimo arte no necesita más que apenas una excusa para lograr un producto visual de imagen en movimiento, ritmo a granel y como consecuencia de todo ello, las carcajadas brotan fácilmente en el público que llena la sala.
Se puede decir que esta película no aporta nada nuevo y que todo en ella está basado en viejos trucos de persecuciones, empleadas como recurso seguro desde los primitivos films mudos de Buster Keaton, Charles Chaplin, Harold Lloyd, etc., pero de lo que no cabe duda es de que siempre es eficaz en todo momento.
Bandido ha recibido una insólita, aunque generosa oferta: ochenta mil dólares si consigue transportar una carga de cerveza en menos de veinticuatro horas entre los estados de Texas y Atlanta.
No resultará sencillo, ya que en su trayecto debe cruzar la frontera entre esos dos estados y, al llevar alcohol cometerá un delito.
La policía está advertida, pero Bandido tiene su plan: Cledus, un amigo camionero, conducirá un trayler y él, con un veloz automóvil irá sirviendo de cebo provocando a los agentes.
Carrie, una joven vestida con traje de novia, que hace autostop, ya que acaba de dejar a Junior, su novio, en el altar, complicará más aún la aventura.
El frustrado novio es el hijo del sheriff Buford T. Justice y cuando descubren la huida de Carrie, emprenden una persecución a alta velocidad para atrapar a Bandido.
La simple apuesta entre ese camionero profesional apodado Bandido y un millonario, para trasladar un camión cargado de cerveza de un estado a otro en un tiempo récord teniendo que burlar los controles policías, es lo que sirve de argumento a esta sencilla comedia.
Para colmo la citada chica que huye de la iglesia a punto de casarse con el idiota hijo del sheriff vendrá a complicar más las cosas y a hacer más furibunda la larga persecución.
Todos los mil y un trucos, saltos espectaculares, carreras a velocidades endiabladas, burlas a granel y chistes fáciles, siempre con una sonrisa en los labios o unas carcajadas, son los materiales empleados por Hal Needham como principal arma para hacer reír al público con esta sana comedia, en la que no faltan unas gotitas de amor para que nada falte y todo quede completo y divertido durante hora y media.
Burt Reynolds aporta su simpatía, Sally Fields su ingenua belleza y por su parte Jackie Gleason incorpora al burlado sheriff.
Nominado al Oscar el montaje y al Globo de oro Sally Fields.
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