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CRITICA
Por: PACO CASADO
De entre la nueva generación de director norteamericanos, salidos tras los grandes maestros, en los años sesenta, posiblemente sea Sam Peckinpah uno de los nombres de más categoría y prestigio y que más sólidamente ha confirmado con sus obras esta fama que creemos justamente adquirida, aunque sea llamando poderosamente la atención con sus películas.
Hombre muy discutido por la crítica joven especializada, tiene dos bandos claramente diferenciados: uno lo ataca, mientras que el otro lo defiende a rabiar.
La postura de los segundos es la nuestra, sin llegar a esos extremos, lo que apoyamos con el hecho de no ser muchos los directores que están surgiendo en estos momentos, ni de los que salieron en su día, que hayan logrado hacer el cine que él nos ofrece.
Puede parecer un poco de autoconvencimiento aquello de que "en el país de los ciegos el tuerto es el rey", aunque no creemos que esta comparación sea totalmente exacta en el caso de Sam Peckinpah.
Su cine nos agrada, su forma de contar es sencilla y llana, digna de tenerse en cuenta, ya que ha llegado a crear moldes y formas que después han llegado a copiar otros.
Llamado por muchos el director de la violencia, ha empleado ésta como forma para combatir contra la propia violencia, para que actúe como revulsivo que haga que se deteste y no se use como una forma de actuar contra el prójimo.
Es cierto que en sus anteriores films así ha ocurrido y que su filmografía ha llevado una línea con un camino fijo a recorrer y con cosas que decirnos o tratando de demostrarnos algo que no encontramos aquí en esta su penúltima cinta por el momento.
Doc McCoy es un hombre que cumple condena pero consigne salir de la cárcel en libertad condicional.
Tras reunirse con Carol, su esposa, planea cuidadosamente el atraco a un banco.
La pareja logra su objetivo consiguiendo medio millón de dólares, pero les queda lo más difícil: escapar de la policía que los ha descubierto y se han lanzado tras ellos.
'La huida' (1972) es una de las más originales de su director Sam Peckinpah, el creador de un cine violento y de personajes absolutamente marginales, la misma violencia la utiliza para recalcar el carácter amoral de los tipos de su cine muy bien aceptado por los espectadores de todo el mundo.
La historia está extraída de un relato de Jim Thompson uno de los autores más destacados de la novela negra norteamericana, que cuenta con un guion de Walter Hill y una espléndida fotografía de Lucien Ballard, habitual colaborador de este director.
Sam Peckinpah en esta ocasión tan sólo ha contado una historia, también con violencia, porque ésta se encuentra presente en el mundo actual en el que se desarrolla la acción y por ello no podemos olvidarla, ni eludirla, con esa técnica de cine negro norteamericano, pero actualizada a los momentos que vivimos.
Y de rechazo nos ha mostrado la corrupción que existe en determinados estamentos sociales norteamericanos, siempre dispuestos a todo por el dinero.
Su personaje está abocado a una vida que no puede evitar, ni salir de ella, a donde le impulsa su propia mujer.
Sam Peckinpah es uno de los directores de los últimos años del cine de Hollywood más discutidos por ello de su tiempo, pero posiblemente también de los que más prestigio goza de entre los de su generación.
Un hombre que siempre levanta polémica, pero lleva un camino firme, sin desvariar en su trayectoria y dentro de un cine de notable calidad.
Tal vez por su forma tan peculiar y personal de ver las historias o por la violencia que derrocha en ellas, es criticado y no aceptado por todos.
Curiosamente se daba el caso de ser sus detractores los que más le defendieron en películas como 'Junior Boner' (1972), cuando los otros críticos pensaron que había decaído en su producción y que su cine no tenía el mismo interés.
'La huida' (1972),cuyo guion está basado en la novela de Jim Thompson, publicada en 1958, es perfectamente encuadrable en su filmografía violenta, aunque echamos de menos en ella la falta de profundidad en su argumento y la defensa de una tesis que la apoye en sus imágenes a diferencia de otras suyas anteriores.
Pero también es sabido que no tienen por qué decirnos cosas a veces los films, sino que su tema o su argumento sea simplemente una historia coherente, que nos relate o nos exponga unos hechos sin tener que sacar conclusiones.
Cinta típica de aventuras de corte policiaco protagonizada por una pareja que lleva a cabo un robo y que logra triunfar, aunque la censura española cortara la huida final y cambiara el sentido, para justificar el hecho de que el criminal nunca gana.
'La huida' (1972) no es más que un simple ejercicio de estilo que demuestra que se puede hacer una gran película aprovechando la popularidad de una famosa pareja en la cabecera de cartel siempre que se cuente con una buena historia y un director con ideas que sepa llevarla a cabo y esto es sencillamente lo que ha hecho Sam Peckinpah.
Encarnando a estos protagonistas dos famosos actores, como el siempre seguro y espléndido Steve McQueen y a su lado Ali McGraw, su esposa en la vida real, ésta última a gran distancia de su papel en 'Love Story' (1970), notándose en ella mucho más la buena dirección de Sam Peckinpah, que logra una excelente interpretación de la pareja protagonista, encarando esos dos delincuentes a los que persigue la policía estupendamente narrado.
Premio Golden Reel de los editores de sonido americanos. Nominada al Globo de oro la música de Quincy Jones.
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