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INFORMACIÓN
Titulo original: Tracers
Año Producción: 2015
Nacionalidad: EE.UU
Duración: 88 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Acción
Director: Daniel Benmayor
Guión: Leslie Bohem, Matt Johnson, Kevin Lund, T.J. Scott
Fotografía: Nelson Cragg
Música: Lucas Vidal
FECHAS DE ESTRENO
España: 14 Agosto 2015
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Entertainment One


SINOPSIS

Un joven trabaja como mensajero para poder ganarse la vida y pagar sus deudas. Un buen día choca con una complicada chica que se encuentra atrapada en una red de criminales callejeros que se valen del parkour para cometer sus fechorías. El mundo del joven se ve envuelto por el de la chica, la cual le proporciona un trabajo muy bien remunerado. Pero el líder de la banda convertirá la vida de estos chicos en un juego peligroso...

INTÉRPRETES

TAYLOR LAUTNER, MARIE AVGEROPOULOS, RAFI GAVRON, ADAM RAYNER, SAM MEDINA, DOUA MOUA, LUCIANO ACUÑA JR., DOUG DRUKER, TEALE KATE, SCOTT JOHNSEN, JOSEPH HARRELL

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'Tracers' es a primera vista muy simple. Trata sobre un chico (‘Cam’) que conoce a una chica (‘Nikki’). La chica le permite recuperar parte de su vida y sus ganas de vivir. Mientras sucede todo esto, fuerzas externas lo están sometiendo a una gran presión. Y ahí es donde arranca 'Tracers'.
  “Me encantan los dramas de acción. Me gustan las películas con escenas de acción alucinantes pero que tienen un motivo. El mundo del parkour y su filosofía siempre me han recordado a la filosofía del surf o del alpinismo o de cualquier otro deporte extremo”, opina el productor Marty Bowen. “¿No sería interesante encontrar una forma de introducirnos de manera natural en ese mundo con un drama de acción alucinante?” Bowen también sabe que emprender un proyecto de estas características exige verosimilitud absoluta por parte del reparto, porque, en caso de no ser así, los espectadores lo notan enseguida. “Creo que el público nota de modo subconsciente si un actor es capaz de realizar una determinada escena de acción o saben que no es él”, sostiene Bowen. Y, para 'Tracers', era fundamental que nuestro reparto resultara lo más creíble posible. “Así que, para esta película”, prosigue Bowen, “el verdadero reto fue encontrar actores a los que creyéramos capaces de hacer el trabajo. La verdad es que sinceramente no había ningún otro actor que pudiera interpretar el papel principal de Cam mejor que Taylor Lautner. Y, francamente, hay cosas que ni siquiera su doble, el especialista que le enseñó a hacer parkour, sabe hacer tan bien como Taylor. Es un verdadero prodigio como atleta”. Así que 'Tracers' es una conjunción perfecta de drama y acción que utiliza esas habilidades físicas extraordinariamente depuradas como medio para hacer las cosas de forma rápida, eficaz y decididamente distinta a como se han visto nunca antes en el cine. Pero el otro aspecto de importancia crítica a señalar es que Lautner no sólo está físicamente a la altura de las exigencias de la película, sino que al mismo tiempo ha crecido como actor, y este papel exigía verdadera capacidad interpretativa”.
  “Tracers' es una historia muy dickensiana, al estilo de ‘Oliver Twist’, sobre un joven que se ha quedado básicamente huérfano; no tiene ni padre ni madre, y se ha visto obligado, a muy pronta edad, a valerse por sí mismo. Así que Cam sueña con arreglar el viejo deportivo de su padre e irse muy, muy lejos”, explica Bowen.
  “Nuestra historia empieza con Cam, un joven mensajero en bici que, por una serie de desgraciadas circunstancias, debe dinero a la gente equivocada. Intenta desesperadamente encontrar el modo de conseguirles ese dinero lo antes posible, para así poder terminar de arreglar el coche de su padre, abandonar la ciudad y empezar una nueva vida. Pero por el camino conoce a una chica, Nikki, de la que se enamora perdidamente, y que cambia por completo sus planes cuando lo introduce en un mundo que ni siquiera sabía que existía, el del parkour, en el que encuentra a ella y a sus amigos, una banda de delincuentes callejeros, que se convierten en su nueva familia sustituta de huérfanos. Pero junto a eso, está la parte negativa de todo lo que sucede entre bastidores, que es muy complicado, y lo que esta nueva familia se dedica a hacer, bajo el férreo dominio de Miller, es claramente ilegal. Y, antes de darse cuenta, Cam se encuentra mucho más metido de lo que esperaba. Es consciente de que, para poder salir de este mundo, va a tener que tomar medidas drásticas”, cuenta Bowen.
  En cuanto al director del filme, el innovador realizador español de increíble talento Daniel Benmayor, Bowen comenta que lo conoció a través de una cinta que había hecho llamada “Bruc. El desafío”. “Vi esa película”, recuerda Bowen, “y me pareció que tenía una sensibilidad visual realmente increíble. Y luego vi muchos de sus trabajos publicitarios y me quedé igualmente asombrado. Mi socio en Temple Hill, Wyck Godfrey, y yo estábamos buscando algo que pudiéramos hacer con Daniel”. Así que Bowen le mostró a Benmayor el guión de 'Tracers', para conocer su enfoque del material. “Un par de semanas después, recibí algo en mi oficina con una nota que decía: ‘Me he tomado la libertad, ya que estoy a casi 5000 km de distancia de vosotros, de montar algo que me parece que refleja mi visión del filme’. Normalmente, cuando alguien hace algo así, utiliza elementos de distintas películas, los monta juntos, le añade su propia música y eso es lo que te presenta”, prosigue Bowen. “Pero Daniel fue más lejos y rodó una escena que ni siquiera estaba en el guión original, y lo contratamos inmediatamente para dirigir 'Tracers”.
  Nelson Cragg, un director de fotografía joven y de nueva escuela, coloca su cámara a pie de la acción y mete a los espectadores en la película. “El aspecto del filme trata de ser lo más realista posible”, aporta Bowen, que agrega: “Hemos utilizado de forma casi exclusiva la luz disponible siempre y cuando fuera factible. Se trataba de socavar las expectativas de lo que el público cree que se va a encontrar… y crear algo que resulte más real que el típico vehículo de acción”.
  La sensación de realismo de 'Tracers' se refuerza con la forma de hacer que Nueva York se convierta en un personaje más de la película. “¡La ciudad es nuestro plató! ¡Es nuestro telón de fondo! Es aquello por lo que corremos y saltamos, de modo que no tenía sentido rodar este filme en ningún otro lugar que no fuera Nueva York”.
  Aparte del realismo que ofrece Nueva York, Bowen apunta que “nuestro coordinador de especialistas y director de la segunda unidad, Gary Powell, era el otro embajador del realismo. Gary, el ayudante de coordinador de especialistas Lee Morrison y su equipo son los mejores en su trabajo. Si pretendes hacer una película de acción que quieres que parezca real, son el primer equipo de la lista al que recurrir. Se encargaron de las tres últimas entregas de Bond y de las tres películas de Bourne, y eso sólo para empezar. Sienten una pasión increíble por su trabajo, se han criado en ese mundo y llevan el trabajo de especialistas en la sangre. Así que son una parte tan importante de este proyecto como cualquier otra. De hecho, después de Taylor, fueron las primeras personas a las que abordé”, desvela Bowen.
  Y cuando aúnas drama, personajes reales que conectan en circunstancias difíciles y además puedes meter a los espectadores en la piel de los actores, ¡promete ser una gran experiencia!
  El productor Wyck Godfrey, socio de Marty Bowen en Temple Hill, es muy modesto sobre su papel en 'Trracers'. “La verdad, fue idea de Marty. Hace unos años leyó un artículo sobre la estética del parkour. Se le ocurrió la idea de tratar de crear una cinta de acción ambientada en ese mundo, entre gente que lo hacía más o menos por diversión, pero que al mismo tiempo tienen un negocio paralelo, por llamarlo así. Así que después de escribir y desarrollar el guión, lo sacamos adelante de forma independiente. Para mí, lo emocionante de la película es la acción y los personajes y su mundo del parkour. Siempre me ha fascinado el simple concepto básico de una actividad atlética urbana en la que prima la eficacia para llegar de un lugar a otro de la forma más eficiente posible. Bastaba ver los vídeos de la gente que empezó practicándolo en Francia y lo trajo después a Estados Unidos para no poder evitar sentirse inspirado. Te das cuenta de inmediato de que si alguien pudiera rodar eso de manera que fueras realmente acompañando a los actores, con la cámara, a lo largo de esas maniobras, quedaría alucinante... y es algo que no se puede falsear. Nos pareció muy emocionante”.
  Algunas películas tardan en hacerse lo que parece una eternidad. “Hace años, cuando a Marty se le ocurrió inicialmente la idea, estábamos haciendo una película con Channing Tatum, así que nos pareció que Channing sería ideal. Y, por aquel entonces, lo habría sido. Se la propusimos y le gustó”, recuerda Godfrey. “Para cuando tuvimos el guión listo, Channing había seguido adelante y había hecho ya otras cosas, así que esto parecía quedarle algo pequeño. Además, se había vuelto un poco mayor para el papel; ya estaba casado y tenía un hijo. Y a Marty y a mí siempre nos pareció que el valor de la película era poner a alguien joven, que estuviera tratando de salir adelante y triunfar en Nueva York, por lo que nos pareció que tenía que ser alguien más joven”, prosigue Godfrey. “Taylor Lautner es parte de nuestra familia y llevábamos buscando el modo de volver a trabajar con él desde que acabamos con la franquicia de Crepúsculo. Le enviamos el guión y, mira tú por dónde, le encantó. .Y sólo por experiencia, sabía que Taylor podía hacer nueve de cada diez cosas que le pida cualquier especialista. Es un atleta asombroso. Está dispuesto a todo y se toma el tiempo que haga falta para aprender a hacerlo y ejecutarlo maravillosamente. Así que tenía mucho sentido ofrecerle el papel. Ha ido más allá de lo que cualquiera de nosotros esperábamos de él... y además creo que se lo ha pasado bomba”.
  A Godfrey le encanta la forma que tiene el director Daniel Benmayor de abordar el estilo del filme. “Daniel está plasmando en celuloide la estética dura de nuestra historia. Nuestra intención no era que la película diera sensación de estar muy pulida, sino que pareciera muy real. Daniel ha sabido transmitir eso con su forma de rodar. Todo está ante la cámara. Rara vez ha sido necesario recurrir a cualquier tipo de efectos visuales para realzar lo que se estaba rodando. Creo que a los espectadores jóvenes de hoy les gusta sentir el realismo de la película y no quieren sentirse engañados, de modo que sientas que te estás metiendo en el mundo de la película de una forma que no sería posible cuando algo está excesivamente elaborado. Y sé que los espectadores se van a encontrar con algo que no habían visto nunca de Taylor; un personaje sólido, real, duro. Creo que van a ver las escenas de acción de parkour rodadas de una forma que no han visto nunca, en las que la cámara se desplaza realmente con los actores, mientras realizan todas esas maniobras tan intrincadas y complicadas en tiempo real, y de verdad. Creo”, concluye Godfrey, “que a los espectadores les va a gustar ver esta imagen de Estados Unidos, esta imagen del Nueva York actual en el que, para triunfar, tienes que infringir las normas para conseguir lo que necesitas”.
  Para Taylor Lautner, 'Trracers' suponía una oportunidad de demostrar al mundo que es un actor a tomar en serio. Ha logrado convertirse en una presencia de gran talento en la gran pantalla, que no sólo puede hacer frente a las rigurosas exigencias físicas de un thriller de acción vertiginosa, sino que también demuestra igual facilidad en las secuencias más centradas en los personajes que suponen el hilo conductor de 'Tracers' y convierten la película en un drama dinámico y trepidante.
“Ya había trabajado antes con Marty y Wyck, y queríamos encontrar otro proyecto en el que trabajar juntos. Cuando surgió la posibilidad de hacer 'Tracers', me quedé encantado, porque no había hecho nunca nada parecido. Es un guión que gira enteramente en torno a los personajes, y tanto ellos como las relaciones que se establecen entre los mismos me atrajeron desde el primer instante”, explica Lautner. “Me encantó lo crudos y duros que son los personajes de la historia y los problemas reales que tienen que afrontar. Sabía que eso me permitiría meterme en el papel de ‘Cam’, que supondría todo un reto que me permitiría crecer como actor”.
  Las escenas de acción resultaron intensas y muy emocionantes para Lautner. “La primera vez que me reuní con Daniel me dijo: ‘Quiero que hagas tantas escenas arriesgadas como puedas. Quiero que esta película resulte lo más real posible. No quiero efectos especiales. No quiero suspenderte de cables. Quiero que lo hagas tú. Quiero que todos lo hagan de verdad, porque los espectadores sin duda notan la diferencia. El público no es tonto y, cuando es real, les permite conectar mucho más con la historia de la película’. Y eso viene a ser lo que hice. De hecho, hubo algunas cosas que me sorprendió que me permitieran hacer. ¡Por suerte, sigo aquí!”, bromea Lautner, y agrega: “Además, hemos incluido en nuestra película a gente del mundo real del parkour. Así que teníamos a actores excelentes y a gente ‘real’; dos de los miembros del reparto principal, Luciano Acuna, Jr. y Josh Yadon, debutan como actores en 'Tracers'. Consiguieron sus papeles por su destreza en parkour, y ambos han hecho además un trabajo estupendo en la faceta interpretativa. Esa combinación hace que la película resulte increíblemente realista”.
  El director Daniel Benmayor no podría haberse sentido más entusiasmado cuando le pidieron que dirigiera 'Tracers'. Era un proyecto lleno de elementos que lo hacían muy tentador. “Básicamente, el principal atractivo de 'Tracers' era la oportunidad de rodar en exteriores de Nueva York, contar con Taylor Lautner como estrella de la película e involucrado en el concepto (parkour) del filme – que es básicamente un grupo especial de personas que hacen cosas especiales en su trabajo como mensajeros y que utilizan los tejados para desplazarse por la ciudad, por lo que están fuera del alcance de la gente que se encuentra a ras de suelo. Eso me resultaba muy atractivo, y la forma que tiene de presentar la acción dentro del concepto de la película, esa mezcla de parkour por los tejados con los propios mensajeros, era muy interesante”.
  Benmayor era plenamente consciente de que las películas de acción giran básicamente en torno a los personajes. “Si no hay emoción, si no hay sentimiento en la mirada de los personajes, la acción es inútil. Para mí, el mejor enfoque es mezclar la emoción con la acción”. Benmayor no pudo quedar más impresionado con Taylor Lautner. “Ha ofrecido una gran interpretación y los espectadores quedarán emocionados con la evolución de su capacidad como actor y la profundidad de su personaje. Además, no me cansaré de repetirlo, tuvimos mucha suerte, porque es el mejor atleta que cabe imaginar. Lo hacía mejor que los especialistas. Y encima es visualmente más hermoso que su propio especialista, lo que era una gran ventaja para nosotros”, agrega Benmayor. “La película es un triángulo amoroso mezclado con el elemento del parkour, porque utilizan esta disciplina como herramienta para su negocio, pero tampoco diría que es una película que gire en torno al parkour, sino más bien que es una historia de amor con excelentes secuencias de acción que utilizan el parkour, lo que en esencia lo convierte en un recurso más”.
  Benmayor está encantado con el aspecto general del filme y la sensación que transmite. “El estilo y la imagen de la película es algo por lo que nos hemos esforzado desde el mismo momento en que se concibió el guión, con la idea de que resultara muy espontáneo, visceral, crudo, natural. Y Nueva York es un lugar increíble, con entornos y texturas estupendas… francamente, es como un personaje más de la película”.
  Benmayor sabe que los espectadores se van a quedar anonadados con la emoción y la verosimilitud de 'Tracers'. “Pueden esperar encontrarse algo que parezca real, factible, con lo que se puedan identificar, porque no contamos con efectos especiales superelaborados. Así que, por extraordinario que sea el trabajo de los especialistas – y es extraordinario – parece cercano, creíble, realista, a un nivel al que los espectadores pueden acceder realmente, y no parece falso para el público, tanto en el aspecto emocional como en el de la acción. Y una vez más he de hacer hincapié en que Taylor hizo un gran trabajo, tanto en lo referente al desarrollo del personaje, el arco argumental que vive su protagonista, la trama, sus emociones, como en lo referente a verlo hacer las escenas reales, que son algo asombroso”.

  Normalmente, los especialistas son los héroes anónimos del cine. Sabes que están ahí porque no te puedes creer lo que ves. Pero se supone que deben permitir que te metas en la acción sin notar la diferencia y conseguir que te creas que James Bond o Jason Bourne son esos temerarios que vuelan por los aires, corren por tejados, descienden esquiando por laderas imposibles e infranqueables, etc., etc. Pero en 'Tracers' nuestro coordinador de especialistas y director de la segunda unidad Gary Powell, así como nuestro ayudante de coordinador de especialistas Lee Morrison fueron las personas que se merecieron los mayores elogios y los auténticos y verdaderos héroes olvidados del filme.

  “Estamos aquí, en Nueva York, donde nos hemos metido en un deporte muy popular llamado parkour”, explica el coordinador de especialistas Gary Powell, “que ahora practican chavales de todo el mundo porque la verdad es que es muy barato y a la vez es un ejercicio excelente en el que todo es natural, por lo que prácticamente cualquiera puede hacerlo. Así que, para 'Tracers', tomamos ese concepto para nuestro protagonista principal, Cam, interpretado con gran pericia por Taylor Lautner, un mensajero en bici que recorre Nueva York con facilidad y velocidad. Conoce a un grupo de chicos que utilizan el parkour como forma de moverse por la ciudad sin que los vean las autoridades... y adopta su modus operandi y se convierte rápidamente en parte de su banda”.
  “Cuando empiezo a trabajar en una nueva película, sobre todo con un actor o actriz a los que no conozco, siempre intento hacerles una evaluación física cuanto antes para determinar cuánto tiempo de preparación voy a necesitar con ellos”, explica Powell. “Así que, muy al principio, en Los Ángeles, reservamos una hora en Tempest Free-Running y organizamos una sesión. Aparecí con Taylor y le presenté a la gente de allí, seguramente no llevaba más de diez minutos cuando me acerqué a Taylor y le dije: ‘Bueno, creo que me voy a ir, porque estoy encantado con lo que veo’, y me fui, porque Taylor era increíblemente sensacional. Su energía y su capacidad atlética son asombrosas. Supe que este trabajo iba a ser mucho más sencillo, porque siempre te encuentras con directores y actores que dice que quieren hacer todas sus ‘cosas’, pero en el caso de Taylor sabía que era físicamente más que capaz de hacerlo y no me preocupaba lo más mínimo. Está sobradamente capacitado para todo”, afirma Powell. “Lo cierto es que la única razón por la que no hizo el 100% de todas y cada una de sus escenas, sino más bien el 95%, fue por cuestión del seguro y por prudencia, y no tuvo absolutamente nada que ver con su falta de capacidad”.
  “Teníamos a un especialista fantástico para Taylor, pero lo tuvo muy fácil en esta película. Lo que hace es preparar muchos de los movimientos para Taylor y nos aseguramos de que sea lo más seguro posible. Entonces llega Taylor, y normalmente hay que coreografiar lo que quieres que haga el actor, para hacerlo un poco más fácil. Pero con Taylor NO fue el caso. No había que contenerse. Podíamos ir a toda velocidad y al 100% y sabíamos que sería sobradamente capaz de hacerlo, lo que fue estupendo”, recuerda Powell.
  La historia de 'Tracers' se ambienta fundamentalmente en los tejados de Nueva York. “Pasamos mucho tiempo buscando esos tejados”, aporta Powell, “lo que hace que quede tan bien es que el parkour se hace de verdad, sin trampas. Si estamos a gran altura, estamos a gran altura; si saltamos una gran distancia, saltamos una gran distancia. No está retocado por ordenador. Teníamos una escena en la que había una pared de más de cinco metros de altura. Taylor corrió hacia ella, se impulsó con un tablón y escaló corriendo la pared. Fue impresionante. Y son cosas así las que van a marcar la diferencia cuando la gente vea la película”. También hubo mucha suerte con el resto del reparto. “Rafi Gavron ya había hecho antes otra película en la que tenía que usar parkour, así que tenía mucha experiencia”, explica Powell. “Marie era nueva en esto, así que necesitó más preparación. Pero Marie es muy atlética y lo pilló muy bien, lo que nos permitió hacer algunas cosas de verdad con ella. Y luego teníamos a Luciano y a Josh, que son auténticos practicantes de parkour con papeles principales en la película. Son fantásticos en lo que hacen, lo que me facilita el trabajo, porque nos permitió poner rostros reales ante la cámara”.
  Para Powell, si es fácil, no tiene gracia. “Siempre me ha gustado el reto de alguien que me diga que algo es imposible y demostrarles que se equivocan. Atravesar Manhattan por los tejados ya es un reto en sí mismo, y estuvo bien poder hilar esas escenas. El barco abandonado, el patio de juegos de nuestro filme, con peligro para los tobillos por todas partes, fue otro de esos sets del tipo ‘demuéstrame qué puedes hacer con esto’. No es fácil filmar en un barco y cuesta mucho trabajo. Y se nos ocurrieron algunas cosas alucinantes pese a los obstáculos. Eso sí que es divertido y gratificante”.
  Powell se muestra encantado por su colaboración con el director Daniel Benmayor. “Siempre quieres ser capaz de leerles la mente”, comenta Powell, “para saber lo que piensan, porque eso te ayuda a hacer lo que tienes que hacer. Los sigues y hablas mucho con ellos para entender qué es lo que quieren. Eché un vistazo a los trabajos anteriores de Daniel y seguro que él hizo lo mismo conmigo. Pero cuando llegábamos a una escena de acción concreta, hablábamos entre nosotros e intercambiábamos ideas, porque quieres entender qué es lo que busca y quieres conseguírselo. Para mí, Daniel se mostró muy receptivo a las ideas que se me ocurrieron. Así que, como colaboración, marchó muy bien”, concluye Powell, “y tiene una buena visión, en la que muchos de los planos son más o menos largos, en lugar de cortar, cortar, cortar. Me gusta la idea de filmar y montar así, porque te acabas aburriendo un poco con eso de los montajes rápidos llenos de cortes. Hizo algunos planos largos con travelling, como uno de Taylor corriendo por unas obras, subiendo por un camión, atravesando un tejado, hasta otro tejado, cruzando una puerta trasera, recorriendo unos pasillos, bajando por unas escaleras y hasta un gran vestíbulo. Los clímax iban todos en secuencia. Normalmente, los habrían cortado en múltiples planos, pero Daniel es lo bastante valiente para dejarle intentarlo, porque mucha gente no se atrevería. Así que es una de esas películas en las que intentamos muchas cosas y, si sale bien, es porque probamos muchas cosas alucinantes que no se habían visto nunca”.
  Lee Morrison es la otra parte fundamental del equipo de especialistas. “Lee lleva con nosotros desde 2006”, comenta Powell. “Trabajé con él por primera vez en ‘Casino Royale’. Tiene experiencia como especialista en bici y ese tipo de cosas se le dan estupendamente. Me gusta cómo trabaja y es mi mano derecha dondequiera que vayamos. Tiene ideas excelentes y entiende lo que quiero. Así que, cuando vamos a sitios nuevos y utilizamos a gente nueva, si no estoy allí, puede hacerles entender lo que quiero ver y cómo quiero verlo, lo que me facilita mucho el trabajo”.

 
El parkour se ha hecho muy popular en ciertas zonas urbanas de Estados Unidos. El prestigioso diario New York Times publicó un artículo en agosto, en su sección de deportes: “Parkour, un pasatiempo nacido en las calles, se traslada a los interiores y a las zonas residenciales”. La popularidad del parkour se ha disparado en la era de YouTube. Según señala el artículo: “Son patinadores sin monopatín, acróbatas urbanos que escalan paredes, saltan por encima de buzones o de un edificio a otro, en acrobacias que podrían hacer que ‘Spider-Man’ se lo pensara dos veces”. El artículo continúa señalando que, “los practicantes de parkour, un pasatiempo atrevido nacido en las calles, han visto desde hace tiempo los espacios públicos como su propio patio de juegos, y el parkour como el juego definitivo de los rebeldes; sin reglas, ni ligas, ni equipamiento, ni ganadores. Empezó en Francia y se ha extendido por todo el mundo: Gaza, Tokio, Roma y Miami son lugares donde se ha arraigado el parkour. ‘Te sientes libre y muy feliz. Sólo tienes que mantenerte cerca del hormigón”, explica Vanya Prokopovich, un técnico de laboratorio de 20 años de Ann Arbor, Michigan, al ensalzar el parkour.
  Y este es el mundo en el que se ambienta 'Tracers', y el mundo en que se ve metido Cam a través de Nikki y su pandilla de niños rotos y perdidos, y Miller, su perverso cabecilla.
  Parkour es una disciplina física de origen francés, derivada del término “parcours du combattant”, un tipo de entrenamiento militar en circuito de obstáculos. En esencia, parkour es el arte del desplazamiento rápido y eficiente, mediante técnicas como volteretas, saltos y escalada. Sin embargo, a medida que se ha ido desarrollando la disciplina, el parkour se ha visto vinculado a muchos aspectos del desplazamiento y la mayoría de sus practicantes considera que simplemente se refiere al desplazamiento por un entorno. Independientemente de la definición empleada, sus practicantes (conocidos como traceurs para los hombres y traceuses para las mujeres) se esfuerzan por expresarse mediante la creatividad, fluidez y belleza física de su movimiento.
  En la última década, el parkour ha experimentado un gran auge a nivel mundial y se han formado comunidades en todos los rincones del planeta. Desde clases específicas de parkour e instalaciones deportivas a su difusión en cine y televisión, la disciplina ha captado la atención de los espectadores de todo el mundo. Pese a su habitual representación como una actividad extrema y peligrosa, la disciplina pone mucho énfasis en la seguridad, la preparación física y el avance gradual. Siempre se anima a sus practicantes a empezar aumentando su fuerza y practicando los fundamentos en un entorno seguro. Sólo cuando los practicantes hayan fortalecido su cuerpo y dominado movimientos básicos deberían pasar a aprender técnicas más avanzadas.
  Las exigencias físicas del parkour sólo son comparables a su implicación mental. Se suele decir que el entrenamiento es “20% físico y 80% mental”, y que a menudo los obstáculos más difíciles de superar se encuentran en nuestra propia mente. La falta de confianza en uno mismo y el miedo al compromiso son los primeros obstáculos que debe afrontar un traceur, y sólo cuando los ha superado puede alcanzar su máximo potencial físico. Al igual que la preparación y el acondicionamiento físicos que exige el parkour refuerzan el cuerpo del practicante, la preparación mental lo transformará sin duda en una persona más segura, creativa y amoldable en todos los aspectos de la vida. Para mucha gente, el entrenamiento en parkour es una forma de llegar a un estado casi zen que permite ignorar todas las distracciones externas y alcanzar la paz mental.

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