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CRITICA
Por: PACO CASADO
No es esta la primera película que produzca el terror con un insecto como es una araña, ya que en la mente de los buenos aficionados seguramente están, sobre todo entre los más veteranos, algunos títulos como 'Tarántula' (1955), dirigida por Jack Arnold, 'Aracnofobia' (1990) firmada por Frank Marshall y más recientemente 'Arañas asesinas' (2007) de Terry Winsor que, sin ser ninguna de ellas una obra maestra, lograron cumplir el objetivo para el que habían sido producidas.
Esta fue elegida para la clausura de la Semana internacional de la crítica en el Festival de cine de Venecia 2023.
Aquí se cuenta la historia de Kaleb, un chico que está a punto de cumplir los 30 años, que nunca se ha sentido tan solo a pesar de vivir en compañía de su hermana, ya que sus padres han muerto.
Discute con Manon, su hermana, con frecuencia y ha roto su amistad con su mejor amigo.
La acción de esta producción comienza con una especie de prólogo en el que un grupo de árabes buscan en el desierto, arañas debajo de las piedras, que después venden en las tiendas de animales.
Kaleb, que antes era traficante de droga, ha dejado ese comercio y ahora se dedica a vender zapatillas de deportes y otros objetos para el hombre que comercia por encargo a particulares.
Pero además en su casa tiene una colección de animales exóticos, a los que añade una nueva araña que ha adquirido cuando va a comprar unos pendientes para su amiga Claudia, que adquiere por el precio conjunto de cien euros.
El mantenimiento de esos animales salvajes le cuesta constantes peleas con su hermana que con frecuencia le corta la electricidad lo que puede originarles la muerte si no tienen el calor que necesitan para vivir.
Pero qué es lo que ocurre cuando la susodicha araña venenosa que acaba de adquirir Kaleb se escapa por un agujero que tiene la caja donde la ha encerrado y comienza a reproducirse a gran velocidad originando la muerte y el pánico en un edificio de la ciudad francesa de Noisy-le-Grand.
Esto es lo que constituye el argumento de esta película en la que Kaleb, su hermana y un grupo de amigos se ven atrapados en el edificio donde se está produciendo esta plaga de arañas mortales que, además, están creciendo cada vez más de tamaño.
El guion está escrito por Florent Bernard y el francés Sebastien Vanicek, siendo este último quien se ha encargado de ponerla en imágenes, siendo su ópera prima, con una realización muy normalita, a la que le ponemos en principio dos defectos: un montaje demasiado en corto, que a veces no se puede el espectador recrear en lo que está viendo y una parte final que se desarrolla de noche o en lugares oscuros que no deja ver bien lo que está ocurriendo.
Hay quien ha querido ver en esta simple historia de terror algo más, como la forma de vida de los suburbios, una crítica social, el racismo, los problemas del capitalismo, la corrupción policial o la solidaridad del grupo, cuando pensamos que es un simple relato de terror puro y duro, con algo de fantasía al agrandar en demasía el tamaño de algunas arañas.
En la interpretación no encontramos a ninguno de los actores, poco conocidos, que destaque por un trabajo relevante.
Premio especial del jurado a la dirección en Sitges. Mejor película y dirección en el Festival Fantastic.
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