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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine español ha cogido últimamente una racha de películas del género de la comedia que arrancó con las realizadas por Santiago Segura que están teniendo bastante éxito de taquilla.
Muchas de ellas están realizadas por directores jóvenes que bien hacen su ópera prima o que están aún en los comienzos de su filmografía.
'Como Dios manda' (2022) es un ejemplo de ello, ya que se trata de una acertada comedia optimista, fresca y divertida, en la que se hace una crítica social, cosa que es muy saludable, necesaria y conveniente en estos momentos en nuestro país que está tan falto de ello.
Nos enfrentamos a una sociedad plural en la que los criterios son muy variados, pero en la que estamos muy necesitados de ser respetuosos para con los demás, sea del color o la raza que sea como ha ocurrido recientemente en algún partido de fútbol en que ha aparecido la vena racista de algunos aficionados.
Debemos en todo momento respetar al vecino, al cónyuge, evitando tantos atentados machistas y mal trato a las mujeres, mostranos condescendiente con el compañero del trabajo, al margen de su raza, credo, religión, opción sexual o estatus cívico.
La convivencia social está en el respeto al prójimo.
'Como Dios manda' (2022) nos da una muestra de ello a través de la historia de Andrés Cuadrado un estricto y probo funcionario del Ministerio de Hacienda, al que asiste siempre vestido con traje y corbata, que no da margen al error, obsesionado con el orden y el exacto cumplimiento de las normas y el deber, conservador en todos los sentidos, que se da de cara con la corrección política, lo que le hace un tipo nada simpático.
Un día tiene un desafortunado enfrentamiento con una compañera del trabajo y para seguir evitando roces, la jefatura lo traslada al Ministerio de Igualdad, donde se encuentra con una forma de funcionar más relajada, en la manera de vestir, donde se evitan los tratamientos, todo el mundo es igual, nadie tiene una mesa fija y se llevan muy bien en todos los sentidos, respetando incluso la sexualidad de algún compañero.
En su nuevo puesto de trabajo tendrá que adaptarse a la forma de actuar de los demás y al nuevo tratamiento de las cosas y los asuntos que allí se dirimen.
El guion de Marta Sánchez respeta las características de la comedia en todo momento lo que hace que el espectador se identifique fácilmente con sus personajes.
El film está rodado entre Sevilla y Málaga, ciudad esta última donde nació su directora, Paz Jiménez, que hace con esta su ópera prima tras haber rodado una media docena de cortometrajes.
Tiene un arranque interesante aunque después deriva a algunas acciones más de carácter emotivo, tiernas y provocadoras, que hace que descienda un poco en la estimación.
El protagonismo descansa en su totalidad en el cómico leonés, Leo Harlem, un actor que se ha puesto de moda y que de un tiempo a esta parte está en presente en varías de las comedias que se producen en la actualidad, bien sea como protagonista o como personaje de reparto, haciendo tres o cuatro al año, desde que comenzó en el cine con 'Torrente 5: Operación Eurovegas' (2014).
Destaca la actuación de Julián Villagrán en el papel del homosexual Víctor, un personaje muy distinto al que estamos acostumbrados a verle, y que lo hace muy bien.
La andaluza Paz Jiménez lleva la comedia con un tono cómico que no decae en ningún momento, salpicando la comicidad a lo largo de toda la trama para diversión del público, al igual que hace con las canciones compuestas por Miguel Rivera que constituyen la banda sonora y para que nada falte se incluye hasta un número de comedia musical.
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