Título: |
LUNA CALIENTE |
Título original: |
LUNA CALIENTE |
Nacionalidad: |
ESPAÑA de 2009 |
Dirección: | VICENTE ARANDA |
Guión: | VICENTE ARANDA, Basado en la novela escrita por MEMPO GIARDINELLI |
Fotografía: |
JOAQUIN MANCHADO |
Música: |
JOSE NIETO |
Interpretes: |
EDUARD FERNÁNDEZ, THAIS BLUME, EMILIO GUTIÉRREZ CABA, JOSÉ CORONADO, MARY CARMEN RAMIREZ, CARLO SÁNCHEZ, EMPAR FERRER y HÉCTOR COLOMÉ |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS |
Duración: |
91 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Qué ha sido de aquel Vicente Aranda que tan notables títulos dio en su momento y que de buenas a primeras en los últimos tiempos parece haber perdido el sentido y el buen hacer en su cine.
De todos es sabido y admitido su afición por el erotismo pero hay ocasiones en que se extralimita, y eso le pierde.
Esta vez adapta la novela de Mempo Giardinelli cuya acción traslada a la España franquista de los años 70 durante el proceso de Burgos.
Juan, empleado de la ONU, viene a España de vacaciones y en su visita al doctor Muniente, conoce a Ramona, su hija de 18 años, que se le insinúa durante la cena, y esa noche la viola. La cree muerta y huye matando también al padre para que no le descubra.
Esto no es más que el principio de una serie de despropósitos sin sentido en un argumento salpicado de sexo, violencia y muerte con la política como telón de fondo, con unos personajes crudos, faltos de vida, en los que predomina la pasión, la sinrazón, la falta de coherencia, guiados por el deseo animal.
Por otra parte el fondo político es igualmente dislocado, sin sentido, con policías que actúan de forma increíble en sus acciones a la hora de llegar a un acuerdo de libertad a cambio de la denuncia de su hermana Cristina.
Por mucho que Aranda diga que se trata de una metáfora de la España violada por la dictadura, que posee simbologías ocultas o mensajes en clave, no se ven por ningún lado o han sido sepultados por la abundancia de escenas de sexo, que no hacen más que poner de manifiesto la decadencia de este director.
La culpa es de un guión desastroso en el que se incluyen citas literarias justificatorias de algunas conductas que no logran mejorarlas en absoluto y que lo único que consiguen es interrumpir la narración.
La actuación de los actores es de lo más irregular y pésima en algunos casos, obligados a recitar unos diálogos lamentables.
A Vicente Aranda parece que con los años se le ha olvidado cómo se le da vida a unos personajes que no la tienen. Tal vez su obsesión por el sexo le hace perder el sentido de la realidad.
No es extraño que fuera pateada en la Semana de Cine de Valladolid, donde se pasó fuera de concurso, y que haya tenido dificultades para encontrar distribución.