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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine de Hollywood, siempre dispuesto a la renovación, aunque con pasos menos espectaculares que otras cinematográficas nos ofrece aquí una nueva vertiente de la comedia con esquema un poco diferente.
Se trata de una historia de amor, pero entre dos personas que nada tienen en común, de caracteres contradictorias, de ideas distintas y opuestas, pero que se atraen y se aman a pesar del paso del tiempo.
Esto puede parecer una simple historia de amor imposible, pero si se profundiza un poco tiene una base sólida que la sustenta al encuadrarse en una época determinada y reflejarnos a toda una generación con la valentía de enfrentarse a una guerra que no deseaban y la forma de resolver una sociedad y una situación que la envuelve.
Es la época que va desde 1937 a los años cincuenta y tantos, con referencia a la guerra civil española.
El situar la acción en ese momento histórico no es un mero capricho para promover a la nostalgia o al socaire de una moda, sino que nos refleja junto a la dureza del tema y la situación, la poética nostalgia de un tiempo pasado, aunque en él hubiera momentos tan duros como los de la caza de brujas del senador McCarthy que padece el protagonista, un hombre deportista y buen escritor que su oficio es hacer guiones cinematográficos con los que gana dinero fácilmente, frente a las ideas comunistas de otros que prefieren dedicarse a la política introduciendo sus doctrinas.
'Tal como éramos' (1973) no por ello deja de ser una comedia que incluso usa el viejo truco de poner en la cabecera de cartel a dos estrellas de la máxima categoría en la actualidad, como antaño lo hiciera el star system con el punto espectacular además de recrear toda una época pasada en decorados, vestuario, canciones, etc. al par que se trata en su argumento temas de lo más trascendentes e interesantes.
En los años 70 se pusieron en voga la moda retro y la comedia tradicional americana con aires renovadores, aunque no alcanzó la calidad de los tiempos dorados de Hollywood, a cargo de los grandes maestros que supieron dominar el género con un estilo propio y único.
Esta producción se puede encuadrar perfectamente en la moda retro o en la comedia tradicional norteamericana que adquiere ahora aires renovadores aunque no alcanza la brillantez de los años dorados de Hollywood hecha por los grandes maestros clásicos que supieron dominar perfectamente ese estilo único del cine americano.
Por supuesto lo de la moda retro es anecdótico interesa más el segundo tema, aunque haya influido en éste.
No obstante en esta película destaca por la valentía que se ha propuesto al tratar, aunque sea de pasada, un tema que fue tabú en el cine americano como es el caso de la caza de brujas del senador MacCarthys.
Afortunadamente ha caído en las manos de un joven director como Sydney Pollack, aunque un tanto frío en sus realizaciones, que entusiasma a algunos críticos de este momento.
Para que no difiera mucho del estilo de la comedia norteamericana posee en la cabecera de cartel a dos grandes estrellas como son Barbra Streisand y Robert Redford que están francamente bien en sus respectivos papeles, sobre todo ella que fue propuesta al Oscar por su personaje de Katie, aunque no lo obtuviera, pero sí lo lograra la canción que ella interpreta y la espléndida y deliciosa banda sonora compuesta por Marvin Hamlisch.
Una notable fotografía de Harry Stradling, un buen trabajo en general del resto del reparto y una dirección que no puede evitar que tenga algunos baches, pero saca el film adelante con bastante dignidad.
Oscar a la mejor canción The way we were y mejor música. Premio ASCAP y Globo de oro a la canción. David de Donatello a Barbra Streisand. Premio NBR.
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