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CRITICA
Por: PACO CASADO
A pesar de que todas las semanas se exhibe alguna producción francesa en nuestras carteleras, cuando no son dos, no habíamos tenido ocasión de que nos llegara ninguna del director Quentin Dupieux, hasta ahora que lo hace con 'Mandíbulas' (2020), un cineasta que al parecer tiene mucho predicamento en su país cosechado con los nueve títulos realizados hasta ahora, que no hemos visto aquí, y que se pasa a la comedia con este que comentamos.
Cuando Jean-Gab y Manu, dos amigos tarados, rematadamente idiotas, no muy inteligentes, un amigo les encarga recoger y entregar un maletín por cuyo sencillo trabajo ganarán quinientos euros, lo que les vienen muy bien ya que están sin blanca, vivirán una increíble e insólita aventura.
Para llevar a cabo ese sencillo trabajo roban un coche Mercedes abandonado en cuyo interior del maletero encuentran atrapada viva una mosca gigante y deciden domesticarla y entrenarla para ganar dinero con ella, a la que llaman Dominique.
De esa forma piensan que la puedan mandar a robar dinero del banco o de hacerles la compra, en lugar de poder exhibirla en una barraca de feria o en un circo.
En principio no saben donde ir ya que a Manu lo han echado del apartamento y duerme en la playa, y Jean-Gab no se atreve a ir a casa de su madre, con la que vive, ya que trabaja en la gasolinera de la familia, que ha abandonado, para ir con su amigo.
Por el camino encuentran una caravana que creen abandonada y echan al dueño, pero termina ardiendo, con la suerte a continuación de encontrarse con una chica que cree que Manu es un antiguo compañero del colegio y le da alojamiento en su casa con piscina donde está pasando unos días con unos amigos.
Las absurdas peripecias, a cual más demencial y estúpida en tono surrealista, que les ocurren a estos dos imbéciles personajes, constituyen el increíble argumento de esta pretendida comedia idiota en la que la gracia no aparece por ningún lado o al menos no la hemos encontrado en ni un sólo fotograma de esta película.
En la interpretación destacan los casi desconocidos aquí David Marsais y Grégoire Ludig junto a Adèle Exarcopoulos en el personaje de una chica con una forma muy peculiar de hablar.
Al parecer los films que suele hacer el realizador Quentin Dupieux siempre están enclavados en este tipo de humor del absurdo y además tiene un cierto predicamento entre determinada crítica que aprecia mucho los productos que realiza.
Primero fue con una rueda asesina, luego un cineasta que quería poseer una chaqueta de ante y ahora es un moscardón enorme que surge de la mente del genio Quentin Dupieux que nos llega en esta "joyita" con esa inesperada protagonista.
Según declaraciones del propio director le sirvió de inspiración y modelo para hacer esta cinta al contemplar Dos tontos muy tontos (1994) dirigida por Peter y Bobby Farrelly, interpretada por Jim Carrey, Jeff Daniels y Lauren Holly, que era la opera prima de estos dos hermanos.
Lo mejor que tiene esta película es su corta duración porque con tantas tonterías a pesar de su escaso metraje se hace realmente insoportable.
Premio a mejor actor ex-aquo par Grégoire Ludig y David Marsais en el Festival de Sitges. Premio del público y mejor guion en la Semana de cine fantástico de Málaga.
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