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CRITICA
Por: PACO CASADO
Últimamente el cine, y así ha sido toda la vida, se inspira o se basa en obras literarias, de teatro, de series de televisión y también en hechos reales, como es el caso que comentamos con esta película, 'Para toda la vida' (2020), un título muy significativo, como debe ser un matrimonio.
Lo que no sabemos qué fue la realidad y que otra parte es lo que haya podido aportar por su lado el guionista Todd Rosenberg en este caso concreto.
Al final de la historia se pueden ver unas breves escenas en blanco y negro de la pareja real y que el film está dedicado al protagonista de esta historia.
Jennifer Carter un día en que toma unas copas con sus amigas Amanda y Megan en un bar, conoce a un chico, Solomon Chau y ambos se enamoran.
Él trabaja como analista de marketing digital en una empresa, un trabajo que no le gusta ya que prefiere la cocina para lo que tiene buena mano, y ella estudia en la universidad la carrera de Psicología.
Para ahorrar ambos se van a vivir juntos y con el tiempo piensan en casarse y organizar su boda y posterior luna de miel, como cualquier pareja al uso... pero él un día se pone enfermo y le detectan un cáncer de hígado, no obstante hay esperanzas.
Las amigas no quieren que se aplace la boda y aceleran todo para que sea lo más pronto posible y piden por internet ayuda para la pareja, con el fin de hacer la boda más maravillosa del mundo.
Hasta ahí el cuento de hadas con drama dentro, no obstante dejamos la incógnita al espectador de saber el final de la romántica historia.
Es un relato muy bonito con una primera hora que transcurre tranquilamente llena de ilusión, hasta que en la media hora final llega el drama.
No deja de ser curioso lo generoso que debe ser el pueblo americano que tanto aportó para la boda de unos desconocidos o fue la fuerza de internet, en el que todo el mundo dio algo, el vestuario gratis, salón de celebraciones gratis y en un marco ideal y fantástico como no hubieran podido soñar nunca con tal de hacerlos felices.
Este tipo de films hace pensar que un amor verdadero no tiene nunca fin, como lo demostraron la pareja canadiense real en que se basa esta historia.
La cinta tiene todos los ingredientes para que un tipo de espectadoras adolescentes disfruten y sueñen con lo que están viendo, protagonizada por una pareja ideal, con un Harry Shum jr. que es agradable y debe gustar a la audiencia femenina y una Jessica Rothe con un cierto encanto en su cara y una simpatía que debe caer bien a los espectadores masculinos.
Como se puede observar es todo un pastelito romántico para espectadoras ilusionadas con poder tener algún día una boda semejante, pero sin ese final.
Está dirigida por Marc Meyers, un director con media docena de títulos en su haber, del que el único que conocemos es el que precede a este, Human Capital (2019) con una temática muy diferente que sin embargo salva bien el posible escollo, sin caer en momentos sentimentales y lacrimógenos, sacando adelante un tema como éste con optimismo.
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