, . |
|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Daniel es un chico de Varsovia, de unos veinte años que se encuentra recluido en un reformatorio, que cometió un terrible error y está pagando por ello, en el que suele ayudar a la misa que dice el Padre Thomas, el capellán de esa institución, lo que ha despertado en él inquietudes espirituales, y al que un día le manifiesta su deseo de ingresar en un seminario, pero no es posible dado sus antecedentes penales y le dejan en libertad condicional bajo palabra, enviado a trabajar a un pueblo próximo.
Pero Daniel no cumple la promesa hecha y tras unos días de juerga y sexo llega al pequeño pueblo de pocos habitantes, donde hay un aserradero en el que en teoría debería comenzar a trabajar y en el que la religión está muy arraigada.
Daniel al entrar en la iglesia, una chica lo confunde en sus intenciones y él le confiesa que es sacerdote, ya que no desea renunciar a su sueño, y le muestra el clergyman que visten los curas católicos que lleva en su mochila.
Tras la confusión, Eliza, que así se llama la chica, avisa a Lidia, su madre, que cuida la casa del párroco y tras conocerlo éste ve el cielo abierto, ya que tiene que ingresar en el hospital para una intervención quirúrgica y le propone que se aloje en su casa y le haga el favor de hacerse cargo de la parroquia durante los días que esté ausente, en plan compadre, sin comunicarlo a la curia, ni al obispo.
Pronto su carisma contagia a la comunidad del pueblo en el que hace unos días ocurrió un accidente en el que murieron siete personas, incluido el conductor, que suponen que estaba borracho, y todos eran nacidos allí.
En el tablón donde figuran las fotos de los fallecidos, en el que se recuerda su memoria, tan sólo figuran seis pero falta la del conductor que provocó el accidente que no quieren que sea enterrado en el cementerio por considerarlo un asesino.
Esta es una de las historias que corren paralelas con la de Daniel, así como la del alcalde, dueño del aserradero y de un ex compañero del reformatorio, la de la viuda del conductor que provocó el accidente, etc..
Daniel se plantea si la religión puede ser su camino de redención y transformación espiritual o una forma de escape.
En principio pensamos que esta producción polaca, aunque el guion esté inspirado ligeramente en un hecho real de un joven de 19 años que se hizo pasar por sacerdote durante tres meses, tiene una base poco creíble, como que Daniel, con la simple experiencia de ayudar a misa pueda hacerse pasar por ser sacerdote, diga misa, confiese, asista a una enferma moribunda y haga todo tipo de actos religiosos como bendición de locales, entierros y la procesión del Corpus, de donde toma el título el film, nos parece muy fuerte, como se suele decir ahora.
Tiene otro aspecto y es que se comporta como un sacerdote joven, moderno en cuanto a sus ideas, su manera de rezar, de entender la oración, sus prédicas y su actitud a la hora de manifestar su forma de ver la religión, de defender la justicia, de desechar el rencor, tener esperanza, la relación con la gente joven con los que se fuma un porro, etc, hace que arraigue en el pueblo, que podríamos situar en el otro platillo de la balanza que de alguna manera compensa a la menos creíble.
Por otra parte el guion acaba de una forma poco justificada, no obstante a lo largo de la trama da ocasión a reflexionar sobre la lucha de clases, la corrupción, el perdón, la hipocresía, el bien y el mal entre otros temas.
En el aspecto cinematográfico este tercer largometraje de ficción de Jan Komasa está bien narrado, llevado a buen ritmo, sin excesos dramáticos, no se hace excesivo a pesar de su extenso metraje y el joven actor Bartoz Bielenia se comporta de manera convincente, lo que justifica el buen número de premios recibidos en festivales a los que concurrió y de organismos cinematográficos.
Nominada al Oscar por Polonia. Golden Reel de los críticos polacos. Mejor película y premio del jurado en el F. de Brasilia. Hugo de plata a Bartosz Bielenia en el F. de Chicago. Premio de la crítica y especial del jurado en CinEast. Mejor film, actor Bartosz Bielenia y del público en Ekran-Toronto Polish. Premio mejor actor Bartosz Bielenia, Silver Star al guion en el F. El Gouna. Mejor actor B. Bielenia en el F. Faro Island y en el Bordeaux. Mejor cinta de los críticos franceses. Mejor director, especial del jurado y del público en el F. Minsk. Premio de los cineastas jóvenes y mejor actor B. Bielenia en Palm Springs. 10 premios ╡guila y del público de la Academia polaca. Doce premios en el Festival de Polonia. Mejor actor B. Bielenia en el F. de Estocolmo. Mejor película en el F. Tofifest. Mejor film y Label Europa en Venecia. Premio del público en el F. Vinius. Premio de la crítica y mejor música en el BCN.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS