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INFORMACIÓN
Titulo original: Our Kind Of Traitor
Año Producción: 2016
Nacionalidad: Inglaterra
Duración: 108 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Thriller
Director: Susanna White
Guión: Hossein Amini. Basado en la novela escrita por John Le Carré
Fotografía: Victor J. Kemper
Música: Jack Elliott
FECHAS DE ESTRENO
España: 18 Noviembre 2016
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Entertainment One

 

SINOPSIS

Un académico de Oxford y su abogado se topan con un millonario ruso, viéndose todos implicados en una trama donde los servicios de inteligencia les siguen la pista...

INTÉRPRETES

EWAN McGREGOR, DAMIAN LEWIS, STELLAN SKARSGARD, NAOMIE HARRIS, SASKIA REEVES, ALICIA VON RITTBERG, JEREMY NORTHAM, MARK STANLEY, PAWEL SZAJDA

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LA GÉNESIS...
   “Uno de los puntos fuertes de la obra de John le Carré es que incorpora temas muy importantes en un thriller cargado de suspense y emoción”, opina el guionista Hossein Amini sobre la novela de le Carré “Un traidor como los nuestros”, que él mismo se ha encargado de adaptar en un filme homónimo, dirigido por Susanna White y protagonizado por Ewan McGregor, Stellan Skarsgård, Damian Lewis y Naomie Harris.
  “El espectador se ve metido en la piel de una pareja inocente a la que acechan peligros a la vuelta de cada esquina”, explica Amini. “Pero, por el camino, le Carré también está contando muchas cosas sobre el mundo en los años posteriores a la crisis económica global de 2008, y sobre la influencia de Rusia y Europa en Gran Bretaña. Personaliza la historia a través de los personajes que conocemos por el camino”.
  UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS está producida por Gail Egan, de Potboiler Productions, con Simon Cornwell y Stephen Cornwell, de The Ink Factory. Las dos compañías colaboraron recientemente en otra adaptación de le Carré, “El hombre más buscado”. Está financiada por Film4 y Studiocanal, que también tiene los derechos internacionales del proyecto. Potboiler goza de una relación larga y duradera con le Carré, al haber producido anteriormente dos versiones cinematográficas muy alabadas de sus novelas: la ganadora del Óscar “El jardinero fiel”, de Fernando Meirelles, en 2005, así como la adaptación de Anton Corbjn de 2014 “El hombre más buscado”.
  “Tuvimos la suerte de leer el libro antes de que se publicara”, comenta Egan. “Era obvio de inmediato. Es un gran libro. Es una gran historia, con grandes personajes. Es muy cinematográfica”.
  UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS es la dramática historia de una pareja casada inocente, Perry (Ewan McGregor) y Gail (Naomie Harris), que están de vacaciones en Marrakech y conocen a un ruso extravagante y carismático, Dima (Stellan Skarsgård). Se hace amigo de ellos mediante partidos de tenis y fastuosas fiestas en su villa, antes de revelarles que es el principal responsable del blanqueo de dinero de la mafia rusa y que quiere desertar con su familia a Gran Bretaña. A partir de ese momento, Perry y Gail se verán inmersos en el fracturado y peligroso mundo del espionaje internacional y el politiqueo sucio, mientras se esfuerzan por salvar a Dima y su familia y, en última instancia, a sí mismos. UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS capta ciertamente esa fascinación tan británica por el espionaje, los trapicheos internacionales y el lugar de Gran Bretaña en el mundo.
  “Es una historia muy sólida, con la que se puede uno identificar”, opina el productor Simon Cornwell, que además es hijo de le Carré. “Una pareja de gente corriente atrapada en un mundo que los abruma, y sigue su viaje por todo eso. Era una historia sumamente natural de llevar a la gran pantalla”.
  Ambientada en Londres, Marrakech, París, Berna y los Alpes franceses, a la directora ganadora del premio BAFTA Susanna White, entre cuyos créditos figuran “La niñera mágica y el Big Bang”, de Working Title Films, “Generation Kill”, de HBO, así como las miniseries de la BBC “Casa desolada”, “Parade’s End” y “Jane Eyre”, le atrajo el aspecto tan cinematográfico de la historia, así como su perspectiva sumamente contemporánea.
  “Lo que la hacía destacar para mí era que se trataba de una historia muy moderna”, explica. “Me he criado con le Carré y la mayoría de sus historias han echado la vista atrás, hacia el pasado, y se han ambientado en un mundo de interiores más bien oscuros. UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS es una gran road movie, que recorre cinco países”.
  “Es un le Carré actual”, prosigue. “La gente del MI6 podría estar trabajando ahora en antiterrorismo. Elegí deliberadamente a Khalid Abdalla, un actor de Oriente Medio, para interpretar a Luke, porque ese es el MI6 que tenemos ahora. Espero que haga pensar a la gente sobre el mundo en que vivimos”.
  Damian Lewis, que interpreta al agente británico del MI6 Hector Meredith, considera que se trata tanto de un estudio de personajes como de un thriller de suspense. “No se trata de descubrir quién lo ha hecho, sino más bien si serán capaces de hacerlo”.

ADAPTAR LA NOVELA PARA LA GRAN PANTALLA...
  Hossein Amini es uno de los guionistas británicos más reputados, con créditos como “Las alas de la paloma”, “Drive” o “Las dos caras de enero”, adaptación de una novela de Patricia Highsmith, que también supuso su ópera prima como director. Era una elección natural para adaptar UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS y tuvo la suerte de conseguir una copia del manuscrito aún sin publicar de le Carré a través del representante que comparte con el autor (de nombre real, David Cornwell).
  “Me encantó desde el momento en que lo leí”, declara Amini. “Llamé rápidamente y dije: ‘quiero desesperadamente ocuparme yo de esto’. Luego tuve que reunirme con David Cornwell para hablar de cómo hacerlo y dijo muy generosamente: ‘Sí, me encantaría que lo hicieras tú’”.
Amini colaboró estrechamente con le Carré en el primer par de borradores. “Yo escribía y él realizaba anotaciones”, comenta Amini sobre su colaboración. ‘“John le Carré siempre ha sido uno de mis mayores héroes, así que trabajar con él fue una oportunidad fantástica. Fue como conocer a un hombre con un cerebro extraordinario. Aprendí muchísimo de esos dos o tres días que estuve con él. Intercambiar ideas, trabajar en el guion con él y discutir distintas posibilidades fue uno de los puntos culminantes de mi carrera como guionista. Es fantástico cuando una persona está a la altura de tus expectativas”.
  Susanna White también realizó importantes contribuciones al proceso de escritura del guion, al igual que el director Justin Kurzel, que estuvo vinculado a una versión anterior del proyecto.
  “Como guionista, necesitas colaboradores para llevar el guion al sitio adecuado”, explica Amini. “Todo el mundo trabaja de forma diferente y tiene enfoques diferentes, pero trabajar con todos ellos resultó muy provechoso”.
  Los personajes de le Carré hace mucho que están profundamente arraigados en la imaginación del público como contrapuntos cínicos y algo arrugados de la pulcra elegancia de James Bond. Para el equipo responsable del proyecto, el trabajo que tenían por delante era crear una película que encajara en el canon de le Carré y al mismo tiempo destacara dentro de él.
  “A la hora de realizar una adaptación de le Carré, las expectativas son altas”, asegura White. “La gente se imagina a individuos reuniéndose en callejones, muchos interiores oscuros, y por lo general un mundo pasado, de un tono marrón grisáceo. Parte de mi reto como directora consistía en aportar algo nuevo al mostrar los lugares que quería explorar, pero también evitar que los fans de le Carré se sintieran engañados y conseguir que pensaran que habíamos hecho justicia a una obra literaria muy concreta”.
  Las novelas de Le Carré siempre examinan con penetrante agudeza los temas globales del momento: la industria farmacéutica en “El jardinero fiel”, la guerra contra el terrorismo en “El hombre más buscado”... y en UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS son las finanzas privadas y el impacto de Rusia –concretamente, del dinero ruso– en todo el espectro de la sociedad británica, desde las finanzas a la política y las calles de Londres, lo que se ve sometido a un riguroso escrutinio.
  “Uno de los temas de la obra de le Carré es que Gran Bretaña está casi en completo declive como superpotencia mundial, pero seguimos teniendo eso valores británicos procedentes de cuando el país estaba en la cima del mundo y tenía una responsabilidad moral”, sugiere Amini. “A medida que ese poder ha ido menguando, esa moralidad ha ido dejando paso a algo más parecido al compromiso. Le interesa mucho el impacto del declive del poder británico en el sistema moral. De eso trata nuestra película. Hay quienes están dispuestos a hacer enfadar a las autoridades rusas para ayudar a escapar a ese tal Dima, y hay quienes se oponen a ello y seguramente trabajan para los rusos, todos ellos dentro del sistema británico”.
  UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS envuelve hábilmente todos estos temas tan serios en imponderables más universales, como lo que significa ser un hombre en el siglo XXI.
  “El personaje de Perry tiene dificultades para definir quién es”, explica White. “Al principio de la película, se siente perdido, su mujer ha triunfado mucho más que él y su viaje consiste en redefinirse como hombre, lo que descubre en su viaje con Dima. Tenemos a una pareja en crisis que necesita sanar y arreglar su relación”.

ELEGIR A EWAN McGREGOR Y NAOMIE HARRIS...
   La relación entre el atractivo y acomodado Perry, un profesor universitario de poética, y Gail, una abogada de enorme éxito, está pasando al principio de la historia por un mal momento. Esa era una dinámica interesante para que los dos actores la interpretaran. La superestrella Ewan McGregor, que acostumbra a encarnar a hombres corrientes, fue el primer miembro del reparto de gran calibre del filme en incorporarse al proyecto. “Ewan fue el primero que se apuntó enseguida para interpretar a Perry”, recuerda la productora Gail Egan. “Estuvo involucrado desde las primeras etapas de desarrollo del proyecto y aguantó con nosotros numerosos borradores. Estuvo perfecto”.
McGregor, que cuenta con una carrera muy ecléctica, con papeles memorables en películas como “Moulin Rouge”, la saga de Star Wars, y, sobre todo, como el heroinómano ‘Renton’ en el filme que lo lanzó a la fama, “Trainspotting”, interpreta a un tipo corriente, Perry, un hombre que se encuentra a mediados de los 40 y cuya vida no ha salido como él esperaba. Está un poco perdido y busca una forma de recuperar su vida, lo que no se diferencia demasiado de los pobres desgraciados a los que la mafia rusa recluta en la cárcel para ingresar en los Vory, esbirros reales del crimen organizado.
  Para el actor fue cuestión, como siempre, de la calidad del guion. “Cada vez cuesta más encontrar películas así”, admite McGregor. “Pero es lo que se le da mejor a le Carré, sus personajes son muy reales, muy humanos, y en este caso aún más, porque ha metido a dos civiles en el mundo del espionaje. Los ha soltado en mitad de este thriller. Eso me resulta interesante, porque piensas: ‘¿Qué haría yo en esa situación? ¿Cómo reaccionaría?’”.
  McGregor leyó el guion antes de pasar al libro. “Perry es más serio, tranquilo y retraído en el libro y lo han abierto un poquito más en el guion, pero sigue siendo un personaje bastante reflexivo y sosegado”, opina McGregor. “Gail no le queda para nada a la zaga y es un matrimonio muy moderno en ese aspecto, no tiene nada de tradicional y no desempeñan papeles de marido y mujer. Están los dos juntos en esto y ella aporta tanto como él. Se pueden ver las consecuencias de lo que hacen y cómo los afecta a ambos. Está muy bien, porque es bastante insólito de ver”.
  Para Amini, McGregor es el Perry perfecto, vestido con chaquetas de cuero, botas y vaqueros de aspecto retro. “Me encanta la idea de que Ewan interprete a Perry porque, como actor, lo que siempre he admirado de su trabajo es que tiene un aire duro, pero también tiene algo increíblemente vulnerable e inocente”, explica el guionista. “Perry se ve inmerso en ese mundo y se las apaña de forma bastante heroica, pero al mismo tiempo es casi ingenuo en su pureza y su reacción a los compromisos morales y a la oscuridad que descubre en la gente”.
“Lo genial de Ewan es que parece moralmente muy sólido”, prosigue Amini. “Sientes de verdad su indignación y su desilusión con la gente, y a la vez ese lado duro e incisivo que le permite ser además un héroe de acción, lo que también es necesario. Es esa combinación lo que lo hace ideal”.
  Susanna White alaba la capacidad de McGregor de conectar con el público. “Hablamos los dos al principio sobre los retos de interpretar una relación de verdad entre personas cuyo matrimonio está en apuros”, comenta. “Le gustaba la idea de examinar lo que suponía sentirse algo emasculado por una mujer que tiene más poder que tú. En teoría, si le preguntas a Perry si pensaba que estaría bien tener a una mujer triunfadora, respondería: ‘Por supuesto, las mujeres lo merecen’. Pero cuando tiene que afrontar su propia situación, empieza a sentirse amenazado por Gail y cuestionado. Parte del reto era mantenerlo atractivo para el espectador, a la vez que se mostraba su debilidad al principio de la película y su viaje para redescubrir quién es y redefinir su relación con Gail. Fue un viaje muy interesante con Ewan. No temía interpretar a un personaje que era débil al principio del filme, pero que va cobrando fuerza”.
  “Otra cosa que nos interesaba a ambos era la idea de una relación entre personas de distinta raza”, prosigue White. “Una vez más, formaba parte de la idea que tenía para hacer que le Carré resultara muy moderno y muy siglo XXI. Tienes a esta maravillosa mujer triunfadora que da la casualidad de que es negra”.
  La coprotagonista Naomie Harris describe a McGregor como el compañero de reparto ideal. “Es un actor extraordinario y un tipo genial”, afirma entusiasmada. “Desde el mismo momento en que lo conocí se mostró increíblemente sencillo. Tiene un sentido del humor excelente y es muy trabajador”.
  McGregor devuelve a Harris los cumplidos: “Naomie es una actriz increíble. La relación es muy interesante, cargada de detalles y matices, no es una de esas relaciones de película, ambos tienen un papel en la historia y en cómo se desarrolla todo. Su relación está muy maltrecha al principio, porque Perry la ha engañado. Ella se siente tremendamente herida y disgustada, y él se está esforzando mucho por arreglarlo, salir adelante y volver a ser felices. Todo eso es muy interesante de interpretar, ya que no es el típico matrimonio de película”.
  “Curiosamente, y por eso considero que está tan bien escrito, a medida que el acuerdo entre Dima y el MI6 se hace más caótico, su relación se arregla”, señala. “Los dos arcos de ambas tramas van a la par. Entre todo lo que está sucediendo, Perry y Gail se reconcilian y recuerdan por qué se quieren. Para cuando acaba la película, se encuentran en una situación mucho mejor”.
  Por su parte, Harris se sintió muy motivada al interpretar a un personaje que le parecía real. Vestida por el diseñador de vestuario Julian Day como una heroína de Hitchcock, con muchas prendas de Aquascutum y Burberry, Gail tiene que afrontar una profunda tristeza por la traición de su marido al principio del filme.
  “No es algo que suela verse en muchas películas”, opina Harris. “Suele ser al contrario, se ve a una pareja que no están juntos pero acaban encontrándose, y al final todo es muy acaramelado, acaban juntos y viven felices para siempre. Nunca se ve lo que pasa después de ese felices para siempre.
  “Toda relación pasa por altibajos, por buena que sea. Resulta agradable ver una relación madura, que está pasando por un bache muy grave y está consiguiendo encontrar la forma de salir adelante”.
  Sin duda, encontrar a una compañera para McGregor fue un proceso interesante. “Gail tiene su propio papel que desempeñar y, en ciertos momentos, es ella la que hace avanzar la trama, pero también tiene que apoyarlo”, explica Egan. “Es una abogada luchadora que aporta mucho a la relación, y consigue que queramos que la pareja salga adelante. Está evidentemente desesperada por recomponer su relación, a la vez que intenta comprender por qué se estropeó en primer lugar. Es un personaje que cae muy bien y ayuda mucho a que queramos que funcionen como pareja”.

LA SELECCIÓN DE STELLAN SKARSGARD...
  Encontrar al actor adecuado para interpretar a Dima era uno de los elementos cruciales para lograr que la película funcionara.
“Una de las primeras cosas que me atrajeron del proyecto fue Dima”, admite White. “Cuando me reuní con David Cornwell, alias John le Carré, me empezó a representar a Dima. Fue muy divertido, carismático y cálido. Podía sentirse cierto aire de peligro en él, pero lo más importante que me dijo David sobre él es que quería que Dima fuera divertido, y eso me encantó. Siempre me gustan las sorpresas en los personajes que no se limitan a ser los típicos planos y monótonos”.
  Con Stellan Skarsgård, encontraron a un actor capaz de abarcar la totalidad de este personaje tan amplio. “Tenía que ser en parte criminal, en parte miembro de los Vory rusos y en parte hombre de honor”, explica Egan. “Necesitábamos a alguien con reconocimiento y atractivo internacional. Stellan era perfecto”.
  Por casualidades del destino, Skarsgård era el actor que Amini tenía en mente cuando desarrollaba el personaje de Dima. “Hay algo sobre su tamaño, su humor y su aire sardónico, pero también en cuanto a su capacidad de ahondar mucho emocionalmente, y ser muy tierno y conmovedor en momentos de silencio”, explica el guionista. “Cuando al final conseguimos ficharlo, me quedé encantado”.
  Se trataba de un personaje al que Skarsgård podía verdaderamente hincarle el diente. “Dima se dedica a blanquear dinero, pero también es un Vor de los Vory, una especie de mafia que procede de las cárceles del antiguo sistema soviético. Los Vory son una organización en la que el estado es el enemigo, por lo que tienes que jurar no colaborar nunca con el gobierno”, explica. “En la película, la versión moderna de los Vory ha empezado a colaborar con el estado y con el Kremlin y esas fronteras tan estrictas han desaparecido. Para Dima, un viejo guerrero, eso resulta indignante, es una traición. Pero también supone que se encuentra en conflicto con los jefes, lo que significa que esos individuos lo van a matar. Y no solo a él, sino también a su familia. Dima está intentando salvar a su familia”.
  White y Skarsgård hablaron largo y tendido sobre adónde debería llevar el actor al personaje. Decidieron poner especial énfasis en la idea de Dima como hombre de familia. Era algo con lo que Skarsgård, padre de ocho hijos, podía identificarse fácilmente. El gran logro de Skarsgård es conseguir convencernos de que esta figura tan tierna también es capaz de llevar a cabo actos de extrema violencia.
  “Queríamos tener a un tipo grandullón, cariñoso y carismático, que se preocupa mucho por su familia, pero al mismo tiempo la realidad de su vida es que ha estado en los gulags y es un mafioso”, explica White. “Esas dos cosas pueden encajar perfectamente y esa es parte de la genialidad de la interpretación de Stellan. Consigue que te las creas las dos”.
  White disfrutó de la relación de colaboración que entabló con Skarsgård. “Parte de lo que me encanta de trabajar con actores es que todo el mundo es distinto, y todo el mundo tiene necesidades distintas”, explica. “Hay quien necesita que lo filmen al empezar el día. Hacen sus mejores tomas muy temprano. Otros se van haciendo con la escena. Lo maravilloso de Stellan era que tenía una idea muy clara de cómo quería interpretar a Dima, pero también quería siempre muchas sugerencias. Quería probar a hacer las escenas de muchas formas distintas, así que trabaja todo el día con una concentración y una energía increíbles, y con buen humor. Aunque se puede apreciar la intensidad con la que se concentra, tampoco permite nunca que eso le afecte. Cuando cuentas con alguien de ese nivel, todos los demás se lucen más. Es como ver a los mejores tipos de tenistas jugando juntos, se estimulan unos a otros”.
  Recuerda una anécdota muy elocuente sobre este actor tan perfeccionista: “Fue todo un triunfo conseguir a Stellan. Llegó bastante pronto y me dijo: ‘Me gustaría tener un set cerrado’. Le respondí: ‘Sí, vale’. Suponía que era para las escenas de desnudo en el vestuario, pero me dijo: ‘Me refería a las de tenis, me da mucha vergüenza. No tengo ningún problema con los desnudos, soy escandinavo. Pero soy un jugador de tenis realmente terrible’”, comenta White riendo. “Le dije: ‘Seguro que no pasará nada, mantendremos fuera a todos los que no sean necesarios’. El primer día, el profesor de tenis me dijo: ‘Bueno, algo hemos avanzado, al menos Stellan ha dejado de huir de la pelota’. Al final lo hizo genial, porque pasó de ser incapaz de jugar al tenis a que pareciera que Dima realmente disfrutaba jugando un partido”.
  White y Skarsgård se pensaron mucho el personaje de la mujer de Dima, Tamara (Saskia Reeves) y su matrimonio. Tal como estaba escrito, había muy poca información sobre Tamara. Eso dejó a la directora y a sus dos actores mucha libertad de maniobra.
  “A Stellan y a mí nos interesaba la relación de Dima con Tamara, porque Perry y Gail aprenden de ellos y aprenden sobre el matrimonio de esa relación”, señala White. “Elegimos a una actriz fantástica, Saskia Reeves, por fe ciega. Le dijimos a Saskia: ‘Este papel es muy importante, pese a que, si cuentas tus líneas en el guion, apenas hay nada’. Y Saskia nos acompañó en ese viaje”.
  “Me encanta lo real que es ese matrimonio”, prosigue White. “Es uno de los aspectos más extraordinarios de la interpretación de Stellan, que creara un matrimonio completo sin apenas líneas de diálogo. Al final de la película, Perry y Gail tienen un matrimonio que en ciertos aspectos se asemeja al de Dima y Tamara. Pese a que Dima haya tenido aventuras y no le haya sido totalmente fiel a Tamara, su relación posee algo totalmente sólido”.
  Tras conocerse inicialmente en el rodaje de “Ángeles y demonios” en 2009, Skarsgård y McGregor estaban encantados de volver a trabajar juntos. “Después de ver a Stellan en la piel de Dima, no puedes imaginarte a nadie más en ese papel”, opina McGregor. “Personifica a Dima. Es un gran actor y además me encanta como persona”.
  La ropa elegida por el diseñador de vestuario Julian Day para Skarsgård era algo llamativa y exuberante, e incluía muchas pieles de animales y tejidos insólitos.
  “Empiezas documentándote sobre el aspecto que tiene realmente esa gente y lo que descubrí fue que esa gente tenía un aspecto bastante soso, en el sentido de que no resultan tan interesantes como al cine le gustaría verlos”, comenta Day. “Eso fue básicamente lo que hice con los Vory rusos. Me resultó muy decepcionante cuando empecé a documentarme sobre el aspecto que tenían y resultó que tampoco es que hubiera muchas fotos de ellos. Pese a tener mucho dinero, no lo demuestran necesariamente con su forma de vestir. Es cara, pero no necesariamente interesante. Ni siquiera es ostentosa. Parecen bastante duros, pero no resultan especialmente cinematográficos, y estamos haciendo una película, así que nos tomamos cierta licencia poética”.
  “Así que empiezas basándote en hechos y luego creas un mundo que encaje con el drama y con la película y con los personajes. Los guardaespaldas de Dima van vestidos de forma más sobria, ya que quería crear un mundo en blanco y negro, en el que Dima destacara”.
  Skarsgård señala que Day tiene un gusto muy concreto. “Lo lleva todo un poco más lejos, pero con estilo”, comenta el actor. “El vestuario de esta película, al tratarse de un filme contemporáneo, está hecho con mucha libertad y mucha expresión, lo que hace muy divertido llevar esa ropa tan extraña”.

DAMIAN LEWIS CREA EL PERSONAJE DE HECTOR...
  En la novela de le Carré, el personaje de Hector Meredith es mucho mayor que el actor que escogió Susanna White para encarnar al veterano agente del M16.
  “Fue una gran decisión contar con Damian y estoy encantada con ella. Damian es un actor maravilloso y él mismo ha hecho algunas elecciones muy interesantes”, opina la directora. “Hector es un personaje solitario. Está divorciado y tiene un hijo en la cárcel. Como todos los personajes de le Carré, tiene sus defectos. Parece ser alguien que lo tiene todo bajo control pero, a medida que avanza la película, empiezas a ver los problemas que tiene en su vida. Esa es una de las cosas que más me gusta de la película, todo el mundo tiene un montón de matices, hay muchos tonos grises y no hay lo que está bien y lo que está mal. En su lugar, hay mucha ambigüedad moral. Eso es lo que ofrece le Carré”.
  Hector es un hombre apasionado que cree que el fin justifica los medios, incluso si hace falta utilizar a civiles para alcanzar su objetivo. “Hector está realmente decidido y está dispuesto a que nada lo detenga”, explica la productora Gail Egan. “Esa pasión resulta muy contagiosa en la pantalla y era un personaje estupendo para que lo interpretara Damian”.
  Lewis, entre cuyos variados créditos figuran el marine estadounidense moralmente ambiguo ‘Nicholas Brody’ de la serie de televisión “Homeland” o el rey ‘Enrique VIII’ de la adaptación de la BBC de las novelas de “Wolf Hall”, ve a Hector como a un espía que tiene que soportar la carga de una conciencia. Recurrió al libro para profundizar en la fascinante historia de Hector, que incluye una etapa como financiero en la City de Londres. Lo dejó cuando se desilusionó con la corrupción que encontró allí.
  “Hector es un poco iconoclasta, rechaza las convenciones y ya ha caído antes en desgracia, el MI6 lo dejó abandonado, antes de volver al servicio”, explica Lewis sobre Hector, a quien Julian Day ha vestido con un abrigo de Aquascutum y gafas de Oliver Goldsmith, que recuerdan a Michael Caine en “Ipcress”. “Cuando lo conocemos, nos encontramos con un hombre al que se le presenta una oportunidad de ir a por un político, el diputado Aubrey Longrigg (Jeremy Northam), antiguo jefe del MI6. Hector cree que es responsable de meter a su hijo en la cárcel. Longrigg también está implicado en una trama para blanquear dinero en la City de Londres. Nos presentan a Hector como un hombre de principios. Tiene un firme código moral, pero también es probablemente un poco vengativo”.
  El guionista Hossein Amini describe a Lewis como un actor de la mejor clase. “Cuando un actor toma un personaje y lo hace suyo a través de su propia labor de documentación, su propia experiencia personal y su forma de usar su vestuario, consigue dotar de mucha mayor riqueza al guion y a la película”, opina. “Toman algo que es bidimensional sobre el papel y lo hacen tridimensional. Con eso consiguen que el guion parezca mejor. Siempre me encanta cuando un actor dice: ‘Gracias por el papel, pero ahora necesito ir a transformar lo que has escrito sobre el papel en una persona real’. Entonces es cuando se produce la magia. Damian es uno de esos actores que consigue hacer eso sin un gran esfuerzo”.
  Como parte de su preparación, Lewis fue invitado a un club de las Fuerzas Especiales, donde conoció a hombres que trabajaron para el ministerio de asuntos exteriores en el extranjero. “Hablamos de sus vidas sociales y de qué los impulsó a trabajar para el MI6”, recuerda Lewis. “¿Fue fervor patriótico o una curiosidad intelectual por el trabajo? Intenté darle una base real a Hector a partir de esas personas a las que conocí que han servido a su país”.
  Lewis estudió en el Guildhall School of Music and Drama al mismo tiempo que Ewan McGregor (McGregor iba un curso por delante) pero UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS supone la primera vez que los dos actores británicos han trabajado juntos.
  “Siempre había querido trabajar con Damian y fue genial poder hacerlo en esta ocasión, ya que tenemos algunas escenas muy interesantes juntos”, comenta McGregor. “Perry ve a Hector como una especie de James Bond, pero también ve sus defectos. Hector no siempre dice la verdad y Perry tiene que cuestionar lo que ocurre entre ellos. Es una relación estupenda para interpretarla”.

TRABAJAR CON LA DIRECTORA SUSANNA WHITE...
   A la hora de buscar un director para UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS, la productora Gail Egan y sus socios quedaron impresionados con la variedad de géneros que White ha abordado en sus diferentes proyectos, desde “Generation Kill” a “La niñera mágica y el Big Bang” o “Jane Eyre”.
  “Y este también es diferente”, señala Egan. “Es una gran cineasta y uno de sus puntos fuertes es tratar con los actores, que la adoran y dan el do de pecho por ella. Trabaja muy duro y ellos claramente lo agradecen. Ella entiende lo que los actores necesitan y crea el ambiente adecuado para que ellos se expresen y lo hagan con su propia convicción para meterse bajo la piel de los personajes que interpretan”.
  Damian Lewis comenta sobre la magnífica relación de la que disfrutó White con su reparto: “Tiene una energía muy tranquila y encantadora en el set”, aporta. “Como directora, Susanna está encantada de dejar que cada uno haga lo suyo, así que hay una tremenda libertad de acción. Pero siempre interviene para darte el empujoncito que necesitas si considera que puedes estar despistándote. Volvería a trabajar con ella sin pensármelo”.
  Una de las grandes cualidades de White es su capacidad para confiar en la gente que trabaja para ella. “Disfruté de mucha libertad para escribir lo que quería”, afirma Amini. “Susanna siempre me animó, nunca me puso trabas”.
  “Susanna sabe mucho y es una gran apasionada, y consigue transmitir esa pasión a los intérpretes”, agrega Naomie Harris. “Ha hecho un trabajo magnífico llevándonos por este mundo y consiguiendo que entendiéramos cómo actuar en ese mundo”.
  A la diseñadora de producción Sarah Greenwood le encantó trabajar con una mujer. “Fue fantástico trabajar con una directora”, asegura. “Siempre resulta muy diferente trabajar con distintos directores y lo que aporta cada uno. Susanna tiene una idea muy clara de lo que quiere. Cuando presentas algo como una idea, o cambias algo del guion que tal vez no funcione muy bien, se muestra muy dispuesta”.
White se valió en parte de su experiencia trabajando con los marines en “Generation Kill” para dotar a UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS de su emocionante energía cinética.
  “Una de las cosas que me atrajo de UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS era la idea de la violencia machista y cómo eso te define o no te define”, explica la directora.
  “La parte del proceso con la que realmente disfruté fue ensayando las escenas de lucha, para conseguir que quedaran lo más auténticas posibles y ver cómo encajaban con el personaje. En los ensayos explorábamos los distintos matices de estos personajes para hacer que resultaran tan reales y sólidos como fuera posible. Quería que las peleas resultaran viscerales y reales, y creo que la interpretación estaba perfectamente equilibrada. Quería explorar la delicadeza y la emoción en la interpretación, pero también la brutalidad. En un momento estás en el mundo de un hotel suizo de cinco estrellas y al siguiente atraviesas una puerta y te encuentras en una pelea a cuchillo en una cocina. Para las escenas de lucha, pasamos mucho tiempo ensayando y colocando las cámaras para conseguir los mejores ángulos. Fue un ejercicio muy técnico hacer que pareciera simple y real. Me encantan esos retos. Es uno de los aspectos de mi trabajo que más me gustan”.
  El énfasis de White en este delicado equilibrio impresionó al director de fotografía Anthony Dod Mantle y ayudó a animar al ganador del Óscar y del premio BAFTA (por “Slumdog Millionaire”) a incorporarse al proyecto.
  “En nuestra primera reunión, Susanna hizo ciertas referencias a la familia en medio de ese mundo de violencia, malversación y explotación financiera”, recuerda. “Lo esencial para Dima, uno de nuestros personajes principales, es que todo lo que hace se basa en lo que él considera de valor en su vida. Y eso no es el dinero, ni los apartamentos de lujo, sino su familia, su futuro y su supervivencia. Me gustó que Susanna quisiera hacer de eso un elemento subyacente significativo. Que Dima, pese a todo su historial de violencia y corrupción, parece un personaje increíblemente agradable, adorable y enigmático. Creo que eso es lo que resulta interesante de la película. No me interesa lo más mínimo a qué país viajas, lo importante es cómo viaja esta gente en relación a unos con otros y sus respectivas trayectorias, sobre todo el personaje de Ewan, y sin duda el viaje de Stellan al final”.
  Skarsgård no había trabajado nunca con White. “Llamé a mi hijo Alexander, que había hecho ‘Generation Kill’ con ella, y me dijo: ‘Te lo pasarías muy bien con ella. No puedes decir que no’”, comenta sonriendo.

CONSEGUIR EL ASPECTO...
   “Lo maravilloso de esta película es que me permitió exhibir mi fuerza como cineasta”, asegura White. “Visualmente, es un mundo increíble en cuanto a localización, e intelectualmente es todo un reto. Tuve mucha suerte de contar con un equipo tan increíble, con el que poder explorar esas ideas increíbles. Lo genial de hacer una adaptación de le Carré es que todo el mundo quiere participar en ella, así que conseguimos fichar a algunos nombres importantes como responsables de los distintos departamentos”.
  Esos nombres importantes son el director de fotografía Anthony Dod Mantle, la diseñadora de producción Sarah Greenwood y el diseñador de vestuario Julian Day.
  El suntuoso mundo de texturas de UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS queda establecido desde el principio mediante una secuencia inicial que cuenta con los dramáticos motivos de una bailarina, un bosque y nieve.
  “Lo que quería era una imagen llamativa de un hombre suspendido en el aire”, explica White. “Y así, pensando en un cielo azul porque se trata de le Carré, me pregunté: ‘¿Con quién preferiría contar, más que nadie en el mundo, para hacer eso? Bueno’, pensé, ‘Carlos Acosta, que es la imagen perfecta de la masculinidad’. Le escribí un correo electrónico, me llamó enseguida y me dijo: ‘Me gustaría mucho formar parte de esto, veamos cómo podemos conseguirlo’. Es estupendo hacer una adaptación de le Carré, todo el mundo quiere formar parte de ella”.
  La increíble secuencia a cámara lenta de Acosta fue obra de Dod Mantle. “Sabía que si había un hombre en el mundo capaz de sacar algo extraordinario de esto, tomar una idea y hacerla diez veces mejor, ese era Anthony”, aporta White. “Fue emocionante explorar con él el mundo de la película”.
  Dod Mantle, cuyos créditos incluyen títulos como “Dogville”, “Manderlay”, “Slumdog Millionaire”, “Rush” y “127 horas”, trabajó con múltiples cámaras, a veces ocultas, para dar a cada escena una perspectiva única.
  “Anthony escondía cámaras por todas partes cuando rodábamos una escena. A veces, ni siquiera yo lo sabía”, recuerda White. “Me encontraba viendo planos para los que ni siquiera sabía que contáramos con una cámara, porque Anthony era sumamente imaginativo y estaba todo el tiempo probando cosas. Es genial trabajar con gente que está en la cúspide de su oficio”.
  Dod Mantle utilizó cámaras pequeñas, casi ocultas, para captar el vertiginoso mundo cosmopolita de UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS.
“Gran parte de esta película está en movimiento”, explica. “Tuve que estructurar y preparar mi equipo, y minimizar el material que uso, incluidas las lentes, porque teníamos que movernos muy menudo y muy rápido, y en espacios sumamente reducidos”.
  UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS se rodó durante diez semanas en la primavera de 2014 en Finlandia, Reino Unido, París, los Alpes franceses, Berna y Marrakech. Utilizó unos 90 sets y se filmó en unas 50 localizaciones distintas.
  “Una de las cosas por las que más luché fue por conseguir incluir en la película el mayor número posible de localizaciones espectaculares”, explica White. “Me resultaba crucial que empezáramos la película en esos grandes paisajes rusos, para que sientas de dónde procede ese dinero, sientas los recursos naturales de Rusia, para darle esa sensación de escala”.
  Los exteriores rusos se rodaron en Finlandia, mientras que el interior del ballet Bolshoi se recreó en Londres, y el hotel Dorchester hizo las veces del hotel Bellevue de Berna.
  “Nunca fuimos dos veces al mismo sitio y no dejamos de movernos”, comenta la diseñadora de producción ganadora del premio BAFTA Sarah Greenwood, entre cuyos créditos figuran “Expiación. Más allá de la pasión”, “Anna Karenina” y el “Sherlock Holmes” de Guy Ritchie. “No pasamos más de un día en ningún sitio, no dejamos de movernos. Fue un poco como una road movie”.
E  l rápido ritmo de rodaje permitió a Dod Mantle trabajar de forma intuitiva, ya que los distintos personajes lo animaron a mover la cámara y encuadrar ciertas escenas de una forma determinada.
  “Muevo la cámara según un instinto emocional que tengo en cuanto al momento en que nos encontramos en la historia y cuál es el humor psicológico de la escena”, explica. “Es una estética rápida. Yo no la llamaría exactamente cámara en mano, es como una mezcla de algo a medio camino entre steadicam y cámara en mano. Es un deslizamiento que me permite ser inquisitivo”.
  La película revela mundos dentro de mundos y los distintos rostros de la gente que los habita. Como diseñadora de producción, Sarah Greenwod disfrutó con esos matices. “UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS es una gran producción”, opina. “Me gustó el reto de crear mundos que no vemos y mundos que no conocemos. Es muy interesante ver cómo funcionan esas sociedades. Lo que vemos en esta película es alta sociedad británica, así como el interior del gobierno y la banca británicos. Son mundos fascinantes por los que internarse”.

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